Jimin y Jungkook se llevarán la más grande y grata sorpresa cuando, en un viaje de vacaciones, una bella personita llega a sus vidas para hacerles compañía.
🍼 M-preg.
🍼 Alteración de edades.
🍼 One Shot.
🍼 Embarazo críptico.
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El timbre que daba por finalizada la última clase del ciclo sonó y Jimin salió corriendo mientras gritaba que no quería volver a ver nunca más a su maestra de contabilidad de costos. Aquella mujer, cuyo nombre era Eliana, realmente era un dolor de cabeza y, por ese motivo, sus estudiantes se sentían muy contentos de que aquel semestre fuera el último en el que ella les enseñaría.
—¡COSTOS ABC, ESTÁNDAR Y TU PUTA MADRE, ELIANA! —gritó Taehyung, mejor amigo de Jimin, al momento en que se subía de un salto al auto del rubio—. Te juro que nunca he odiado a ninguna profesora como la odio a ella... De verdad, ¡es como un grano en el trasero!
Jimin soltó una risita, encendiendo el vehículo y conduciendo hasta meterse en la carretera.
—Sí, yo igual —aceptó—. No había llorado tanto con un curso como lo hice con costos, y por eso estoy taaaaaaaaaan aliviado de que las vacaciones llegaran. ¡Por fin!
Tae, con su cabello café volando por el viento que se colaba por la ventana, sonrió con picardía y removió el hombro de su amigo. Jimin no solía contarle sus planes si no le empujaban primero, así que tenía que insistir un poco para conseguir el chisme.
—Por cierto, ¿qué harás estas vacaciones? —preguntó, y casi al mismo instante observó como Jimin se ruborizaba.
—No seas chismoso.
—¡Jimin!
El nombrado rodó los ojos.
—Jungkook y yo hemos planeado un viaje a JeJu —confesó, su sonrisa agrandándose al pensar en su pareja—. Rentamos una cabaña en una de las zonas privadas, esas que están muy cerquita a la playa, y nos quedaremos ahí una semana alejados del mundo. No habrá nada de teléfonos y cero internet; solo una cámara, el mar, la arena...
—¡Y mucho sexo! —chilló Taehyung, interrumpiendo el discurso de su amigo y soltando un dramático suspiro—. Que suerte tienen algunos, te tengo envidia... de la buena, claro.
—Ya encontrarás a alguien —le animó Jimin, pero el de cabello café solo le sacó la lengua.
Siguieron recorriendo el camino a casa en un cómodo silencio, siendo interrumpido solamente por los tarareos ligeros de Taehyung, hasta que este se giró hacia el mayor para preguntarle algo que había aparecido de forma repentina en su mente.
—Hmmm... ¿Ustedes dos se están protegiendo, verdad? Sabes que tienes que cuidarte, Jiminnie, porque tú eres un M-preg y por lo tanto pue...
—¡Si, si! —Jimin chasqueó la lengua, deteniendo el monólogo protector de su amigo, al mismo tiempo en que entraba al estacionamiento de su edificio y acomodaba su auto en el lugar correspondiente—. No te preocupes, que ya tuve suficientes charlas de mi madre sobre eso.
Taehyung le lanzó una mirada de advertencia, pero, en definitiva, el rubio no mentía: desde que tenía catorce años y su primer ciclo de fertilidad llegó, su madre se había encargado de informarle a completo detalle todo lo relacionado a la sexualidad y cuidado de un M-preg. Incluso lo acompañó a sus chequeos obligatorios una vez que inició su vida sexual.
