~Mundos Distintos Mismo Sentimiento~ [Jotakak]

☆ Heridas

Seguía internado en el mismo hospital en espera de ser dado de alta. En sus padres no se habían separado de él en ningún momento velando por su bienestar al igual que las enfermeras y los doctores que seguidamente iban a hacerle el chequeo. Sinceramente era aburrido permanecer en aquella habitación.

Los comentarios despectivos de su padre hacia JoJo habían incrementado notablemente, incluso se había enterado por parte de su mamá, que su padre pensaba levantar cargos en contra de él, le inquietaba aquello, pero últimamente ya no había escuchado nada de eso, lo más posible es que solo dijo eso para alejarlo

En la noche anterior había arreglado las cosas con el pelinegro, dando vuelta a la hoja de ese mal capitulo para seguir adelante, aunque...ante la monotonía de seguir postrado en aquella camilla y en aquel hospital, lo hacía divagar nuevamente en sus pensamientos, resurgiendo las inseguridades y en ocasiones tenia pesadillas, como si viviera ese momento una vez más...

Debía ya dejarlo en el pasado.

Esa misma noche, Jotaro volvió a ir.

La cercanía entre los dos era de cierto modo tensa, no estaban aun preparados para volver a las muestras de afecto después de todo lo sucedido y ambos lo sabían, comprendían hasta cierto punto las razones del otro, por lo que seria mejor que se tomaran su tiempo para volver a ser como antes.

En ese rato que estaba el moreno lo usaba para charlar un poco con el menor, como tantas veces lo hicieron; solo hablar de lo que se le viniera a la mente. Él no era muy bueno manteniendo una charla, pero era bueno para escuchar y eso le agradaba al menor.

Los momentos tan simples como ese, los valoraba aún más; teniendo la corazonada de que todo cambiaria, que por fin estarían tranquilos nuevamente.

Con relación a la escuela; podía justificar los días que había faltado, pero entre más tiempo tardara su recuperación perdería clases, lo que significaba mayor carga de trabajo o sino un examen, que era igual a estudiar sin descanso alguno. Todo esto si es que queria cumplir las exigencias de sus padres.

Los siguientes días eran igual de monótonos para el pelirrojo, entre revisiones medicamentos

¿Hasta cuándo podría irse?

La puerta se abrió siendo azotada con brusquedad

- ¡NORIAKI-KUN! - aquel chillido lloroso irrumpió en el lugar, haciéndole pegar un pequeño salto

- ¡POR DIOS! ¿¡QUE TE HICIERON ESOS SALVAJES!? ¡POBRE DE TI! - sintió un peso abalanzarse sobre el para abrazarlo posesivamente, casi tumbándolo de la cama

- ¿Na-Naoko? - le era desconcertante su presencia - ¿Qué haces aquí? - la aparto disimuladamente

- Oh Noriaki-kun, me fui de viaje por Europa con mis papás, cuando los tuyos me avisaron que habías sido atacado por unos carnívoros. Tomé el primer vuelo a Japón y vine hasta para verte - este paso su mano por el cabello rojizo - No sabes lo preocupada que estuve por ti -