EL ULTIMO RECUERDO

Mi historia contigo

Escribo esto porque siento que es el momento adecuado para dejarte ir por completo, esta es la última cosa que haré pensando en ti, creo que por fin ha llegado el momento de liberarme de estos sentimientos. Quiero expresar lo que en su momento no pude decirte, pues no quiero quedarme con estos recuerdos atrapados en mi mente por el resto de mi vida y aunque sé que es muy posible que no leerás esto, para mi es la mejor manera de hacerlo, es como si te lo estuviera diciendo de frente.

Se que después de tanto tiempo que ha pasado entre nosotros, nunca volvimos a encontrarnos y por lo mismo las cosas nunca han vuelto a ser como al principio lo eran, incluso ahora ya no podemos ni entablar una conversación, y a decir verdad yo sabía que esto pasaría. Honestamente no quiero que vuelvas a estar en mi vida, quizás se escucha muy ruda esa frase, pero sinceramente es la verdad, no quiero volver a cruzarme contigo jamás, yo sé que estarás bien y que al igual que tu yo también lo estaré, siempre fue así y siempre lo será, así que saber eso es suficiente para mí.

 No puedo decir que te odio, ni tampoco voy a disculparte, porque cada uno tiene su culpa, y yo siempre he pensado que por algo pasan las cosas en la vida, así que tú no eres la excepción, por algo apareciste en mi camino, y a pesar de que yo no creí en Dios pensar en su existencia y que el de alguna forma quiso que te conociera para aprender algo de ti, me ayudó a no derrumbarme en los momentos más difíciles. Tú eras alguien que no podía quedarse en mi vida y de haberlo hecho quizás yo no sería feliz ahora, solo debías ser pasajero, y no te imaginas cuanto rece para que tu recuerdo dejara de doler, y creo que eso rindió frutos, porque sin darme cuenta tu existencia ya no me duele más.

No sabes cuan feliz estoy porque ahora comprendí muchas cosas que antes no me había dado cuenta, nunca pensé que tu partida me dejaría tan destrozada, que lidiar con ello fue lo más difícil que hecho en mi vida, pero también me hizo entender que estando contigo estaba sintiendo el infierno sin darme cuenta y todo se estaba saliendo de control, me estaba superando y lo peor es que me estaba perdiendo a mí misma.

Recuerdo cuando te conocí, llegaste de imprevisto a mi vida, no tenía pensado querer a alguien en ese momento y menos a ti, que eras un completo extraño que había aparecido como mi vecino en un día, además de que eras una persona bastante fría, que parecía tener un mal genio. Aun éramos adolescentes, bastante inmaduros que no conocíamos la mayoría de cosas lo que nos llevaba a asombrarnos de todo.

Asistíamos a la misma escuela aunque no en el mismo grupo, pero por algunas circunstancias nuestros profesores hicieron que cruzáramos palabras, ya era por algún trabajo, organización de toda la escuela, ceremonias, concursos, exámenes, o simplemente porque los profesores necesitaban algún favor, eso fue la razón de la que comenzáramos a hablar, creo que poco a poco nuestras pláticas se fueron haciendo menos incómodas y tu imagen de chico rudo que mostrabas a los demás para mí se fue desvaneciendo, realmente no puedo decir que conocí al verdadero tú, porque no tengo la certeza y aunque me duela admitirlo quizás también me mostraste una mentira sobre ti.

En el fondo para mi sigues siendo un chico tímido, con gran potencial, y con muchas preguntas en la vida, como la mayoría de personas.

Nuestras conversaciones se extendían hasta la madrugada y hablábamos sobre muchas situaciones de nuestros días y en general de la vida, nos dimos cuenta que teníamos muchas cosas en común, teníamos muchos problemas en casa, tus papás se estaban divorciando y discutían todo el tiempo, mis padres se rehusaban a divorciarse pero tampoco estaban en buenos términos, los escuchaba discutir pero pensaban que no me daba cuenta y me mentían todo el tiempo, mi hermano mayor se fue a vivir al extranjero por su trabajo, pero igual se libró de los malos momentos de la familia, nunca se lo reproche por dejarme sola, yo solo quería irme como él. Pero cuando estaba contigo al menos podía olvidar algunos de mis problemas, tenía la esperanza que podíamos irnos juntos y empezar de cero, olvidar todo y ser felices.