Odiaba estar atado a una persona que no lo quería ni lo apreciaba, para colmo tenía que estar bajo la jerarquía de alfas, betas y omegas.
Su vida era un fiasco, desde pequeño lo habían enlazado a Keith un Beta qué pertenecía a la Subelite y que cuando cumplieran la mayoría de edad se vería obligado a pasar el resto de su vida con el.
Sin darse cuenta su vida se había convertido en un martirio, era todo un caos , no sabía en que momento había perdido el control de su vida.
Todo se había complicado mucho antes de su existencia.
hace un año un grupo de investigación había ido al espacio a realizar una investigación y en el intento murieron. Desde entonces todo había salido mal.
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Hace un año un grupo de astronautas se aventuro al espacio a realizar una misión, la cuál les costo la vida o al menos era lo que hacían creer al mundo y a sus familias.
Estos astronautas correspondían a los nombre de Samuel Holt, Matthew Holt y Shirogane Takashi. Se aventuraron al espacio en busca de nuevas cosas, sin saber que su viaje terminaría en ese momento.
Sin embargo Shiro logro regresar de alguna manera, aunque fue de una manera dolorosa...
Para su buena suerte un grupo de adolescentes lo rescataron, lo llevaron a un lugar seguro donde pudo recuperarse.
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Con el descubrimiento del León Azul, su vida volvió a dar otro giro. No sabía si sería algo bueno, pero sentía algo de miedo.
No solo había dejado su hogar y su planeta, sino que ahora viajaba a hipervelocidad con Keith, sin contar a su grupo de amigos y al sujeto que habían salvado.
Sabía de antemano que el chico de cabello negro lo aborrecía, muchas veces se lo había dejado muy en claro.
Y ahora entendía todo, comprendía el porque el rechazo a su persona, se sentía tan despreciado y lastimado.
Shiro
Siendo sincero con si mismo, si Keith le hubiera explicado la situación, sería algo menos doloroso para el.
Lo podía oler en las partículas de oxigeno del león, el como Keith sentía algo hacía el tipo musculoso que salvaron.
Tenía muchas ganas de llorar, pero no podía permitírselo, al menos no durante el viaje.
Llegaron a un castillo, no sabían en donde se encontraban exactamente. Era un espacio muy elegante.
Las capsulas que se abrieron, revelaron a unos extraños que les explicaron lo que pasaba y como eso tenía que ver con ellos.
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Aquellas personas con apariencias algo fuera de lo normal, les explicaron el porque estaban ahí y resolvieron cuanta duda había en sus cabezas.
Si bien, no era algo de esperarse, no se sentían inconformes con la situación.
En pocas palabras de la mujer de cabellera plateada, tendrían que luchar con la ayuda de voltron contra una especie de alienigenas del espacio llamada Galrra. Para ello tendrían que encontrar unos cuantos leones más.
Así de esa manera podrían obtener a voltron, un robot gigante con un gran poder.*******************************
Al tener al fin reunidos todos los leones, se aventurarían a la tarea de conseguir juntar todos en uno sólo.
Así renacería Voltron, sabían que no sería una tarea fácil, pero con la anterior batalla sabían que no sería imposible.Una y otra y otra vez lo intentaron y poco a poco el cansancio se iba acumulando en su cuerpo.
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Necesitaba un descanso.
Las ganas de llorar y el esfuerzo por formar al robot gigante, lo tenían exhausto.
Necesita un baño y dormir un poco.
Para su buena suerte, el sujeto musculoso propuso la idea de tomar un descanso.
Eso le vino como anillo al dedo y sin esperar más se adentro al castillo.
La princesa Allura, les concedió una habitación a cada uno para su descanso y privacidad.
De esa manera pudo al fin descansar y hacer todo lo que necesitaba.
Y lloro, lloro amargamente bajo las gotas del agua que resbalaban por todo su cuerpo.
Durante todo el tiempo que pasaron juntos, Keith no le había dirigido ni una sola palabra, bueno, solo lo necesario.
Toda su atención era para Shiro.
Tal vez eran parejas destinadas, no era común que un beta y un alfa pudieran ser almas gemelas pero existía la probabilidad.
Lo mejor era apartarse y romper el matrimonio arreglado entre el y Keith.
Sería difícil pero no imposible.
Y con ese pensamiento se quedó profundamente dormido aún con lagrimas en sus ojos.
Un nuevo día llego y era hora de levantarse, no se sentía con los ánimos para hacerlo, pero su bello rostro no se iba a cuidar solo. Así que con algo de pereza se levanto y se dirigió al baño.
Con lo poco que se encontraba en el baño intento hacer una mascarilla, pero no entendía nada de lo que decían los recipientes. Decidió dejarlo para otro momento y solo lavar su rostro con jabón y agua.
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De nueva cuenta regresaron a su entrenamiento, está vez intentando nuevos trucos y con problemas de por medio, como una batalla con un robot gigante que les estaba dando una paliza.
En medio de la batallas, Shiro sufrió un shock cerebral. Lo cuál le yudo a recordar algunas cosas que les sirvio para combatir al robot enemigo y nuevamente se les fue otro día y el cansancio se les notaba un poco más.
El día anterior había aclarado cosas respecto a la situación de cada uno, Shiro fue capturado por Galrras los cuales lo había torturado y experimentado con el. En el proceso perdió gran parte de su memoria en su estancia en el espacio.
Y gracias al ataque enemigo reciente, había recordado algunas cosas, eso lo tranquilizaba un poco, pero no del todo.
Desde que se reencontró con Keith y el grupo de adolescentes, algo lo inquietaba y tal parecía que era el único que lo había notado.
Keith actuaba un poco más raro de lo que recordaba y luego estaba el otro chico, Lance. Había algo en el que lo atraía y lo mantenía ansioso. Era su aroma, desde que entro junto con Keith al lugar donde lo mantenían en su regreso a la tierra, el aroma del chico delgado había invadido sus fosas nasales.
No comprendía del todo el porque ese aroma lo inquietaba tanto y solo había una respuesta para ello.
Era su omega destinado.
Si bien, había perdido toda esperanza de encontrar a su pareja predestinada, no espera encontrarla en tales situaciones.
Un poco antes de irse de la tierra, tenia todas las intenciones de encontrar a su compañero, pero no le fue posible.
Recordaba a todos los cadetes que instruyo por un tiempo, entre ellos a Lance y sus amigos, principalmente a Keith, pero entonces porque hasta ahora el olor de Lance le era tan peculiar.
Tenía que estar loco, tal vez solo era el cansancio y el estrés acumulado por tantas cosas en ese par de días.
Por ahora lo mejor era descansar, ya tendría tiempo de investigar el olor de Lance.
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Mi Omega
FanfictionEsa situación lo asfixiaba, lo hacia sentirse solo y herido. Siendo un omega, encuentra la paz y tranquilidad que tanto deseó en aquél alfa que lo acuna entre sus brazos. Un fic en donde Shiro y Lance son una pareja predestinada y harán todo lo posi...