MaddieMe despierto de buen humor y veo que aún Mia está dormida.
— Pequeña despierta — digo mientras esta abriendo poco a poco los ojos.
— Hoy es viernes, ya no quiero ir más al instituto me agota — dice estirándose y bostezando — ¿Y si dormimos hasta mañana?— pregunta con una sonrisa tierna.
— Pues lamento informarte que hoy no te saldrás con la tuya, yo tampoco quiero ir, pero vele el lado positivo, hoy quizás hagamos algo divertido por la noche —contestó de manera positiva.
Y en parte es cierto, quizás en el transcurso del día surja algo interesante.
— Ok, me iré a vestir — me da un beso en la mejilla y se va corriendo a su cuarto.
Cuando se va entro al baño y me cepillo los dientes y tomo una ducha rápida, sorpresivamente el agua fría me quita el sueño por completo.
Me arreglo lo más rápido que puedo colocándome un camisón junto a unos shorts y nos zapatos súper cómodos.
Ya lista bajo a preparar el desayuno y veo a Mia en el pasillo ya lista, pero con la diferencia que ella se echó poco maquillaje.
— Buenos días a mis dos princesas — dice papá dándonos un beso en la frente a cada una.
— Buenos días pa — respondemos al mismo tiempo y papá se ríe.
Mi estómago ruge de hambre y decido colocarme a cocinar.
— De seguro debes tener demasiado hambre como para cocinar tú, si fuera lo contrario estarías en el mesón a esperando que este el desayuno.
— ¿Cómo es que adivinas? —digo de forma burlona.
— No lo se, quizás tu lo sepas — Se sienta en la silla del comedor a tomar su café junto con Mia.
— ¿Qué hicieron anoche? — dice papá dándole un sorbo a su café.
— Comimos demasiado y vimos películas ¿Y tú? — le dice Mia.
— Me quedé hasta tarde trabajando y pedí que llevarán la cena, cuando llegué fui a tu cuarto y no te vi, y cuando fui a avisarle a Maddie las vi dormida y no quise despertarlas.
— ¿Acaso pensaste que tu hija menor se escapó con el novio? — le dice Mia fingiendo total decepción.
— Oh no, para nada, solo pensé que estabas jugando muñecas en el patio — suelto una carcajada mientras observo a papá.
— Sabes perfectamente que ya Mia y yo no jugamos con muñecas — digo riendo aún de las cosas que se les ocurre a papá.
— Lo sé, pero aún no me hago la idea de que estén creciendo tan rápido, además pronto me dejarán solo por andar saliendo con algún chico.
Y entiendo, papá se siente solo, pero a pesar de tenernos a nosotras, desde hace dos años que que mamá falleció, por más que nos llevamos sumamente bien, no es lo mismo, él la amaba demasiado. Nosotras le damos amor y cariño, pero el necesita a su compañera de vida. Papá se ha dedicado tanto al trabajo y a nosotras que no tiene tiempo para si mismo.
Le damos un beso en la frente.
— Papi sabes que eso no va a pasar, pase lo que pase y venga quien venga, siempre seremos nosotros tres y nadie más, así tengamos pareja, estaremos a tu lado en todo momento como hasta ahora lo hemos estado — digo regalándole una sonrisa para que se sienta mejor.
— Ay mis pequeñas, las amo tanto y me gusta escuchar eso — dice dándonos un abrazo — siempre haré todo lo posible por verlas feliz.
— ¿Más de lo que ya somos?
— Se que extrañan tanto a su mamá como yo lo hago, pero estoy tan orgulloso de ustedes por siempre tener una sonrisa en el rostro — se me escapa una pequeña lágrima pero la seco rápido antes de que papá se de cuenta.
— Eso lo sabemos. Y ya, dejemos el sentimentalismo a un lado que debemos ir al instituto — dice Mia.
Tomo mis cosas, guardo mis libros y me coloco el bolso, Mia hace lo mismo ya que vamos a pasar buscando a Luke para irnos juntos.
—Cuídense, y saludan a Luke de mi parte.
—Vale, te amamos —nos despedimos de papá.
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Amor Propio
Teen FictionA veces no estamos tan seguro de nosotros mismos, tanto así que llega un punto en el que necesitamos de nuestro propio amor pero no sabemos cómo conseguirlo, pasamos por momentos difíciles, pero en ellos conseguimos poco a poco la seguridad para o...