Después de tu Adiós

INFIERNO

4 AÑOS ANTES….

-Te Quiero- me dijiste después de haberme dado un tierno beso de despedida.
-Yo más, te aviso cuando llegue a casa.
Tome mis cosas y salí lo antes posible de aquel café, ya que el autobús para ir a mi hogar estaba a punto de salir.

Aún recuerdo ese día, todo estaba bien, o por lo menos eso parecía, me llenaste de besos y caricias que jamás pude olvidar, me hacías sentir tan feliz, tan plena, no existía nada que me preocupara, a tu lado sentía que podía lograrlo todo.
El día siguiente fue cuando ese mundo que mi corazón creo para ti se destruyó, y mi vida cambió, pasó a lo que hoy llamo “Mi Tragedia”, ese capitulo de mi vida donde descubrí que el amor se acaba, que las ilusiones se apagan cómo la llama de una vela con un solo soplido … sientes que entras a un mundo sin luz, dónde solo hay oscuridad, dónde sientes que el dolor te quema por dentro, como arder en el infierno, o por lo menos eso sentí….

ACTUALIDAD….
30/Julio/2021

Han pasado 4 años, es increíble como el tiempo transcurre y no sé detiene por más que lo intentes o lo desees, en estos años he aprendido muchas cosas, he cambiado, ya no soy la mujer tierna y cariñosa que solía ser con las personas, dejó de importarme ciertas cosas, como el ser solidaria, bondadosa, deje de sentir compasión por la gente, es como si dentro de mi existiera un botón dónde puedo encender y apagar mis emociones, decidí apagarlas, desde ese momento en que me di cuenta que no servían, que al final del día los seres que quieres te traicionan, te abandonan, te dejan desangrándote, observando como mueres lentamente y no te ayudan, desde ese día que me rompiste el Corazón aprendí que amar es aceptar una condena que al final te llevará a la agonía para finalizar con la muerte….

Son 4 años desde la última vez que te vi y te escuché, desde ese Abril dónde renunciaste a mi, al amor que te tenía, a los sueños y metas que teníamos juntos y que jamás cumplimos… no te voy a negar, los primeros días sentía morirme, las lágrimas no cesaban y el dolor interno era tan fuerte que no podía dormir, porque te soñaba, soñaba con tu regreso, con esas palabras que me hubieran gustado escucharte decir… con ese “lo siento” que nunca fuiste capaz de decirme por cobarde…

Los siguientes meses, seguí llorando, no podía escuchar música, al parecer las melodías me recordaban a ti y el llorar era inevitable, salir a las calles donde tantas veces las recorrimos juntos era como caminar sobre vidrio, en cada paso era inevitable recordarte, nuestros amigos preguntaban por ti, sobre nosotros y con lágrimas en los ojos salía corriendo, no tenía el valor de decirles “ya no estamos juntos”. Era triste saber que ya no estabas más a mi lado, que mi vida había cambiado, me acostumbré a ti, fueron 3 años juntos, los mejores y peores tres años de mi vida, vivimos muchos momentos felices, aunque dentro de nuestra “relación” ( si es que así puedo llamarla) también lloré y sufrí.

Poco a poco tu recuerdo comenzó a tomarse borroso dentro de mi memoria, ya podía dejar de pensar en ti un par de horas seguidas, ya podía sonreír sin tener que fingir, ¿Sabes que fue lo que me ayudó? Entre a una nueva universidad, inicié desde cero, en otro lugar, con otras personas que no conocían mi pasado, que no sabían de ti, y eso me ayudó, no me preguntaban por ti y podíamos hablar de cualquier otro tema, en esa nueva universidad conocí amigos, y conocí a alguien que me ayudo a olvídate, su nombre es Alex, un gran chico, lastima que actualmente ya no tenga contacto con él, pero siempre estará en un lugar muy especial de mi lento y corazón.

No sabes todo lo que tuve que pasar para estar donde he llegado, me costó más de un año olvidarte, y hoy no puedo decir que lo he logrado, heme aquí escribiendo sobre ti en un cuaderno viejo, pero si conseguí no pensarte, ya no me dueles, te convertiste en un capítulo más de mi vida, uno trágico, siempre je creído que las personas somos como libros dónde acumulado experiencias, la mayoría prefiere conservar las buenas y leerlas una y otra vez para sentirse felices, en cambio yo, prefiero conservar y leer los malos, para nunca olvidar el daño que me han causado y no volver a cometer los mismos errores, aunque A veces, esos suelen ser los mejores recuerdos de nuestras vidas…

Después de tu partida llegaron a mi vida personas que querían intentar una relación conmigo, mi respuesta siempre fue un NO, ya no estaba dispuesta a enamorarme, tuve hombre con los que me besé sin enamorarme, deje de sentir amor por alguien más, creo que al final me enseñaste una valiosa lección ya que “después de mil infiernos, no cualquier demonio quema”.