Para comprender mejor una historia, siempre se debe comenzar desde el inicio, y esta vez, desde otro punto de vista.
...Cassandra Gothel, apenas una bebe de un año de edad, vivía con sus padres, Gothel y Hopper, (pogamosle así al capi) que estaban casados civilmente,Hopper era un guerrero jubilado de Corona, tenia marcas de guerra como cualquier soldado honorable que sobrevivió ante la masacre de hace años, se volvió un armero, construía armas por pasatiempo ademas de ganar unas monedas de oro al venderlas a viajeros, por otro lado, Gothel tenia la mala fama de ser una bruja, al menos eso suponían todos, gracias a su envidiable belleza que podría doblegar a cualquier hombre que se le cruzara, ademas de ser la cualquiera del pueblo, se acostaba con cada señor rico que pudiera proporcionarle mas que nada dinero fácil.
Aunque eso pareció cambiar en cuando conoció al ahora padre de la niña, el no era rico, tampoco el mas apuesto, sin embargo ella se enamoro genuinamente de el, o al menos eso parecía ante los ojos de la gente, Hopper le correspondió sus sentimientos y ambos derramando la pasión que sentían mutuamente, tuvieron una hija, ambos se casaron a la semana al saber que Gothel estaba embarazada.Todo parecía felicidad y amor para la pequeña familia de tres, pero la mujer mayor tenia una montaña de secretos escondidos, como el sótano debajo de su propia casa, ni siquiera el esposo estaba enterado de eso. Gothel, al notar algunas arrugas nuevas que amenazaban su belleza y juventud, volvió a buscar la flor, una flor que investigo por años, la gota de sol.
Ella la había descubierto hace algunos años, y aunque desde que se caso se había prometido a si misma no volver a usar la flor y vivir una vida normal, simplemente ese sentimiento de sentirte cada día mas viejo la atormentaba, ¿que seria de su hija si ella llegaba a morir? Pensaba para sus adentros aunque sabia que no lo hacia por su hija. Aun asi decidió volver una ultima vez.-Querido tengo que salir un rato, ¿podrías cuidar a Cassandra?- pregunto la de cabello ondulado y largo.
-Claro que si, pero... ¿salir?¿a esta hora? Ya son pasadas las doce- no es que no le permitiera salir, pero siempre debían tener cuidado con las criaturas y personas que podrían estar acechando entre las sombras.
-No tardare, lo prometo.- se puso su capucha entre sus hombros cubriendole la mayoría de su cuerpo.
La pequeña niña apareció detrás de su padre, apenas había comenzado a caminar semanas antes lo cual sorprendió a la pareja ya que usualmente aprenden a los dos o tres, aunque habían algunas excepciones.
-Ya ve a dormir pequeña, Mamá va a salir- Hopper le dijo, levantandola y llevando a su hija a la cama, aunque podría ser muy necia algunas veces y caerse de la cama-cuna, lo mas probable es que lo haya sacado de el. Se fue dejando a la mujer sola, con la decisión de ver a la flor por ultima vez.
Salio de la cabaña dirigiéndose a la parte trasera de la casa, tomo a su yegua negra que estaba en el establo, estaba comiendo heno junto a su cría, una potro que había nacido días antes, le coloco su silla, ajustandola correctamente sobre su lomo, la saco con cuidado del establo de madera, el cual su esposo hizo con sus propias manos, ademas de la mayoría de la casa.
Ya una vez la yegua afuera, se monto en ella, tomo las riendas y comenzó a galopar directamente hacia el bosque imponente que se erguia sobre la casa solitaria en medio de la nada.
Llego hasta donde se suponía que estaría la flor, cubierta por una canasta hecha de plantas y ramas, ocultando su brillo de la vista de las personas codiciosas que quisieran arrancarla, le quito la canasta de encima, mostrando su brillo dorado al igual que sus petalos que la hacían especial, sonrió al verla intacta, tan hermosa y fresca como la había visto la ultima vez, pero su sonrisa fue borrada al escuchar pasos, miro arriba de ella, y aunque no había nadie, la iluminación de antorchas y el sonodo de pasos se iba intensificando, puso rápidamente el cesto sobre la flor pero al momento de voltear para esconderse, con un movimiento brusco, empujo lejos lo que cubría la gota de sol, dejándola a la vista de cualquiera. Ya no tenia tiempo de esconderla entonces solo observo, escabullida entre los arbustos.-¡La encontramos!- grito un hombre que sostenía una antorcha, llevaba una espada enfundada en la cintura, un casco dorado junto a una pechera sin mangas, en el pecho tenia la insignia del sol. Guardias de Corona.
