31 días de AkaFuri 2020/2021

Embrujo

Era simplemente un absurdo que creyesen que se iba a tragar ese cuento. No era estúpido para tomar en serio lo que le dijeran.

Sabia hacia mucho que su amigo lo veía de otra manera que no era la que debería ser: Solo la de una amistad.

Esta bien, le preocupaba lo que tenia que ver con su persona antes porque lo veía como un hermano, pero nada más que ello, no es que estuviese interesado en su persona.

En quien realmente esta interesado no es nadie más que aquel que parece no corresponder sus sentimientos. Aquel con el cual no podía dejar de pensar.

―No me mires así Akashi-kun, te digo que es verdad que Furihata-kun te embrujo para que estuvieras obsesionado con él.

Akashi tomo un sorbo de su taza de té de English Breakfast y miro a Tetsuya de nuevo con incredulidad.

― ¿De donde sacaste ese absurdo Tetsuya? ¿Tan pocas ideas tienes para decir una tontería como aquella?

―Tiene libros de magia y hechicería en su habitación además de piedras y cosas extrañas. Tengo las fotos que lo comprueban.

Negó completamente a lo que decía Kuroko.

―En primer lugar ¿Cómo sé que esa habitación es la de Kōki? Podría ser perfectamente la habitación de Shintarō, Segundo ¿Cómo sé que no es un montaje al respecto? Y lo ultimo que se me olvidaba decirte ¿No crees que te ves muy mal entrando y sacando fotos a habitaciones ajenas? Se supone que eres amigo de Kōki, Tetsuya.

Kuroko a pesar de que aparentemente esta con un rostro impasible, esta bastante frustrado. Akashi es demasiado astuto para dejarse convencer así. Incluso notó que este se había dado cuenta de su intento de drogarlo poniendo algo en su té. Seijūrō se la había bebido completamente antes de lograr algo.

Era injusto. El pelirrojo debía de ser suyo.

―Te puedes retirar, tengo cosas que hacer.

―Dime ¿Por qué de pronto estas tan interesado en Furihata-kun? Eso no puede ser amor, es obsesión, no es nada de sano.

― ¿Por qué no puedo enamorarme de él?

― ¡Es demasiado corriente para el gran Akashi Seijūrō! ―Le dijo haciéndole recordar que para la mayoría de la gente era alguien casi inalcanzable por eso, prácticamente la mayoría ni se atrevía a confesarse. Incluyendo a gente bastante cercana a él. Al menos hasta ahora.

―Es lo que más me gusta de él, siempre tan feliz, un aire tan fresco y dulce a pesar de todo cuando toma la iniciativa al jugar pone un rostro muy bonito, me gusta ver que tiene amigos de verdad y que no tiene una vida tan controlada como la mía.

―Te gusta solo porque es la vida que anhelas tener Akashi-kun.

―No, sino no tendría estas enormes ganas de hacerlo mío de por vida. ―Ahogo un suspiro. ―Por favor, ya retírate Tetsuya que no me vas a convencer de lo contrario.

Este resoplo enojado, pero no se daría por vencido, claro que no, pero por hoy se iría, aunque lo convencería mañana de que sus teorías son ciertas. 

Apenas se fue Akashi suspiró largamente de cansancio y tomo una fotografía donde estaba Kōki.

― ¿Tu embrujándome mi amor? Ojalá, así sabrías todo lo que yo ya te amo. ― Beso la imagen con devoción y la guardo en el bolsillo donde iba su corazón.

Se dirigió a un cuadro grande donde estaba su madre en aquella misma oficina y con un código secreto, el cuadro se movió revelando una habitación secreta, donde tenia un montón de objetos mágicos y de brujería, entre muchos trabajos de magia para enamorar a su amado. 

―No sé porque aun no caes en mis embrujos mi bello Kōki, pero tú serás mío mi lindo cachorrito chihuahua, me amarás más que a nadie en este mundo.