Los días no habían sido tranquilos después de que él regresara de su deber, no sólo porque se habían encargado de investigar acerca de quiénes los habían atacado y lo que deseaban, porque a pesar de que no fue fácil, lo habían sabido, que esa emboscada planeaba acabar con Min Ho, sólo que éste se había retrasado un poco y por lo tanto no pudieron hacerlo, y así mismo fue quién se encargó de deshacerse de casi todos los que atacaron, a excepción del que dirigió todo eso.
Por muy feliz que estaba de poder ver a su esposo y sostenerlo entre sus brazos, sentía claramente su rechazo, al principio creyó que se debía a su enojo por no haberlo llevado con él a pesar de su promesa, pero tampoco podía desobedecer las órdenes del Emperador, no sí no deseaba que en el futuro las cosas para Taemin y su pueblo en general estuvieran complicadas.
Sus ojos se movieron una vez más hacia su esposo que comía en silencio a su lado, y sus ojos parecían estar pegados a su plato, sin embargo, cuando nadie lo veía, levantaba la mirada y observaba en dirección en donde Sang Kyung estaba, y quizás antes no le molestó cuando lo notó, porque creyó que era una simple coincidencia, sin embargo, ahora dudaba, y más después de haberlos visto en el lago.
Si bien, las cosas ahí terminaron demasiado rápido con su hermano alejándose, había colocado la espina en su corazón y estaba más pendiente de las acciones de Taemin, tanto para con él, como con los demás, notando que quizás a quien más rechazo mostraba era a él.
No podía entender qué había hecho mal, y se negaba a siquiera pensar en que en su ausencia había sucedido algo de lo que él no estaba enterado, algo que involucraba a su esposo y a uno de sus hermanos.
—Taemin...
Su voz salió antes de que pudiera controlarlo, viendo los movimientos de Taemin detenerse, bufar un poco y luego este posó la mirada en él, mirándolo tan duramente como hace días había notado que lo hacía.
—¿Qué está pasando?
—¿Qué está pasando con qué?
Luego de su pregunta, Taemin volvió su mirada a su comida, sintiéndose un poco molesto porque Min Ho le estuviera hablando en ese momento. En el palacio nadie solía interrumpirlo mientras comía, por lo general siempre estaba solo, con las personas de la servidumbre cerca, esperando a que terminara o si él quería algo más, dispuesto a complacerlo, mientras que ahí se sentía constantemente molesto por el simple hecho de tener a la copia del Emperador a su lado.
Al guerrero le tomó un tiempo responder a la pregunta de su esposo, pensando en las palabras más correctas para decir, pero simplemente ninguna lo parecía, conteniéndose cuando quería exigir explicaciones, ¿por qué era tan difícil hablar con él?, desde que regresó era como si no fuera su esposo quien estaba a su lado, aunque físicamente era idéntico, ¿habría dos Taemin en ese mundo y él estaba con el incorrecto?
—¿Sang Kyung? —dijo apenas audible.
—¿Qué pasa con él? —las cejas de Taemin se alzaron y habló casi con indiferencia.
Estaba intentando interpretar bien el papel del Taemin de ese mundo, pero cada vez que tenía a Min Ho cerca sólo le causaba enojo, y cuando este lo tocaba le provocaba asco, porque siempre recordaba al Emperador. Había comenzado a pensar que tal vez podría irse de ahí, sin embargo, una parte de él no quería hacerlo, no deseaba alejarse de Sang Kyung.
—La otra noche los vi en el lago, ¿pasa algo de lo que deba saber?
Taemin lo pensó por un momento en la noche que se habían encontrado en el lado, en cómo hubiera querido que Sang Kyung no guardara la distancia con él, sino que correspondiera a sus caricias, al hecho de que estaba desnudo frente a él, pero éste simplemente le había recordado que debía de regresar a su tienda, con Min Ho, y luego se fue sin siquiera darle una última mirada.
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El esposo de un guerrero.
FanfictionLa primera vez que entró en el palacio y conoció al hombre que se convertiría en su esposo, quiso salir huyendo y, habían pasado años para que eso sucediera, para que pudiera huir con vida de ese lugar al que odiaba. Sin embargo, era como un pasado...