Capitulo 13 - Deberíamos

2.4K 259 56
                                    

Capitulo 13 - Deberíamos

Lovino observo estupefacto la sala en la que habían entrado, era enorme y estaba perfectamente decorada.

La gente deambulaba de un lado para otro unos con prisa sin saber hacia donde iban, otros buscando a alguna persona que se habría perdido de su lado y otros simplemente estaban de pie hablando. Pero cuando Antonio y Lovino llegaron muchas miradas se sentaron en ellos, no todas, pero si la inmensa mayoría.

-Ya saben, sean lindos y eso-sonrió Bella antes de salir corriendo hacia el holandés con un pelo imposible para las leyes de la gravedad.

Alfred se acerco con un par de antifaces negros llenos de bordados y le dio uno a Antonio y otro a Lovino.

-Ponganselas ustedes también-sonrió Alfred colocándose el antifaz -Bella las compro para hacer la fiesta menos aburrida-.

Antonio se coloco la suya y miro como Lovino, reacio a hacerlo, lo hacia luchando contra su propia voluntad, probablemente para complacer tanto al americano como al español.

-Llegan un poco tarde pero a tiempo para el baile, esta programado para dentro de 10 minutos-dijo una voz tranquila -Me llamo Arthur y este es Alfred, disculpa sus modales-.

Wow, a Lovino le costaba asimilar que ese hombre de cejas pobladas y mirada seria y serena al final de la noche terminara haciendo ritos satánicos y por ello una mirada de confundida por parte del menor fue a parar a Antonio.

-Lovino Vargas-se presento Lovino volviendo a mirar hacia la pareja de angloparlantes y con la voz temblorosa por la confusión.

-Encantado Vargas-Alfred agarro la mano de Lovino y la agito enérgicamente y luego la soltó al notar la mirada de "Mo-da-les AL-FRED" que le enviaba el ingles de ceño fruncido.

-Si nos disculpan-Antonio agarro a Lovino del brazo y tras hablar con todo dios que se le acercaba llegaron a la pista de baile.

Antonio coloco sus manos alrededor de la cintura de Lovino y besó la comisura de sus labios arrancándole una pequeña sonrisa al italiano.

-Esta fiesta parece jodidamente seria-dijo Lovino clavando sus pupilas en los orbes de Antonio que en ese momento estaba sonriendo.

-Espera a que llegue Gilbert con un montón de barriles de cerveza y ya hablamos-sonrió Antonio mientras los brazos de Lovino se deslizaban hasta rodear su cuerpo.

La música empezó a sonar con un ritmo lento, no habían muchas personas en la pista de baile pero ni Antonio ni Lovino le prestaron atención a ese mínimo detalle, ellos eran el centro de sus mundos, lo que pasaba alrededor dejo de importar en el mismo momento en el que ambos se conocieron, en el mismo momento en el que se tocaron, en el que se besaron.... Ahora el centro del mundo eran ellos.

Lovino apoyo su cabeza en el hombro de Antonio haciendo que el mayor besara suavemente su cabeza esbozando una sonrisa.

-Te amo-le susurro al oído Antonio en un perfecto y estremecedor acento español consiguiendo que Lovino se aferrase mas fuertemente a él.

-Idiota...-susurro Lovino mirándole a la cara y besando rápidamente sus labios haciendo que Antonio casi perdiese el equilibrio.

El español sonrió ante este acto y coloco su frente en la de Lovino mientras sonreía.

-Ya sabemos que soy un idiota-dijo Antonio mientras mantenía con sus pies el ritmo de la música guiando a Lovino -Lo sabemos casi tan bien como el hecho de que soy tu idiota-.

-Eres jodidamente idiota-Lovino se sonrojo y no quiso mirar a Antonio a la cara, no de una manera directa.

La música iba sonando al mismo ritmo con el que se movían sus pies. Lovino sentía la respiración de Antonio golpear su cara haciéndole cosquillas, deseaba que este momento no acabara nunca pero si lo decía en voz alta estaba seguro de que Antonio querría levantarse todas las mañanas bailando las canciones que sonaban en su radio.

La música se acabo y sus pasos se pararon a la misma vez, entonces muchas de las personas con las que habían caminaron hacia Antonio y lo rodearon para hablar con él sobre diversos tiempos, algunos de ellos parecían no haberlo visto desde hace mucho tiempo.

Al principio, durante el primer cuarto de hora Lovino mantuvo la calma, pero después de 30 minutos su paciencia acabo, Antonio estaba hablando con ese montón de gente, pero el había venido aquí con él no con esa gente.

Lovino colo su mano entre la multitud y agarro el antebrazo de Antonio y tiró de él para sacarlo del corro de gente y llevárselo para el fondo de la estancia donde había una cortina negra y detrás de esta habían unas escaleras que subían en forma de caracol.

Pero Lovino apenas prestó atención a en donde estaban, estampo a Antonio contra la pared y le beso apasionadamente.

Por esta clase de cosas se odiaba, él mayor siempre le trataba bien y él por cada mínima cosa hacia un mundo.

Sus labios se separaron por falta de oxigeno y Antonio acuno la cara de Lovino y le hizo mirarle directamente a los ojos.

-Lovino...-.

-¡Cállate joder!- le soltó golpeando su pecho escondiendo su cara en él -No dejes a tu pareja sola en medio de un baile, inútil-.

Antonio sonrió dulcemente y beso desde su pelo a su oreja, desde su oreja a sus mejillas, de sus mejillas a la comisura de su boca.

-Quiéreme para siempre-dijo Antonio con un susurro - y dime que siempre vas a ser mio-.

Lovino le miró decidido, no había ninguna clase de vacilación en su mirada.

-Besame-soltó Lovino -Es obvio que voy a decir si a todo lo que dices, así que besame antes de que esa boquita tuya suelte mas boberias-.

Antonio besó a Lovino acercando sus cuerpos al máximo. Sus lenguas danzaban juntas al mismo compás. Ambos eran piezas de un puzle de dos piezas que encajaban a la perfección. Los dedos de Lovino se colocaron en el pelo de Antonio haciéndole bajar mas la cabeza para intensificar el beso.

-Lovino...-Antonio se separo un poco de Lovino y coloco sus dedos en el borde del antifaz de Lovino -Quiero verte apropiadamente-.

Y con esto lanzo el antifaz que había ocultado el sonrojo del italiano lejos y subió el suyo propio dejándolo descansar sobre su pelo. Lo observo un par de minutos antes de volver a besarle.

-Deberíamos volver a la fiesta- Antonio se aparto de Lovino soltándole y disponiéndose a salir del pequeño escondite.

Lovino agarro la corbata de Antonio y le hizo retroceder colocando su cara a pocos centímetros de la del español.

-Deberíamos-susurro Lovino casi sobre los labios de Antonio para después besarle con intensidad.

Antonio sonrió paseando sus manos por la espalda de Lovino.

-Ti amo bastardo- susurro Lovino sobre los labios de Antonio -Ahora cállate y déjame amarte un poco mas-.

Encuéntrame cerca de ti (SpaMano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora