BATALLAS EN EL DESIERTO.

1K 117 7
                                    

POV ANA.

Ya era de noche teníamos que poner en marcha el rescate ya, no sabíamos a  que hora comenzarían con su masacre, el plan era el siguiente, entraríamos a la ofensiva atacando, tratando de rematar a la mayor cantidad de infectados posibles, y nosotros nos encargaríamos de llevar a Mendoza hasta las jaulas donde tenían prisioneros a nuestros familiares, decir que estaba nerviosa era decir poco, estaba mas que nerviosa, mis manos temblaban tenía ganas de vomitar, Ale estaba a tres metros de mi y yo sentía que estábamos alejadas por varios kilómetros, ¿Cómo la iba a proteger?, tenía que idear la manera de estar al pendiente de ella, y al mismo tiempo no fallar en lo que tenía que hacer.

-Listos chicos en cuento den la orden ataquen sin piedad, estas cosas no son humanas, no piensen que los pueden salvar porque lo más probable es que los maten.- nos advirtió Pineda.

-Solo protéjanme hasta que pueda abrir la jaula una vez que lo haga, los ayudare a salir de ahí, Gonzales.

-¿Qué pasa Mendoza por fin vas a aceptar que me amas?

-No, solo no te hagas el héroe por favor.

En estos dos días conocí la historia de estos dos, resulta que Gonzales es gay, vaya sorpresa, eso no era novedad, pero su papá decidió que meterlo al ejercito lo volvería hombre, pero realmente lo único que hizo fue darle la libertad que necesitaba, el Capitán Arenas lo apoyo más de lo que su padre lo hizo, y aun así cuando la pandemia empezó Gonzales le pidió que por favor  le dieran refugio a su familia, y el Capitán lo hizo. Y ahí es donde entra Mendoza, él es el amor platónico de Gonzales, y aunque lo sabe siempre le ha dicho que no le puede dar nada más que una amistad, pero aun así lo ayudo cuando el papá de Gonzales lo quiso humillar, Mendoza lo besó enfrente de su padre y le dijo que él si amaba a su hijo y que no le hacía falta que Gonzales tenía una familia que lo amaba.

-Dejen los besos para después enamorados, estén listos, y recuerden las indicaciones, no se salgan del plan quiero a todos de vuelta, cuídense chicos.- justo cuando Pineda terminó de decir eso el Capitán dio la orden todos bajamos corriendo de la colina, los disparos se oían como una ola, todos disparando al mismo tiempo, los habíamos emboscado, no esperaban ser atacados , eso nos dio cinco minutos de ventaja.

-SIGAN ATAQUEN CON TODO LO QUE TENGAN, TENEMOS UN RESCATE!!!.- gritó el Capitán y eso nos dio ánimos seguí corriendo, Mafer venia a mi lado, me estaba protegiendo, a unos metros de distancia estaba Ale con Rico, Rico era quien realmente estaba matando a los infectados, Ale lo intentaba.

Estábamos cerca de la jaula,  todos estábamos protegiendo a Mendoza, cuando llegamos, nos aseguramos que estuvieran todos nuestros familiares, verlos de nuevo fue lo mas bonito que me pasó en mucho tiempo, mi hermano me veía del otro lado de la reja que nos separaba.

-Tranquilo los vamos a sacar de aquí.- le dije, él tomó mi mano a través de la reja, su cara parecía de suplica y lo entendía, debió ser horrible para él estar ahí.

-Gracias Ana, sabía que no nos ibas a dejar aquí, le dije a mamá que nos rescatarías y estas aquí.

Mendoza por fin pudo abrir la puerta de la jaula, sacamos primero a nuestros hermanos y a los padres de Tamara, eran los que mas rápido podrían correr,  Mafer y yo los escoltamos , les pedimos que corrieran lo más rápido que pudieran, con nosotros venían Pineda y Julián, ellos nos estaban escoltando también a nosotros, llegamos en menos de diez minutos a los camiones, ahí estaban Tamara y Santiago, los recibieron y los revisaron, les dieron agua y los resguardaron en uno de los camiones nosotros regresamos por los demás.

POV ALE.

Ana se había ido con nuestros hermanos, a mi me tocaba llevar a sus papás y a míos,  los llevaría con Rico, Mendoza, y Gonzales,  estábamos listo para salir corriendo de ahí, las cosas se estaban poniendo feas aquí, los infectados estaban atacando con todos al principio los aviamos agarrado por sorpresa pero ahora nos estaban atacando sin piedad, por lo que podía ver, habíamos perdido a 10 soldados, esto no estaba bien, justo cuando íbamos a irnos llegaron Ana, Mafer y los demás,  había algo que teníamos que decirles encontramos a una persona más encerrada con nuestras familia.

CuarentenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora