Capítulo 21 - Promesa

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Durante la primera hora siento como el último par de noches me han pasado factura, en especial ayer porque tenía que terminar el dibujo para poder dárselo hoy a Rosemary, tuve que desvelarme además por el ensayo pendiente que debía escribir, todo lo anterior se mezcló con lo ocurrido en el bosque, parece increíble que un silencio puede doler más que mil palabras, el cual se ha alargado entre los dos hasta este momento y, a decir verdad, prefiero que se mantenga de esa forma.

Cuando las primeras clases finalizaron fui directo hasta mi lugar favorito, en verdad mi cuerpo no daba para mucho más, tal vez me mantenía en pie el hecho de ir hoy a la obra de teatro, es quizás lo que le da un poco de calidez a mi corazón. Me recosté en el árbol al llegar, puse mi mochila a un costado y saqué de ella mi cuaderno de dibujos, sonreí con lo satisfecho que me encontraba con el resultado, imaginaba una y más formas en las cuales ella podría reaccionar al verlo al tiempo que pasaba mis dedos sobre la hoja, incluso aquel donde lo toma como algo raro y solo agradece, muy probablemente este último ha sido el detonante del nerviosismo que invade de repente.

La batalla para no quedarme dormido recostado fue muy dura, el viento que corría me invitaba sutilmente a rendirme, no puedo asegurar realmente que en algún punto el cansancio no haya terminado por vencerme ya que sentí que el tiempo transcurrió más rápido de lo normal. En uno de los tantos pestañeos vi parte de un rostro agachado apuntándome con una cámara, lo único que podía distinguir claramente era su short de mezclilla con medias negras debajo y un cabello rubio cayendo por los lados.

— Creo que esta quedó aún mejor — pude escuchar dos disparos más.

— ¿Labios rojos? — aclaré la vista finalmente.

— Bueno... — se levantó frunciendo el ceño — no suena mal el sobrenombre, Hunter — encogió los hombros.

— ¿Cuántas fotos me has estado tomando?

— Un fotógrafo jamás revela sus secretos — sonrió descaradamente.

— Estoy casi seguro... — me levanté guardando antes mi libreta — que esa frase no va así.

— Oh vamos... era una buena toma, además... — apreció el árbol que tenía a espaldas y por encima — es un bonito lugar.

— ¿Todo el tiempo la llevas contigo? — tenía la vista puesta en la cámara que traía colgando del cuello.

— Puede ser — se hizo la desentendida, yo me limité a suspirar.

— Debo irme.

— Oh Dios... — se cruzó en mi dirección — parecías más amigable el otro día, a decir verdad, ahora que lo pienso... — comenzó a inspeccionar mi rostro — no te ves muy bien.

— Traigo un coctel de trabajo atrasado adicionado con pocas horas de sueño.

— Creo que tengo un remedio para eso, acompáñame a la cafetería — sonrió y antes que pudiera decir algo ella comenzó a caminar.

Sin mucho que decir me quedé sentado en una de las mesas una vez llegamos a la cafetería, la chica rubia me pidió que esperara en lo que regresaba, ciertamente por mi estado no es como que pudiera hacer mucho, solo asentí y apoyé el rostro en la mesa con los brazos cruzados. Para este punto analizaba seriamente el llegar a descansar luego de clases, de lo contrario me podría quedar dormido en plena función.

Nada de lo que ocurría a mi alrededor era relevante, incluso oí mi celular sonar en mi bolsillo al cual tampoco le presté atención. Desde mi posición observaba a todos caminar y hablar entre sí mientras trataba de simplemente no morir. Me distraje al ver hacia mi dirección el par de botines negros y medias del mismo color venir.

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