UN JUEGO DEL DESTINO DEL ODIO AL AMOR

Epílogo

UN JUEGO DEL DESTINO
DEL ODIO AL AMOR 💘

En el penthouse de un lujoso hotel, se encontraba una pareja que saciaba su sed de amor. Los grandes ventanales, dejaban ver una vista fantástica de la ciudad de Japón, la noche era cómplice de esta pareja de enamorados, la hermosa luz de la luna pasaba atraves de los enormes ventanales, solo ella era testigo de su inmenso amor, en aquella cama se encontraba un apuesto hombre de cabello platinado, recorriendo cada centímetro del cuerpo de su hermosa esposa castaña, no había lugar que no hubiera cubierto con sus besos, los jadeos de la mujer, hacían que el hombre se pusiera cada vez más duro, el platinado recorría el abdomen de su esposa, tocaba suavemente su vientre, donde depósito besos lentos, siguió con su recorrido hasta llegar a su entre pierna, antes de seguir miro fijamente a la castaña, los ojos chocolate de ella y los dorados de él, se decían todo sin necesidad de palabras, separó los pliegues de la mujer  y con su lengua recorrió cada parte, la mujer se retorcía de placer, los gemidos y jadeos eran musica para los oídos de Sesshomaru, el orgasmo fue arrollador, la piel de la castaña estaba perlada por el sudor, rápidamente Rin se incorporo, sentándose en el borde de la cama, el platinado frente a ella le daba una espectacular vista de su magnífico y bien formado cuerpo, la castaña tomó la hombría de su esposo, llevándola lentamente a su boca, donde hacia movimientos circulares con su lengua, el platinado gruñía llevando su cabeza hacia atrás, tomó del cabello a su esposa para así marcar el ritmo que deseaba, los movimientos fueron tomando intensidad, la hombría del platinado entraba y salía de la boca de la castaña, ya no deseaba esperar más, así que la llevo de nuevo hacia la cama, ubicandose en medio de sus piernas, se acercó a sus labios.

Sesshomaru:
Te amo.

Sin decir más, entro en ella suavemente, la castaña gemía, los movimientos se hacían cada vez más intensos, sus piernas rodearon la cintura del platinado, el sonido de su piel chocando era algo excitante, cada posición era mejor que la anterior, no durmieron en toda la noche, pues era su noche de bodas, los orgasmos eran arrolladores, como oleadas de placer, estaba a punto de amanecer, cuando la castaña cayó rendida por el esfuerzo.

Sesshomaru:
(Preocupado)
Cariño, estás bien❓

Rin:
Si amor, solo necesito dormir un poco, no te preocupes.

8 MESES DESPUÉS

En un hospital, en la sala de parto, se encontraba la castaña dando a luz, sería sorpresa, pues ella junto al platinado no habían querido saber el sexo del bebé, solo preguntaban si estaba bien, el platinado la tomaba de la mano, brindándole todo su amor y apoyo.

Médico:
Vamos Rin, puja.

Rin:
(Gritando)
Ah ah ah ah
No puedo doctor, estoy cansada.

Sesshomaru:
Vamos hermosa, tu puedes, hazlo, nuestro hijo necesita que seas fuerte.

Médico:
Respira, cuando sientas la contracción, puja.

Rin:
Ah ah ah ah

Médico:
Vamos, un poco más.

Rin:
Ah ah ah ah
No puedo.

En ese momento se escuchó un llanto, la enfermera tomó al bebé. 

Enfermera:
Es una niña.

Rin:
Deseo verla.
Ay por Dios, porque duele tanto.

Decía la castaña, con una expresión de mucho dolor.

Médico:
Aún no terminamos, puja.

El platinado estaba sorprendido, otro, llegaría otro bebé,
No lo podía creer.
La castaña estaba agotada, pero afortunadamente fue más rápido y unos minutos después, escucharon el llanto de un segundo bebé.