Hace un tiempo estuve rentando un depa junto con un primo, pero el vato estaba bien pinche loco sexual, seguido llegaba con lavacoches, inditos, morritos vendechicles, indigentes y hasta centroamericanos de las vías del tren. Mi primo, muy buen samaritano, les daba de tragar, los dejaba bañarse, o hasta les rolaba ropa o tenis; todo eso a cambio de cojer o mínimo dejarse mamar la riata.Admito que al principio no me gustaba mucho la idea, y prefería encerrarme en mi cuarto oyendo música, fumarme un porro o lo que fuera, menos oler a los vagabundos. Pero mi primo iba trayendo weyes más cabrones, yonkis, dementes maltripeados y pues me pedía que lo cuidara por si se ponían agresivos, además que él se apendejaba bastante con los poppers jajaja. Acepté de mala gana, aunque le fui agarrando el gusto y el morbo de ver a cabrones de la calle cojerse sin condón a mi primo.Una vez, estando yo en la cocina, llegó mi primo y me dio un tufo culerisimo pero cabrooon. Ya pensaba yo que se había traído un cadáver o algo así, cuando me asomo y trajo al pinche vagabundo mas pinche yonki llevado a la verga que se pueden imaginar. Todo mugroso, piojoso, con el pelo hecho rastas como de mugre y mierda, tembloroso con la mirada perdida, y con una chamarra dura de tanta suciedad.