El Destino de un Reencarnado ~Mushoku Tensei~ (PAUSADO)

Capítulo 4: Problemas y más problemas.

Nota, Mushoku Tensei no me pertenece, créditos asus respectivos creadores, solo el prota y el rumbo que toma esta historia sonde mi propiedad.

"Felicidades mamá." -le dije a Zenith-.

"Gracias hijo, ahora ya no te sentirás solo."

Han pasado un par de meses y ya estamos entrando en la temporada de invierno. Pronto, cuando vuelva el otoño, llegaré a los 7. Fuera estaba sonriendo cálidamente, pero en mi mente estaba haciéndole plegarias a los dioses. Finalmente, finalmente esos dos tórtolos pararían de tener sexo por los siguientes meses.

Zenith estaba un poco paranoica por no tener más hijos, por lo que la noticia del embarazo alegró a todos en la familia. Decidimos celebrar tal acontecimiento con un banquete. Todo era felicidad, paz, alegría, festividad a una escala mucho mayor de lo normal hasta que cierta pelirroja llegó de la nada con una noticia que hizo que terminara en el suelo en choc.

"Lo siento mucho, pero yo estoy embarazada."

"¿Quién es el padre?" Fue la pregunta que recorrió cada rincón del reino de los pensamientos en la mente de todos que habitaban esta casa. No se necesitó pensar mucho cuando yo y Zenith desviamos la mirada con incredulidad hacia el único hombre en esta casa.

"¡L-lo siento! Tal vez sea... mío." -se disculpó Paul-.

Patético. Les daré mi opinión. Que exista relaciones en el que haya más de 3 o 4 personas simplemente me vale tres hectáreas de pepino. Un hombre con varias mujeres era algo normal en la antigüedad debido a los matrimonios políticos y a la necesidad de haber más de un heredero en la rama familiar. Puedo ignorar eso, pero el hecho de que tengas ya a una esposa, un hijo de 6 años que en un par de meses irá para 7 y te acuestes con la sirvienta de la casa sin tener relaciones con esta es ya pasarse de la raya. La infidelidad no me gusta. Estaría bien con que ya todos estén de acuerdo con ello, pero el que lo haya hecho a espaldas de Zenith es algo que no se debe hacer. Al menos por mi parte, merece un aplauso por su honestidad. Por parte de Zenith, lo que recibió fue una dura cachetada.

"Paul, la cagaste." -esos fueron mis pensamientos sobre la situación en la que se metió mi padre-.

Una nueva crisis ocurrió en la casa. Madre y Lilia terminaron embarazadas por cierto mujeriego que la acababa de cagar a lo grande. La familia estaba colgando por un hilo y quien tenía la palabra sagrada era la gran Zenith, quien dejó ese lado cariñoso y su vista se volvió como la de un león. Dios, era aterradora, incluso más que esos psicópatas en mi vida pasada. Paul se encontraba en la sala, sentado con la cabeza baja al ni siquiera poder dirigirle la palabra a su mujer. Lilia y Zenith por otro lado estaban en el comedor, la rubia de pie con los brazos cruzados mirando acusadoramente a la pelirroja quien solo bajaba la cabeza en vergüenza y decepción de sí misma.

"¿Y bien, que harás?" -preguntó con evidente veneno en su tono de voz-.

"Señora... la ayudaré a hacer el parto y luego me iré de esta casa."

"Ayudarme después del parto no es buena idea, y por lo que viene no creo que el viaje sea agradable."

Mi madre tenía razón. Ambas terminaron embarazadas al mismo tiempo y si Zenith daba a luz no mucho después, tal vez incluso antes Lilia termine haciendo lo mismo. Además, ambas terminaron embarazadas en invierno y pasando los nueve meses seguramente los bebés nacerán a principios de esta primera temporada.

"Sé que será duro, pero el que me marche será lo mejor, es la única manera que encuentro para tomar responsabilidad. Es mi culpa." -se culpó Lilia-.

"C-cariño... no es un poco..."

"¡TÚ CIERRA LA BOCA!" -interrumpió y le gritó a su marido el cual se calló al instante y regresó a su posición fetal-.