Capitulo 14

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Scott
Cuando entre me encontré a Pablo durmiendo, desee pegarle  pero me contube.
Me acosté en la cama mirando el techo, pero no conseguía conciliar el sueño, asique me levante, cobi mi chaqueta de cuero por si me refrescaba, y salí.
Me adentre en el bosque, las plantas me  rescavan un poco, pero mi cabeza estaba en otro lugar.
Llegue al claro, y me quede mirando, los árboles lo rodeaban, había 8na gran piedra donde Diana y yo lloramos, la última vez no me fije en el gran árbol que se encontraba justo detrás.
El aire me acarició los brazos, entonces sentí frío, comenz3 a ponerme la chaqueta. Cuando ya la tenia puesta, respire, ondo y un aroma me lleno.
Era el aroma de su ropa.
Se me havia olvidado por completo de que ella la lavo antes de entregarmela.
Una sonrisa tonta apareció en mis labios.
Camine hacia la gran piedra y me tumbe, claramente no era cómodo, pero se podía soportar.
Contemple la media luna, no havia ninguna nube, y las estrellas se podían ver perfectamente.
-Tu tampoco puedes dormir?- me levante de golpe y me encontré a Joss de pie con las manos metidas en sus pantalones cortos.
-Mi mente esta demasiado alterada- el se sento a mi lado, y contemplo el paisaje.
-Alterada? Porque?- me encoji de hombos- Dejame adivinar...es por Aldara, verdad?- le mire, dude unos segundos.
-Si.
Joss me miró atentamente, luego asintió con la cabeza.
-Pasa algo entre vosotros...se ve claro.
-No gracias que ella sienta nada hacia mi, ni yo se lo que siento.
-Ya veo..
-Es como me hermana pequeña, pero también como mi alma grmela y el amor de la vida- comenze a sincericarme- y como mi ángel y luz. Ella para mi lo es todo en este mundo.
-Estas jodido, Scott-rio.
-Lo se, pero ella lo vale.
-Eso no me cabe duda. Me he fijado en como la miras. -rei.
La verdad era fácil hablar con el, trasmitia algo que hiciera que confiara en el.
-Pensar que Pablo la trato mal, me da rabia, me, me da ganas de cojer su estúpida cara de gilipollas y pegarle.-el se quedó en silencio.
El se levantó y sacudió sus pantalones, se quedó mirando los árboles.
-Se lo has dicho?- me pregunto.
-No, si se lo digo, nuestra amistad se ira al traste.
-As pensado que ella, talvez,  sienta lo mismo?
-Si, millones de veces, pero...-no sabia como expresar lo que sentía, yo quería que ella sintiera lo mismo hacia mi, pero, a la vez, no.
Era unos de esos sentimientos de si pero no, de los que sueñas que pase,  pero no deseas que suceda.
Simplemente en esos momentos para mi lo unico que importaba era ella.
Su sonrisa. Sus ojos. Sus sentimientos. Sus sueños. Sus tonterías. Su felicidad.
Era lo que más amava en todo el planeta.
Pero también amaba sus defectos.
Todo en ella era grandioso.


Una semana para recordar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora