Lamentos de un ángel perdido

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-Una vez más, te agradezco que hayas venido, Sara. Me haces sentir como si fuese digno de contar con tu amistad. 

-Nada de eso, Laszlo. Si bien es cierto que hemos atravesado un camino un tanto complejo en cuanto a nuestra relación, me consuela saber que se han derrumbado muchos de los muros que generalmente existen en una amistad, aquellos que ocultan cosas fundamentales. 

-Que lo hacen integra y genuina. 

Sara afirmó y brindó una tenue sonrisa.- Además, padecemos de algo que recientemente nos ha hecho explosión justo frente al rostro. 

Laszlo le miro intrigado, sin embargo sabía con exactitud a lo que se refería su amiga.

-Sobre pensamos demasiado. 

-Y para el momento en que hemos llegado a una conclusión...

-Ya es muy tarde.

Ambos se mostraban pensativos, reflexionando mientras bebían un poco del té que el propio Doctor había preparado. 

-Es curioso como podemos ser tan precipitados en lo que refiere a una investigación. Sin embargo, ser tan temerosos para afrontar nuestros sentimientos.

-Casi como si temiésemos ser felices.-mencionó Sara dando un sorbo al té con la mirada en el vacío. 

-Hemos experimentado el dolor, es evidente que sabemos que la felicidad inevitablemente conlleva dolor y es por ello que no estamos dispuesto a tomar ese riesgo. 

-¿Qué pasa cuándo si se está dispuesto?- preguntó Sara con voz entrecortada.-Cuando sí estás dispuesto, pero parece que la vida te vuelve jugar una mala pasada. 

Laszlo miró a su lado, hacia aquel mueble detallado en mármol el cual puntualmente Mary adornaba de flores frescas, con colores tan vividos que desentonaban con el humor de la biblioteca de Kreizler y brindaban vida a un lugar que diariamente se veía envuelto en muerte y desesperación. Laszlo mantuvo la mirada pues ahora ahora yacía vacío y empolvado. 

-Podría responderte desde la teoría. 

-Pero sabes que en lo que respecta a los sentimientos, la teoría no siempre funciona así.

-Lo que sucede es, que tenemos que aceptarlo. 

-¿De nuevo? 

-Una y otra vez, Sara. Una y otra vez. 

El sombrío lugar absorbía el silencio de dos almas heridas.  Los ecos de todas las voces que alguna vez se reunieron en el mismo tiempo y espacio, aturdían a Laszlo. La mente inquieta de Sara no paraba de enviar recuerdos de todos esos momentos emotivos del último par de meses. ¿Por qué los recuerdos más alegres tenían también  que ser los más dolorosos?

-Realmente lamento lo de John. 

-Sería egoísta lamentar algo que resultará un regocijo para él.-mencionó Sara mientras el vapor de las infusiones herbales se concentraba en sus barbilla. La mente de Sara retomó su camino y bajo finalmente la taza de té. -Entiendo a lo que te refieres, Laszlo. Gracias. 

-Comprendo que eres tú tratando de procesar y lidiar con todo. 

-Estaré bien. 

Sara genuinamente intentaba convencerse de que así sería, pero se había dejado llevar demasiado. Había obedecido lo que dictaba el corazón. 

MANHATTAN

-Solo firma el papel, Henry.

-¡¿Cómo sé que no me harás daño?! 

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⏰ Última actualización: Nov 18, 2021 ⏰

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