—Quita esa cara Raven, no es tu culpa.
—¡Claro que lo fue Damian!, estuve muy debilitada en la batalla y ahora ni siquiera puedo curarte.
—No digas eso, hiciste mucho por el equipo, aparte, he estado en peores condiciones, me recupérare pronto.
—Bien, pero me quedaré a tu lado toda la noche- pronunció.
—Cómo si no hubieras estado otras veces- sonrió haciendo que la demonesa se sonrojará.
—Damian....
—¿Si?
—¿Te...te gusto aquella vez?- pregunto cabizbaja escondiendose en su capa.
—¡Por supuesto- afirmó rápidamente.
—¿Eh?
—Es decir, me gustó- su tono de voz bajo -aunque fue un poco incómodo.
—Lo sé, el Batimóvil no fue un buen lugar, pero no pude controlarme, casi te mato.
—Claro que no, realmente...me gusto que te pusieras así- dijo volteando la mirada, pero en su mente comenzaron a aparecer aquellas escenas de esa noche que se supone sólo era una misión en pareja.
"Damian más, más, ella pegada al asiento de adelante mientras el esmeralda la penetraba por detrás"
"Damian....te amo, ah, lo empujó abruptamente poniéndose encima de él.
"Ah, se quejó el esmeralda al sentir los dientes de su amada en su cuello, tomó su trasero y lo elevó para penetrarla más profundamente haciendo que gimiera con fuerza"
Su Raven parecía otra persona, llena de deseo y de lujuria, su rostro pálido se convirtió en rojizo, y esa mirada que lo volvía loco cada vez que la veía, amaba que sus ojos mostrarán deseo por él, en ese momento la recostó de nuevo para poder bajar con su lengua dese su cuello hasta sus pies, con el poco espacio que tenía, podía palpar más, que ver más, quería recordar cada parte de su cuerpo, su aroma y su sabor, nuevamente volvió a entrar en ella, quería satisfacerla, como fuera y donde fuera, él se declaraba suyo, lo que pensó que terminaría después de eso, en realidad apenas era el comienzo, rasguños, mordidas, moretones en su cuerpo, la adrenalina no hizo ver los daños que su mujer le estaba dejando en él hasta que habían culminado, ella lo curó apenada, el levantó su mentón y le dio un pico.
"¿Somos pareja?, preguntó.
—Damian...tú...
—¿Qué?, ah....-sus pensamientos se hicieron presentes en su interior notoriamente, pues la sábana mostraba el prominente miembro en busca de ser estimulado. Rápidamente se puso una almohada pero al mismo tiempo Raven posó su mano quedando en la almohada.
—Pensaba ayudarte- dijo.
—Raven....no, no te incomoda- dijo tímido, únicamente con ella hacia que se le salieran aquellas emociones.
—Estas herido, no puedes hacer esfuerzos.
—No quiero que lo hagas sólo por eso.
—Me gusta Damian, me gustas- se subió a su cama besandolo sin dejarlo reaccionar.
—¿Estás bien?
—Si....-dijo agitada- sólo que cuando te veo mis instintos demoníacos desean por ti, acumulado por lo que siento por, es inevitable no sentirlo. -Te deseo....-lamio parte de su rostro.
Damian sonrió ante aquellas palabras, alzó la mirada, -también te deseo- la beso apasionadamente con las pocas fuerzas que tenía, de pronto sintió sus brazos echarse para atrás, con lo poco que le quedaba de energía Rachel formó dos aros de energía -Seré yo quien haga el trabajo amado, no puedes esforzarte"- mencionó con un tono seductor.
—Ah...-Raven deslizó su mano por su pantalón, bajo el cierre y sacó su miembro erecto, con ambas manos lo estimuló de arriba a abajo, Robin apenas y podía mirarla, sus brazos se movían del estremecimiento, antes de que pudiera correrse Rachel se acomodó encima de él, se alzó su capa y por una abertura de su traje metió la intimidad de Damian en su interior, -ahh- se quejó, comenzó con movimientos suaves, pero ante el movimiento de la pelvis de su novio, lo hizo más fuerte, -ahhh Ra....ahhh..., -Dami.....ahh, en segundos ambos llegarían al clímax, la demonesa se aferró a su pecho y descanso en él sin lastimarlo, pues eso ya lo había prevenitado desde el principio y lucho contra sus instintos por no lastimarlo.
Ambos durmieron juntos desde esa noche sin que nadie se enterará, ella lo cuidaba y lo agarraba como pretexto para que nadie sospechará.
Ella comenzaba a sentirse rara, mientras Damian ya casi estaba completamente recuperado.
Sí.
Ambos lo habían pasado por alto que solo cuando vieron sus rostros sintieron escalofríos, Raven estaba más pálida de lo normal, vomitaba alado de la cama, volvió con su amado. Todo fue un silencio total, no quería hablar ninguno, aunque no lo admitieran, sentían miedo, ya no eran tan jóvenes, pero los demás no sabían de su relación, habían sido imprudentes al no cuidarse en las demás veces, una lágrima cayó sobre la mejilla de Raven, sintió los brazos de Damiam rodearle, le posó un beso en frente.
—Mañana iremos al doctor, se que es pronto, pero no quita el hecho de que esté feliz, yo quiero una vida a tu lado por siempre. -Su amada volteó a verlo con lágrimas en los ojos y se aferró a él, ella nunca lo quiso ver, su futuro, pero tenía sueños después de que supo que estaba enamorada de él, sueños donde ella era feliz, con sus amigos, con su tía y por supuesto, con su amado, era lo único que necesitaba, amor después del tormento, amor guardado después de tantos años..., jamás se arrepentirá de unirse nuevamente a los titanes, de encontrarse con él, después de tanto ambos están juntos, el soñaba con ella y su familia, lo que pensó inalcanzable por los años sin verse, y pensando que había formado su vida, ahora esa mujer estaba a su lado, la cuidaría a ella, y a su futuro hijo, sin ser criados como máquinas de matar, sino con cariño como Raven le hizo sentir desde que la conoció.
El era el nuevo Batman, sin ella no lo hubiera logrado....
