Todo lo que pasamos juntas.

Mademoiselle

Sofia:

Soy una persona que no puede dormir si el cuarto está alumbrado, tiene que estar en completa oscuridad para que pueda dormir tranquilamente.

Cuando los rayos de sol entran por mis cortinas se acabo el sueño para mi. Le había pedido miles de veces a mi papá que cambiara las cortinas o que me quite esa maldita ventana a pero su respuesta siempre es la misma: "no"

Abrí los ojos lentamente y solté algunos quejidos mientras me retorcía en mis sábanas, odiaba despertarme demóranos o mejor dicho, odiaba que el sol me despertara temprano.

Me levante dejando las sábanas a un lado y me encontré con mi reflejo en el espejo de cuerpo completo, mi cabello parece un nido de pajaros y enseguida trato de arreglarlo.

-Joder...- digo entre un bostezo mientras pasó mis dedos por mi cabello que por alguna extraña razón esta mas enredado de lo normal.

Cuando termino de pelarme con mi cabello me voy al baño, tomo una ducha y elijo algo cómodo para usar. Baje las escaleras y como era de costumbre las peleas matutinas de mis padres empezaban a oírse.

-Nunca estás contenta con nada de lo que hago- la voz de mi papá se hace cada vez más fuerte.

-Es que no haces nada, nunca te esfuerzas- mi madre le responde.

-Si bueno...

-¡Buenos días!- grito, interrumpiéndolos. Ellos piensan que yo no sé nada de sus peleas y yo la verdad prefiero no decirles nada. No es mi asunto y prefiero no meterme.

-Buenos días cariño- mi mamá se ve forzada a detener la discusión ya que no le gusta pelear enfrente mío.- Te hago de desayunar?

-No te preocupes mamá, Laura me invito a desayunar a su casa, yo ya me iba- eso era mentira pero prefiero estar ahí con hambre a escuchar a mis padres pelear por tonterías.

-Hoy llegaré tarde de la oficina así que no me esperen para cenar- dijo mi padre sin dejar de prestarle atención a su periódico.

-Haz lo que quieras- y a mi madre no le puede dar más igual.

-Emm, yo dormiré con Laura- Eso de que mi padre estaría trabajando era una mentira, siempre llegaba ebrio cuando decía que trabajaría hasta tarde y eso significa pelea nocturna.

-Hace mucho no veo a Laura ¿se pelearon o algo?- mi mamá me miró frunciendo el ceño.

-Oh, no, para nada- dije sonriendo y su expresión se calmó- Ella fue a visitar a sus abuelos, nada más.

Mi mamá asintió con la cabeza y yo lo vi como señal para salir de ahí. Tome mi bicicleta y me dirigí a casa de Laura, ella no vivía lejos pero me gustaba andar en bicicleta y sentir el aire acariciar mi rostro.

Laura:

Odio estar sola en casa, siento que me observan.

Mi hermano se va a penas sale el sol a quien sabe dónde y yo me quedo sola la mayoría del tiempo. A veces Sofia viene a la casa y otras veces Alicia viene a asegurarme de que esté bien.

Alicia es la novia de mi hermano. El la manda para ver que la casa no esté en llamas o que no haya organizado una fiesta, aunque siendo sinceros no tengo amigos para hacer una fiesta así que eso es ridículo.

Escucho como alguien toca la puerta desesperadamente y yo corro lo más rápido para abrir:

-¡YA VA!- Grito dejando mi taza en la mesa de la cocina para poder abrir la puerta- ¿Que mierda quiere...?- Al abrir me encuentro con Sofia, frunzo el ceño porque es demasiado temprano para su visita- Oh, hola- trato de sonreír pero antes de que pueda decir algo más ella deja un beso en mi mejilla y entra corriendo.

-¿Sofia? ¿está todo en orden?- trato de seguirla pero ella corre hacia mi habitación. Siempre me he preguntado como es que puede correr con esos zapatos tan aparatosos. Cuando llego a mi habitación ella está tirada boca abajo en mi cama. Suelto una risa y me siento en la orilla de la cama.

-Laura, ¿que te gustaría hacer en el futuro?- ella me pregunta dándose la vuelta para verme, sus ojos azules se encuentran con los míos y yo hago una mueca pensativa.

-No lo sé, no pienso en eso muy seguido- le respondo aunque mintiendo, porque si pienso en eso, todos los días.

-Lo que sea que hagamos quiero tener una biblioteca enorme y 20 gatos- su comentario me da risa y ella lo nota, me fulmina con la mirada y yo no puedo dejar de reir- Hablo enserio Lau.

-Mejor tengamos perros, son mejores- ella finge indignación y niega con la cabeza.

-Claro que no.

-Claro que si- le digo y ella acomoda su cabeza en mis muslos, acarició su pelo rojizo y ella cierra los ojos.

-Leemos un rato?- me pregunta.

-No porque luego te duermes.

-Ella abre los ojos de inmediato y me mira indignada- eso no es cierto.

-Como digas.

***

Aquí Dan!!!

Hola mis hermosxs lectores. Primero que nada gracias por seguir aquí, prometo no decepcionarte con la historia.

No olviden votar y comentar, prometo responderles con cualquier duda que tengan.

Les amo <3. 

Dana R.