Namjin's cliches

17. Romance navideño

-Namjoon es un niño rico y solitario.
-Cita falsa
-Historia Soft

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—Cuidate cariño, trataremos de estar de vuelta la primera semana de enero.

Namjoon bufó por lo bajo y dio vuelta la hoja del libro que estaba leyendo, trataba de ignorar a su madre, fingiendo que no le importaba que lo dejaran solo una vez mas.

—Mírame cuando te hablo, Kim Namjoon —Dijo la mujer con voz firme —Ya no eres un niño, tienes diecinueve años y ni siquiera te estamos dejando a tu suerte,  Molly vendrá todos los dias a prepararte tus comidas y el chofer estará totalmente a tu disposición.

—¿No te has preguntado que quizás no quiero pasar el tiempo con gente a la que le pagan para eso? No se... tal vez podrias preguntarte si me gustaría pasar una navidad en familia.

Kim Soomin rodó los ojos mientras sacaba un pequeño espejo y un labial de su bolso para retocarse los labios —Nosotros ni siquiera somos cristianos, no tenemos porque celebrar sus festividades.

—Chuseok lo pasaron en Londres —Murmuró Namjoon.

—Pero te trajimos muchos regalos —Dijo la mujer con un suspiro y fue a sentarse en el sofá frente a su hijo —No entiendo porque estas haciendo berrinches como si fueras un niño, siempre has tenido todo lo que quieres, otros jóvenes darían cualquier cosa por tener tu vida...

—Si, gracias mamá —Replicó Namjoon con sarcasmo, sus ojos moviéndose por la hoja del libro pretendiendo que podía prestar atención a lo que fingía leer.

Soomin abrió la boca, como para seguir conversando, pero en ese momento entró su marido, quien alzando una ceja preguntó si había algo mal, ella simplemente negó y se puso de pie para salir de casa con sus maletas que ya estaban apiladas en la entrada.

Algún tiempo después, Namjoon seguia en la misma posición en el sofá, intentando concentrarse en un thriller que no tenía escenas románticas ni familia encontrada o grandes amistades que salvaban el día.

Namjoon no era tonto, sabía que la mayoría de las personas que pululaban a su alrededor, lo hacían solo con el afán de conseguir algo a cambio, cualquier cosa, ya sea una invitación a su piscina en verano o acompañarlo al centro comercial, donde Namjoon siempre terminaba con algún obsequio para su acompañante.

Dio vuelta una hoja más y miró a su lado por algún lápiz para poder escribir en una esquina libre sus sospechas acerca del asesino, se estaba acercando al final y tenía una teoría muy bien fundada.

Se removió un poco e hizo a un lado los post it que de alguna forma habian terminado bajo su cuerpo, no obstante, el lápiz no aparecía, así que manteniendo su dedo en medio del libro para no perder la página, se inclinó sobre él sofá y buscó entre los cojines, su cuerpo en una incomoda pose con el trasero hacia arriba y la cabeza prácticamente enterrada tras el respalda.

El objeto había llegado al suelo, en un lugar un poco difícil de alcanzar, así que Namjoon estiró el brazo todo lo que pudo y cuando estaba a punto de llegar, saltó de su lugar, dejando escapar el libro de su mano y perdiendo así el avance de su lectura.

Con el ceño fruncido se volvió hacia la persona que se había aclarado la garganta provocando que se sorprendiera y asustara a partes iguales.

Observó su traje negro, la camisa blanca, corbata y la boina rígida y formal.

El uniforme de su chófer.

—Tú no eres Choi —Dijo con la voz un poco más desdeñosa de lo que pretendía.