Todo fue a causa de mi mejor amigo, el me había poco más llevado a arrastras a ese sitio de mala muerte, jamás me a gustado frecuentar ese tipo de lugares…es denigrante.
Pero heme aquí como todos días después del trabajo…y todo por esa mujer, todo por verle a ella…porque baile solo para mi. Así es, como ya seguro han podido darse cuenta, Diego Dominguez frecuenta un bar nudista de cuarta categoría y todo para que una mujer se quite la ropa delante de el. Dios, me he vuelto igual de baboso que Jorge, ese es el nombre de mi mejor amigo.
Un lugar donde las mujeres se denigran solo por unos cuantos billetes, el lugar donde mis ojos fueron cautivados por la sensualidad inocente de la mujer más hermosa que he tenido el placer de conocer…de sentir cerca de mi cuerpo.
Dios, es que nunca conocí alguien que mostrara tal inocencia en una mirada - y eso que era nudista - lo cual me causaba más curiosidad. Al verle…desde que le note por primera vez, para mi en ese instante el transcurso del tiempo fue muy lento…estaba hipnotizado por sus ojos, estaba idiotizado por su voluminoso cuerpo y esas mejillas levemente sonrojadas.
Estaba completamente ido, ni siquiera la voz de Jorge llegaba a mi, en ese momento…solo existía ella, y lo demás…no importaba en absoluto.
Tenia que tenerla cerca, debía conocer todo de ella…todo lo que aquellos ojos chocolatosos ocultaban. Como el porqué reflejabas esa inocencia si trabajaba en un lugar como este, simplemente no podía entenderlo.
Esa noche pedí que solo danzara para mi, rente una de esas habitaciones para "bailes privados", no la quería compartir con nadie más…estaba decidido, sus danzas solo serian para mi disfrute…su cuerpo solo seria mío y de ninguno de esos fracasados que te comían con solo verte.
Aún recuerdo el primer baile…
~Flashback~
Estaba nerviosa, a penas se atrevía a levantar la mirada…estaba completamente ruborizada mientras entrábamos a la habitación destinada para que "compartiera" sus atributos conmigo. Dios, nunca me había sentido nervioso por una mujer, de hecho…para mi siempre todas eran unas molestas, que eran capaz de todo solo para que yo les mirase o diera una oportunidad, y ahora…estaba completamente excitable, hasta las manos me transpiraban debido a los nervios.
No sabía exactamente que hacer, después de todo nunca había estado en un lugar así y menos en este tipo de circunstancias. El silencio que se estaba forjando no era de ninguna ayuda tampoco.
"Supongo que tengo que sentarme ¿no?" – le dije aparentando tranquilidad mientras señalaba la silla que estaba en el centro de la habitación. Aparentemente estaba muy sereno, pero por dentro sentía como si me hubiera tragado unas cuantas mariposas y comenzaran a revolotear por todas partes. Excelente, ahora me estaba comportando como una niña. Solo vi que asentía con esa suavidad y esa timidez que me cautivo a simple vista.
Y así lo hice, me senté lo más cómodo que pude en esta, esperando algún movimiento de su parte. Note que se volteaba y se dirigía a una especie de mesita que estaba enfrente.
Pude observar muy bien todo su cuerpo, y es que llevaba un vestido muy ajustado a su figura, le llegaba más o menos cinco o seis dedos más arriba de las rodillas, sus caderas anchas moldeaban su figura…hacia verse notar mucho más la pequeña cintura que poseía. Aún no puedo creer que exista alguien así…simplemente no es de este mundo. Estaba totalmente excitado y eso que aún no comenzaba nada.
En ese momento una suave melodía comenzó a sonar y comenzaba a moverse muy lentamente al compás de ella, sus movimientos era suaves y temerosos, tal parece que no esta en esto hace mucho tiempo o… ¿La pongo nerviosa? No podía evitar que una sonrisa llena de arrogancia se situara en mí de solo pensarlo.
Se acerco a mi, estaba tan cerca que me llegaban a picar las manos por tocarla, por arrebatarle la ropa a tirones y cogerla de una vez, pero no debía…me lo habían dicho – "Por regla no se deben tocar a las Bailarinas" – y por eso ahora solo debo conformarme con que se mueva para mi…con solo deleitarme con admirar su hermoso cuerpo.
Dios, aunque sus movimientos no eran los de una experta en la materia y sus contoneos reflejaban sus nervios, lograba "prenderme" como nunca nadie antes…no se si pudiese aguantar el no tocarla…el no hacerla mía.
El caer de su vestido me hace salir de mis pensamientos, fantasías en las cuales la poseía, donde saciaba este deseo que siento…estas ganas que me queman internamente. Volteaba con sensualidad, mis ojos…estos fueron "capturados" por sus pechos al descubierto, su delicado sostén color negro se encontraba en una de sus manos. Sus pómulos tomaban un color más intenso…seguro es por mi mirada.
No puedo describir lo que siento, nunca antes me había ocurrido. No puedo sacar esta estupida sonrisa de mi rostro. Si me parezco al idiota de mi mejor amigo cuando mira a Sthepie…la chica que lo trae loquito desde siempre. Me siento igual de tonto…
~Fin flashback~
Ese fue el primero, después de aquello no pude evitar venir todos los días, deseaba saber más de ella, quizás estaba cayendo en aquello que siempre evite. Talvez me estaba enamorando de una desconocida.
Me encontraba esperando en la barra de tragos a que llegara como todas las veces, muchas otras mujeres se me han insinuado, se me han acercado para ofrecerme sus "servicios"; pero para mi no ha sido difícil rechazarlas, ninguna de ellas me interesan…solo me importa ella, solo la deseo a ella…a nadie más.
Hasta que te la llegar, no entiendo como llegue a esto pero…otra vez me encontraba nervioso - como siempre cuando vengo y la veo llegar – inmediatamente me puse de pie…me dirigí a donde ella se hallaba.
"Te estaba esperando" – le dije con mi muy común tono frío, aunque por dentro me sintiera lleno de ansiedad y nerviosismo. Jamás lo reflejaría en mi exterior.
Ella asintió lentamente, me sonrio con esa dulzura que solo ella refleja… con esa pureza que es solo suya. Y con un "Iré a cambiarme… vendré enseguida" desaparecio tras una puerta.