"Tengo mucho sin abrir este libro polvoriento... Desde los 7 años, para ser exacto... Cuando acusé a mi padre de haberse comido todo el Tofu de almendras en la nevera, pero dadas las circunstancias, seguramente recorreré estas páginas más seguido de lo que me gustaría.
Quisiera empezar a contar esta historia desde el principio, pero me tomaría una eternidad describir todo, detalle por detalle, porque... Aquellas memorias no se pueden repasar como cualquier vago recuerdo de la niñez... No, son más especiales que eso, así qué, en cambio, empezaré por el final de lo alguna vez, fue el motivo de mi sonrisa y felicidad y quizá, más tarde, tenga los ánimos de plasmar el inicio de aquel amor.Aether.
Desde que tu hermana falleció, hace ya un año, dejaste de ser el mismo, lo entiendo, lo entiendo... Ella era lo único que tenías, pero... A pesar de todo siempre pensé que lo estabas sobrellevando de la mejor manera, aquellas citas con la terapeuta, todas las risas y sonrisas que me regalaste desde entonces, nunca creí que fueran falsas... O quizá no lo eran, pero el sentimiento de culpa y soledad fue mucho mayor que los momentos felices que te pude dar y lo lamento... Realmente lamento no haberte prestado más atención, no haber notado todos esos sentimientos atrapados en tu garganta cuando aún había tiempo, cuando aún podía hacer algo por salvarte.
Y sin embargo...
Hace doce días que decidiste marcharte por tu propia cuenta, sin esperarme, sin envejecer juntos, como algún día lo prometimos. Me dolió más de lo que esperaba... Me dolió tanto... Que mi corazón aun sigue sin creer que ya no estas aquí y todos los días abro nuestra conversación en el celular, esperando ese ya usual mensaje de buenos días, pero... Lo único que encuentro es esa amarga despedida.
<Te amo Xiao, gracias y perdón por todo, espero verte pronto de nueva cuenta... No olvides que eres el mejor.>
Nunca sonó en mi cabeza a alguna señal de peligro, siempre me decías que me amabas y siempre pedías perdón por cualquier estupidez, incluso si te decía que no había porque hacerlo.
Pero al despertarme el día siguiente... Sin un "buenos días" más sin embargo con la noticia de que habías partido... Jamas sentí a mi mundo desmoronarse de una manera tan rápida y dolorosa..."
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Las palabras escritas en aquellas páginas se vieron interrumpidas por una gota de agua salada, escurriendo por el papel y llevándose consigo parte de la tinta negra que plasmaba palabras y sentimientos en aquel diario, el joven chino alejó inmediatamente el objeto, pues no quería arruinar los escritos con sus lágrimas y mucho menos que quedarán marcas de aquellos sentimientos que desearía jamás haber conocido, pero era inevitable, era inevitable recordar a aquel rubio de larga melena, brillante como una estrella, de ojos soñadores y de sonrisa aperlada... Era inevitable recordar todos los sentimientos que en él despertó con cada simple acción y todos los bellos recuerdos que formaron con él pasar de los años... Era inevitable recordar y no sentir una inmensa nostalgia, pues sabía que esos momentos jamás se iban a repetir... Cada día que pasaba era una tortura, cada día que pasaba sin Aether, podía sentir como su pecho apretaba hasta hacer doler a su corazón.Unos golpes en la puerta de su habitación le habían arrancado un suspiro asustado y sorprendido, además de un ligero brinco en su cama. Rápidamente limpio las lágrimas con la manga de su sudadera y se acomodó para darle la espalda a la entrada de aquel cuarto.
_ Xiao... Mi niño. _ Se escuchó una voz familiar, a la par que la puerta se abría cuidadosamente y con sigilo. _ No bajaste a comer así que yo... Decidí dejarte la comida en tu cuarto. _ El hombre, de castaña cabellera con detalles en tonos cálidos se asomó un poco más a aquel lúgubre y obscuro lugar, dejando en la alfombra de la entrada un plato con comida aún caliente. _ Hice tu favorito... Tofú de almendras. _ Volvió a hablar, sin recibir una respuesta a cambio, suspiró y decidió dejar a su hijo en paz, sabía que no iba a aceptar su ayuda ni su cariño paternal, ni siquiera le había dirigido la palabra en tantos días... Estaba más que preocupado. Pero todos le habían dicho que lo dejara guardar su luto, no era algo en lo que podía intervenir.
Por su parte, el joven al escuchar la puerta de su habitación cerrarse, se le levantó de su cama, tomó aquel plato con la comida que anteriormente solía hacerlo tan feliz y lo dejó con el resto de comida, apenas tocada, pues su apetito se había ido junto con su novio. No tenía el valor de seguir escribiendo, así que guardó aquel pequeño diario al lado de un florero con un racimo de flores de Chingxin, las últimas que Aether le había regalado... Ya iban para dos semanas y aun no se marchitaban... Quizá ellas se robaron el último suspiro de vida de su novio... O quizá, aquel rubio las mantenía con vida, buscando quizá animar a su amor en vida.
Nunca lo sabría, pero prefería pensar que era la segunda opción, pues esas flores y aquella carta con el último adiós, son el único recuerdo que mantenía viva la memoria de su más preciado tesoro.
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Q ganas... Q ganas q tengo de acariciarme el cuello con un cutter.
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°• Chingxin marchitas °• || Xiaoether.
Fanfic⚠️ Advertencias ⚠️ 1.- Escribo esto cuando me quiero pegar 5 tiros y medio, así que, o sufres conmigo o pasas esta historia de largo. 2.- El libro es un Xiao x Aether, del videojuego/manga Genshin impact. 3.- Contiene temas sensibles. 4.- Todo est...