Bajaron hacia la flor dorada, sin notar la presencia de Gothel que seguía escondida entre las sombras, ella sin poder hacer nada vio como la flor era arrancada de raíz y llevada por los guardias hacia el reino, ella los siguió, encapuchada y desde una distancia considerable donde apenas podía ver el fuego a la distancia, con su yegua a paso lento y con cautela de no hacer algún ruido que llamara la atención de los guardias.
Después de lo que pareció ser casi una hora llegaron a Corona, un reinado prospero y armonico, los guardias entraron al castillo, evadiendo a la multitud que se aglomeraba en el castillo en espera de algo, lo cual la mujer desconocía. Se fue a un lugar apartado, cerca del castillo, una pared que parecía mas abandonada que el resto del castillo, tenia enredaderas y piedras sueltas que le permitirían subir, lo cual sin medir los riesgos subió.
Fue dificíl, ya que algunas raíces se rompían y algunas rocas caían al tomarlas para sujetarse, por suerte ninguna le causo daño a su yegua, alcanzo un barrote el cual era de un barandal, y logro entrar al balcón, en cuando noto la presencia de alguien dentro del cuarto se escondió en una esquina donde a través de las puertas de cristal nadie podía verla. Asomo su cabeza, viendo como habían molido la flor haciendola como una sopa y se lo daban en un cuenco a la reina que estaba en mal estado y estaba a punto de dar a luz.. . .
Una pequeña niña de cabellos dorados nació esa misma noche, justo por las dos de la madrugada donde las estrellas brillaban mas gloriosas que nunca, todo el reino celebro por la recién nacida preparando sus linternas para ser lanzadas esa misma noche, habian pasado meses preparando la celebracion para la princesa, que ya una vez acostada en una cuna con piedras hermosas incrustadas en ella, Gothel espero que se quedara sola, lo cual paso en pocos minutos cuando la criatura se quedo dormida y sus padres, los reyes, habían salido al balcón solo para lanzar la linterna dando inicio al festival conmemorativo del cumpleaños de la princesa.
Cautelosamente entro a la habitación de la niña con cuidado de no despertarla ni buscar la atención de los guardias que seguramente estaban en la puerta, llevaba una pequeña navaja consigo, por lo que tomo un mechón de cabello dorado y lo corto, pero al momento de hacerlo solo se marchitó en sus manos volviéndose de un color café oscuro.
Lo soltó al instante y miro como solo se oscurecía la parte donde el mechón fue cortado, solo tenia intenciones de llevarse un mechón de cabello y vivir por siempre, pero, ahora que no podía hacerlo no tenia otra opción que llevarse a la niña, al menos eso fue lo primero que pensó desesperada por no conseguir juventud eterna.Tomo a la niña en brazos y esta misma empezo a lloriquear llamando la atención de los que lograban escucharla, los guardias de la puerta, alarmados entraron, mirando la cara de la secuestradora que segundos después salto por el balcón, tomando las raíces de platas que quedaron colgadas hizo que su caída fuera leve.
Salto directamente a su caballo cayendo perfectamente sobre la montura, y con la niña en brazos, se fue.
Fue una persecución larga, ella no quería llevarlos directo a su casa por lo que había tomado atajos y caminos mas largos pero al no lograr perderlos no le quedo otra opción, llego hasta el puente que llevaba a su casa, un pequeño pero profundo río los separaba, vio que su esposo salio, obviamente alarmado por el sonido de galopes e iluminación repentina. Aun así miro confundido a su mujer, que tenia una niña de cabello dorado entre brazos, se bajo del caballo y se escondió entre la maleza, miro mas aya varios caballos aproximándose, al verlos mas de cerca se dio cuenta que eran soldados de Corona, lo cual era malo. Cruzaron directamente el puente sin notar la presencia de la mujer entre los arbustos, los guardias apartaron al hombre y entraron a la casa en busca de la princesa, la cual no encontraron, ya que la única niña que se encontraron fue a Cassandra quien dormía plácidamente mientras su madre había secuestrado a una niña, no cualquier niña, la princesa.Gothel salio de su escondite, pero antes que los guardias pudieran correr de regreso para así atraparla, ella uso una espada y corto las sogas que sostenían el puente, dejando a los guardias del otro lado junto a su esposo, y así es como logro escapar con la juventud eterna, pero con el peso de haber perdido a su familia, ella bien lo sabia, pero con la niña podría hacer una nueva familia.
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El Último Llanto (Cassunzel)
FanfictionAmbas comenzaron trágicamente su vida, ambas se salvaron mutuamente y ambas se amaron. ¿Ambas tendrán su final feliz? ¿O las cosas terminaran de la misma manera que empezó? ~~~~~ •Esta historia se actualizará casi todos los viernes. •Continuación...