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"¡Alberto!" Gritó un pequeño niño rubio

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"¡Alberto!" Gritó un pequeño niño rubio.

"¿Qué pasa Enzo? ¿Stai bene? (¿Estás bien?)" Preguntó Alberto, saltando de su silla de salvavidas. "Romeo-" El niño sollozó. "Se fue demasiado lejos. Y no puedo encontrarlo."

Alberto miró alrededor del océano, pero no vio ni una cabeza. "¿Dónde está Enzo?" Alberto preguntó rápidamente. "Estábamos nadando ahí ..." El niño señaló un área justo más allá de donde terminaba la playa.

Alberto no dijo una palabra más antes de saltar al agua.

Esa parte del océano estaba fuera de los límites por una razón.

Alberto golpeó su cola contra el agua, impulsándose hacia adelante a través del agua azul claro. El azul claro se desvaneció rápidamente comenzando a tornarse de un oscuro azul, mientras doblaba la esquina de la península. La corriente comenzó a acelerarse, arrastrando a Alberto hacía las rocosas rocas que bordeaban la costa.

Miró a su alrededor, escaneando las turbias aguas en busca de alguna señal del niño perdido. Luego, un aroma nauseabundo rozó su nariz.

Era el olor a sangre. El chico de escamas moradas comenzó a entrar en pánico. Miró a su alrededor frenéticamente, mientras comenzaba a seguir el olor de la sangre.

El olor lo llevó hacia las afiladas rocas. Finalmente vio la silueta del pequeño niño, quien yacía flácido en el agua. Su corazón dio un vuelco, mientras se preparaba para lo peor. Pero a medida que nadaba más cerca, podía distinguir otra silueta más grande. No era un humano.

"¿Esto es tuyo?" Preguntó una profunda voz, entregando al niño.

Sin embargo, antes de que este último pudiera continuar, Alberto agarró al pequeño y nadó hacia la superficie.

El niño no respiraba ni se movía.

"Maldición, ¿por qué los humanos no pueden tener branquias?" Alberto se preguntó ansiosamente mientras se dirigía rápidamente a la orilla. Al llegar a tierra, Alberto rápidamente comenzó con un RCP salvando a Romeo. En cuanto a la sangre, solo había sido un pequeño corte en la pierna del niño.

Los padres preocupados, así como otros habitantes del pueblo llegaron rápidamente. Todos le agradecieron y elogiaron, llamándolo héroe. Salvó al niño, debería estar de buen humor.

Pero la voz atormentaba sus pensamientos. El agua estaba demasiado oscura como para distinguir una cara, pero Alberto sabía a quién pertenecía. Hacia años que no la oía, pero los recuerdos aún eran como una herida abierta.

-'¿Esto es tuyo?'

-'No puedes venir conmigo Alberto.'

-'Eres una carga Alberto.'

-'Adiós Alberto.'

Todo pertenecía a la misma voz.

"Albie, ¿estás bien hijo?" Preguntó Massimo desde el otro lado de la mesa

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"Albie, ¿estás bien hijo?" Preguntó Massimo desde el otro lado de la mesa. "Apenas has tocado tu pasta." Parecía preocupado.

"Jaja-¡Por supuesto que lo estoy!" Alberto dijo, volviendo a la realidad, antes de meterse un puñado de fideos a la boca. Massimo esbozó una pequeña sonrisa preocupado antes de regresar a su comida.

"Giulia y Luca estarán de regreso a Portorosso por la mañana. Ha pasado un año desde que ustedes tres estuvieron juntos. ¿No estás emocionados de volver a verlos?" Dijo Massimo, aligerando el ambiente.

"Wow ¿ya ha pasado tanto tiempo?" De repente, aquellos malos pensamientos fueron reemplazados por los de sus amigos y los buenos momentos.

"¡No puedo esperar para mostrarle todo a Luca! ¡Va a enloquecer cuando le enseñe mi Vespa! -Oh le enseñaré mi cuchillo, y los tres podremos hacer un fuerte secreto y será increíble-"

Massimo sonrió mientras el chico mencionaba todas las divertidas cosas que planeaba hacer ese verano. Finalmente, las cosas se calmaron a medida que avanzaba la noche.

Alberto dio vueltas y vueltas en su cama. No podía dejar de pensar en aquella voz. Rápidamente se sentó, agarró una almohada y se fue a la casa del árbol.

La mayoría de las noches calurosas, cuando se sentía ansioso, dormía en la casa del árbol de Giulia y miraba las estrellas. Le reconfortaba saber que un amigo estaba mirando las mismas estrellas a kilómetros de distancia.

Miró las parpadeantes luces y sonrió.

"Hasta pronto Luca."

Stelle d'amore: Estrellas de amor

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Stelle d'amore: Estrellas de amor.

stelle d'amore • lubertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora