Ni bueno, ni mala.

CAPITULO NUEVE. LOS HERMANOS.

Zeus se encontraba caminando entre zarzas;se le había roto la parte inferior del quitón. 

  El quitón (en griego antiguo, χιτών, romanizado: chitōn) era la prenda de vestir comúnmente usada en la antigua Grecia, una túnica de tela ligera cerrada por una costura. Se diferenciaba del peplo en que estaba cerrado en los hombros por una fíbula o un broche

Llevaba horas y horas caminando sin descanso alguno, estaba muy cansado. Había pasado por el lago de la desesperación y no le había ido muy bien, ya que había visto a su hermano Hades y había visto un recuerdo de su infancia muy traumante para el;

Cuando el tenía diez años Zeus  había cogido unas figuritas muy bonitas de su padre y luego tras jugar con ellas las dejo en la cama de su hermano Hades. Obviamente su padre se enfado; pero con Hades, ya que las figuras estaban en su cama y Zeus no dijo que el las había cogido por miedo a  que su padre lo castigara o quizá no le volviera a hablar nunca. Así pues Hades se enfado con Zeus ya que le había echado el muerto encima. Desde aquel día...Se volvieron enemigos acérrimos, y por culpa de Zeus la relación entre su padre y su hermano se rompió, y para siempre.

Zeus sabía que lo había echo mal, y si, se arrepentía. Sabía que lo había echo mal. Por eso lo había visto en el lago de la desesperación, aquel recuerdo lo había perseguido desde siempre, y, estaba seguro de que lo perseguiría hasta la muerte.

Mientras que la podtura de Hades en ese tema era;  que no podía perdonar a su hermano ya que antes de eso Hades se había tragado muchos marrones por Zeus...Y así se lo había devuelto...No quería volver a verlo...Más bien, quería destruirlo y verlo morir.

Entre tanto la muerte había llevado a Cora y a Cronos por innumerable pasillos; entrevesados y largos. Y como estaban todos a oscuras Cora tenía que agarrar la mano de la pequeña niña y a su vez Cronos tenía que agarrar la de Cora de la mano. Así habían estado durante más de quince minutos, la muerte había estado hablando de tonterías y Cora le respondía para no quedar mal, Cronos ni si quiera hablaba, hasta Cora tuvo que darle un codazo a Cronos para que dijera un simple si. 

La razón por la que casi no hablaba era porque no confiaba del todo en es niña...Aunque le inspiraba confianza.

Pararon derrepente.

Aquí es donde vive el, tener cuidado no es muy amable...— dijo la muerte
¿Es que acaso no nos vas a a acompañar?— pregunto Cora.

Hay cosas que se tienen que hacer en soledad— respondió.

La muerte abrió una puerta, Cronos tuvo que cerrar los ojos, pues tanta luz de golpe le hacía daño en los ojos.Tras abrir la puerta la niña salió corriendo hacía la derecha.

Ambos miraron hacía delante; allí sentado en un trono echo de huesos se encontraba Hades; con su mirada de soberbia, mirándolos de arriba hasta abajo.