1. Encuentro

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Su día empezó como cualquier otro, despertó, desayunó, se dio un baño y se preparó para ir a trabajar junto con su compañera de cuarto Kyouka.

En el trabajo era lo mismo, papeles, informes, algún caso de mascotas perdidas o gatos que no bajan de los árboles. Sin embargo, tenía un presentimiento extraño, no era bueno ni malo. Prefirió no darle tanta importancia, era más mejor seguir intentando que Dazai se pusiera a trabajar.

Al medio día en la merienda, su actitud no paso desapercibida por todos, ya que la pequeña Kyouka lo notó en minutos.

- Atsushi, ¿te encuentras bien?

- ¿Eh? A-ah si, todo está bien Kyouka-chan

- ¿Seguro? Desde hace rato te noto raro...

- Estoy bien, creo que es el clima, es todo

Su sonrisa reconforto a la pequeña, así que no pregunto nada más y siguió comiendo de su crepa. Pero, algo en Atsushi no cuadraba ese día, si bien hizo su trabajo y organizó carpetas con Kunikida hasta muy tarde, tenía la mirada pérdida a cada rato.

Por lo que Dazai decidió intervenir...

- ¿Todo en orden Atsushi-kun?- Preguntó manteniendo esa actitud tan alegre

- Kyouka también pregunto lo mismo, ¿tan diferente me veo?- Contestó sarcástico

- No te ves diferente, actuas diferente...- Mencionó recordando su mirada perdida en la ventana hace unos momentos

- No entiendo, sólo tengo un presentimiento extraño desde que desperté, es todo- Contestó sin importancia

Dazai comprendió, esa clase de sensación cuando crees que algo va a pasar y te quedas esperando todo el dia a que suceda para que al día siguiente no haya sido nada importante.

- Tal vez sea estrés, mejor ve a descansar, yo me encargo de hacer enojar a Kunikida-kun- Sonrió para tranquilizarlo

- Gracias Dazai-san- Respondió alegre

Salió de la Agencia y pensó que sería mejor ir a comprar algo para comer. Kyouka era la encargada de cocinar y justo ese día tuvo una misión inesperada con Yosano, por lo que no estaría en la noche.

Sus pies se movieron solos, sólo quería un poco de Chazuke para calmar sus nervios y... terminó en el cementerio.

Suspiró con pesadez y fastidio, otra vez hizo lo mismo. Desde la muerte del director del orfanato, hacia eso varias veces. De camino al trabajo, de camino a las misiones, de camino a casa, a cada maldito rato.

- No estoy de humor, vete de una vez...- Murmuró cerrando sus ojos en el intento de calmar su tormenta interna

Ahí estaba de nuevo. El causante de todos sus traumas y pesadillas, volvió para asecharlo a pesar de estar muerto.

- ¿Ahora hablas sólo Jinko?- Preguntó una tercera voz a lo lejos

"Me lleva el carajo" pensó. Ahora también tenía que lidiar con su otro dolor de cabeza, Akutagawa.

- Déjame tranquilo, no es un buen día para discutir...- Se quejó con voz monótona

Al parecer el azabache no se lo tomo muy bien, ya que lo arrastró a un callejón sin salida preparado para darle una paliza.

Su día no iba para nada bien, eso estaba claro. No podía tener un solo momento de paz para pensar en sus cosas, por eso quería llegar a casa lo antes posible. Ni una semana desde su última batalla y ya tenía que lidiar con otra.

- De verdad no estoy de humor Akutagawa, ¡déjame ir!- Gritó frustrado

- Tengo el dia libre, pensé que podía divertirme un rato- Dijo acercando su habilidad en forma de cuchillo a su cuello

Together // Shin SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora