CAPITULO 1

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El primer día de clases, otro semestre más, eso significa: Nuevos maestros, asignaturas y alumnos. Ese primer día en el que no se hace nada, pero aquí estoy yo desde temprano.

Mi razón: Escoger asiento, uno dónde los maestros no puedan verme y pedir mi opinión, donde no tendré que soportar a esas chicas pintándose, subiendo sus minifaldas y que no paran de acomodarse el cabello, en resumen: Lejos de todos.

Mi nombre es Marcy, Marceline Darris. La verdad no tengo mucho que contar sobre mí y creo que mi físico no importa, soy invisible para la mayoría de la gente y en casa también.

—Hola —me dijo Cassie.

—Hola —contesté.

-anda, estoy segura que este año nos ira mejor.

La misma oración cada año, ella tenía suerte pero yo no. Ella siempre me decía esa misma frase para levantarme los ánimos.

—Vamos Cassie, ¿no te cansas de repetirme siempre lo mismo?

—¿Y tú no te cansas de ser siempre tan negativa?

—No soy negativa — dije — (claro que soy negativa) pensé.

—Aparte a ti ya te va súper bien, tienes un novio que te ama, excelentes calificaciones, tu familia, muestra interés por ti, ¿qué más quieres?

Cassie era la amiga que yo envidiaba en secreto, tenía un cabello hermoso, facciones hermosas, la piel suave como la seda, el cuerpo que toda mujer desearía tener, En resumen: es perfecta.

Y sobre su vida, tenía a Ronald ese apuesto chico que conoció como en una película. Ella iba caminando por el colegio con su torre de libros, yo misma aposté que no llegaría al aula con ellos y de repente ahí estaba ella, Tirada en el piso junto con sus libros. Para su suerte llego Ronald

que se arrodillo para ayudarle a recogerlos, Solo basto una de esas sonrisas tan coquetas y dulces de Cassie y ya la estaba invitando a tomar un café después de la escuela. Después de unos días ya eran la pareja perfecta, todos esos detalles que tenía Ronald; Cartas diarias, regalarle rosas, abrir la puerta del coche para que ella entrara en él. Eran la pareja más cursi y amorosa que yo hubiese conocido.

—Aquí no llegara ni un maestro, No sé porque me convenciste en que me presentara — dijo Cassie — anda vamos a la cafetería, que muero de hambre - cuando de pronto Ronald entro en escena, se acercó a Cassie y comenzó a besarla.

—Vaya, ¿no creen que es demasiado temprano para escuchar sus besos salivosos tronar? — dije exagerando.

—No exageres Marcie, seguramente este año si tengas suerte — dijo Ron y Cassie le dio un codazo.

—¡Bueno ya!, era solo una broma. Pero para demostrarte que soy un buen amigo te invito a venir a la fiesta de regreso a clases, no tengo idea quien quiera celebrar esto, pero mientras sea fiesta con buena música y alcohol, yo definitivamente estaré ahí — Ronald sonrió y se cruzó de brazos.

—No cuenten conmigo — afirme mientras negaba con la cabeza — Saben perfectamente que yo no encajo en esos lugares.

—Anda Marcie, vamos — Cassie intento disuadirme con una carita de súplica, y sin siquiera darme cuenta de cómo logro influir en mi decisión, lo hizo.

—Bueno, está bien, pero pasen por mí.

Las horas en el colegio pasaron rápido, así que decidí darme prisa para arreglarme un poco, quizás Cassie tenga razón y este año tenga suerte. Como todos los días mi casa estaba sola.

Mi padre se pasaba la mayor parte fuera de la ciudad y mi madre "también salía de viaje".

Yo se perfecto que ese matrimonio está roto, ambos tienen amoríos por otro lado, y yo pff... bueno yo no les importo, soy hija única y materialmente lo tengo todo excepto una familia.

EL RECUENTO DE LO QUE FUIMOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora