El tiempo no avanzaba más o menos rápido aunque lo quisiéramos, tenía su manera de pasar; lo único que lo hacía sentir diferente era que lo que hacíamos mientras pasaba. Cuando algo no nos gustaba, este se pasaba con una lentitud exasperante, pero cuando estábamos disfrutando de algo se iba tan rápido que pocas veces disfrutábamos las cosas en verdad.
La última mitad de febrero se había ido con más rapidez de la que esperaba. Entre tareas, planeaciones y actividades extracurriculares, mi cabeza permaneció ocupada, algunas veces intenté mandarle algún mensaje a Calum para desearle un buen día— la comunicación no fue el fuerte la primera semana. Tuvo algunos días "libres" que a veces era para hacer promoción, pero cuando nuestros tiempos coincidían y nos dejaban, nos mandabamos algún mensaje o nos llamábamos, si había suerte hasta hacíamos alguna videollamada. Esta última se había convertido en una de mis cosas favoritas, también de las más divertidas y sobre todo a las que más les había tomado cariño.
—Buenas noches— me dijo una vez mientras rodeaba con uno de sus brazos una almohada.
Sus ojos ya se estaban entrecerrando debido al sueño. La sonrisa boba no tardó en dibujarse en mis labios.
—Aquí son días, pero lo acepto. Buenas noches, Calum— susurré con la intención de colgar, sin embargo me quedé unos segundos más viendo la pantalla antes de hacerlo.
Marzo por otro lado había sido más complicado, las tareas a entregar antes de las vacaciones de primavera se multiplicaron, mis horas de sueño disminuyeron considerablemente; llegó un punto en el que mamá me escondió la cafetera para que dejara de beber tanto café, como si eso me hubiera frenado. Mis gastos por comprar en cafeterías se duplicaron, no estaba segura de que todas valieran los precios que manejaban, pero necesitaba el café.
Si a veces me arrepentía de haber estudiado contabilidad, el sentimiento se había hecho más fuerte.
Para la poca suerte que tenía, mañana salía de vacaciones; cosa que me debería emocionar más si no fuera porque era un día casi repleto de presentaciones.
Sobé mis sienes mientras le daba un sorbo a la taza de té que sostenía con mi mano derecha. Mis ojos recorrían mis apuntes para la presentación con la que terminaba mañana, podía decir sin miedo alguno que dominaba los temas, me sentía un poco orgullosa de mí.
Dejé la taza sobre el pequeño lugar vacío, yo misma quité los libros y los apuntes para no manchar nada con la taza. No era la época de gloria y orden para mi escritorio, había perdido la mayoría de mis lápices la última semana.
Contuve la respiración unos segundos e intenté centrarme. Solo tenía que lograr explicar eso y podría irme a dormir. Releí dos veces más lo que había escrito tres semanas atrás, luego intenté explicarlo con mis palabras y cuando estuve un poco más convencida, lo releí una última vez.
Cerré los ojos y me imaginé enfrente de la clase, con la mirada severa de mi maestro sobre mí. Dejé los nervios lejos— no me servirían de nada—, inhalé y exhalé. Volví a explicar el tema, esta vez con más seguridad y sonreí satisfecha cuando terminé con la misma oración que planeaba. Si lograba hacerlo así de bien mañana, podría estar en paz en mis vacaciones. Hasta podría evitar buscar más actividades extracurriculares, podría limitarme a recuperar las horas perdidas de sueño. Todo eso sonaba tan bien.
Cerré la libreta, levanté las manos y las estiré. Escuché un ligero crujido de mi muñeca, hice una mueca y bajé los brazos. Me puse de pie, no me había dado cuenta de que tan entumecidas tenía las piernas hasta que intenté dar un paso. Volví a dar otro paso para alcanzar mi teléfono con la intención de mirar la ahora, pero mis ojos se fueron directo a las notificaciones, dos llamadas perdidas de Calum y tres mensajes.
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Ghost of you ||C.H||
Fanfic"Demasiado jóvenes, demasiado tontos para saber cosas del amor". Se dice que hay personas que entran y salen en tu vida, eso lo sabía Calum, quien rodeado del éxito que implica el estar en una banda sin otras ocupaciones que no sean la música, promo...