BUSCANDO AMOR EN TODAS PARTES

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Hola hot people para mayor
Y mejor percepción escuchar las siguientes canciones....
Ponte audífonos 😝

*Contigo aprendí - Eliaz Ayaviri*
*Labios compartidos-Mana*
*La balada-La cuca*

Son las siete en punto. Miro la entrada de su casa. La mañana es fría, el viento rosa mis mejillas con sutileza y el olor de los árboles insinúa que será una cacería inspiradora. Se abre la puerta y al parecer es el con una sudadera roja de cierre y los pants verdes que le amontonan las nalgas de manera sublime. No mira hacia donde estoy, se amarra la bufanda y de inmediato comienza a trotar por el parque para correr sus 5 km de rutina.

Hace dos meses, mientras me tomaba el primer café del día recibí una llamada de Gimmin tan solo con escuchar su voz, disfrute de una erección que se apagó cuando me contó el propósito de su llamada.
Si, quería verme esa noche, perfecto, pero no en mi departamento para gozar de sus malditas caderas, sino en un restaurante, acompañado de su novio Changeol y un amigo que prometió encantador y justo para mí. "No te adelantes demasiado", le dije detesto esas citas. La verdad nunca me han gustado las citas a ciegas, pero si Gimmin era quien lo proponía, me hacía pensar que podría ser el inicio de una orgía o un blizz. Cómo fuera, acudí a la cita con optimismo, todo el cuerpo recién aseado y el calor a full.

El susodicho se llamaba Minhyun un compañero de trabajo de Changeol el odioso novio de Gimmin. Era ya tarde así que empezamos a pedir mientras Changeol cuchareaba con sosobra su caldo, comencé a desanimarme. Seguro que no ocurriría nada, el tipo era demasiado conservador como para pensar en una orgía y, lo peor de todo como para presentarme realmente a un hombre espectacular, capaz de cumplir mis fantasías. "No cogeré está noche maldita sea". En ese pensamiento melancólico me encontraba cuando Minhyun saludo a Gimmin desde la entrada del restaurante. Al sentarse a la mesa, comprobé lo que calculé a la distancia sus caderas traían fuego emanaba un aroma a cítricos que aceleró mi sangre. No tuvo que hablar demasiado para querer morder sus carnosos labios, no como los de Gimmin pero cuando me miró por primera vez lo imaginé bajandome el cierre de mi apretado pantalón. Era perfecto. Todos hablaban y reían, yo tuve que contar sobre mi aburrido trabajo pero el sonrió abra pensando que mi mundo era cruel, ¿Porque?¿Porque no empezaba a chuparmelo?
Ahora Minhyun era el que trotaba por el parque con esos pants verdes y yo trotando detrás de él. El ritmo con el que sarandea sus caderas me anunciaban como podría el moverse en mi cama su cuerpo color vainilla montado en mi entrepierna en unos minutos, el modo en que le brinca su cabello en su cara a cada paso, anticipa su gesto de placer y, mejor aún, los bellos arremolinandose en su nuca prometen su piel erizada, pidiendo mi lengua. Traigo una erección importante tan solo de ver su maldita figura, joder quiero tenerlo ya! esa figura oscilando por el sendero frío del parque.
Después de la cita a ciegas, era evidente que tendría que volver a ver a Minhyun. Durante la cena comentó que le gustaba correr por el parque cercano a mi casa. Sin dudarlo ni un momento, le dije que me encantaría acompañarle algun día y, después, me gustaría llevarlo a echarse un regaderazo y enjabonarlo completo para luego pasarle mi lengua hasta secarlo y volverlo a mojar.

Maldita sea que me pasa me pregunté estaba teniendo tantas fantasías con el, si apenas lo conozco tal vez era la falta de atención de Gimmin desde que terminó conmigo no he tenido sexo y ya voy para 2 años extraño el cuerpo de Gimmin y no podía entender porque lo deje ir.

Esa última fantasía con Minhyun lo imaginé pero al mismo tiempo el me miró y me sonrió y dijo que estaría bien que le acompañe a correr alguna mañana. Fue justo el paso que esperaba. Cuando pagamos la cuenta, Gimmin y Changeol se despidieron. Sonreí al ver qué estaré solo con el. "¿En donde la seguimos?" pregunto y su aroma a cítricos, cálido viajo hasta el rincón más oscuro de mi cerebro, donde el estaba desnudo, acariciándose la entrepierna. Desperté del ensueño y lo lleve sonriente a casa. "Te invito un trago", le dije.

LA JACARANDA DEL PARQUEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora