𝕀𝕍𝕐 {Nanami x Lectora x Gojo}

Capítulo 3: ENOUGH TO FEEL BETTER

֍𝟬𝟱 𝙙𝙚 𝙢𝙖𝙧𝙯𝙤 𝙙𝙚 𝟮𝟬𝟭𝟲֎

Mis ojos son cegados por las luces de neón que rebotan en todo el lugar, la música hace que mis caderas se muevan siguiendo el ritmo, mi cuerpo está cubierto de una fina capa de sudor y nos encontramos en medio de la pista del club, Gojo está bailando frente a mí alegremente. Fue buena idea dejar el auto en el complejo y venir en taxi porque lo convencí de tomar algo con un poco de alcohol, como castigo por haberme traído a un sitio que solíamos frecuentar cuando eramos adolescentes, aunque no termino su trago, tampoco me dejo a mi pedir algo más fuerte que la insípida soda que sirven con ginebra, por mi seguridad, algo que me pareció de lo más lindo en su momento, pero ahora la falta de alcohol era causante de que la felicidad pasajera que estaba sintiendo comenzara a esfumarse conforme avanzaba la madrugada.

Desde que llegamos al club el albino no se ha separado de mí, porque supuestamente en sus palabras "los hombres toman como un reto seducir a la chica más linda que baila con el chico más sexy" y más tonterías como que era un ganar-ganar puesto que las chicas también se sentirán atraídas por él. En fin el experto aquí es él, por lo cual debo admitir que ha funcionado efectivamente para ambos, pero ningún sujeto ha sido de mi agrado y él ha recibido algunas propuestas interesantes, sin embargo las ha declinado todas ganándome una docena de miradas asesinas de mujeres rechazadas por el albino, la número trece hace que pierda la paciencia.

—Deberías aceptar su invitación, quizá te estés perdiendo de buen sexo hoy sólo por acompañarme—le grito por encima de la música encogiendo los hombros para que sepa que no me molestaría si tuviera que irse, a lo que Gojo responde chasqueando la lengua divertido mientras se acerca a mí pegando su cuerpo al mío para poner sus amplias manos en mi cintura, moviéndonos en un vaivén coordinado.

—¿Ya te quieres deshacer de mí?—susurra seductoramente en mi oído, su aliento cálido va directo al punto sensible de mi cuello, lo que me hace estremecer y sonrió mientras niego con la cabeza llevando mis manos a sus hombros, la manera en que estamos tan cerca, su fragancia, la forma en que se mueve, sus ojos celestes como el cielo que sólo yo puedo apreciar a esta distancia, todo en él es tan hipnotizante, no puedo culpar a esas mujeres porque cualquiera puede caer a sus pies con sólo imaginar lo genial que sería cabalgar en él, yo no tenía que imaginarlo, aunque eso fue hace mucho tiempo— hay un sujeto de cabello largo a unos metros de nosotros que no ha dejado de verte ni un momento, ¿por qué no le muestras lo que puedes hacer?—sigue susurrando, con la diferencia de que está vez se aleja con una sonrisa pícara dándome espacio para que yo pueda darle un vistazo al hombre del que me habla, de inmediato lo ubico por su cabello ligeramente ondulado y castaño que cae sobre sus hombros, esta vistiendo un pantalón denim claro y un jersey azul marino, al menos tiene buen gusto, ambos sonreímos cuando nuestras miradas se cruzan.

Satoru toma mi mano y me da una vuelta demasiado rápido de manera que mi espalda termina pegada a su abdomen, aprovecho para tomar un respiro, pues la cercanía de Gojo me hace sentir demasiado alterada y jodidamente caliente, pero en esta posición en lugar de tranquilizarme sólo consigo alterarme más, porque al mover mi cadera en círculos para seguir bailando esta choca con su pelvis, me obligo a mi misma a tragar la saliva que no sabía que había acumulado en mi garganta al sentir el comienzo de su erección.

—Así es nena, sacúdelo—me anima el albino mientras pone sus manos en mi vientre y entierra su cabeza en mi cuello, al que le he dado acceso casi por inercia, su nariz expulsa todo el aire caliente que contienen sus pulmones justo en ese punto delicado que él ha descubierto con facilidad, provocando que la piel en la que impacta la corriente se erice, la sensación es demasiado placentera para mí, como puedo me las arreglo para abrir la boca y hablar.