Me dijiste que te vea en el parque en el que nos encontramos la primera vez.
¿para que? No quiero darme falsas esperanzas.
Pero creo que te diste cuenta de que soy la indicada.
Luego de 30 minutos de buscar algo que ponerme, te vi en aquel banco.
Eres simplemente perfecto.
Me saludaste, y te vi algo preocupado.
Debes estar nervioso, no te preocupes, yo también te quiero.
No te rechazare, solo dilo.
Me abrazaste, y comenzaste a sollozar.
¿Qué sucede? No lo entiendo, Michael.