El silencio se prolonga cuando los Adeptus y los ciudadanos de Liyue llegan a un aparente acuerdo. La naturaleza propia de sus habitantes ha buscando un balance beneficioso para ambas partes. Aunque parecen hallarlo, para el viajero no pasa desapercibido el momento tenso. Con guardias apartándose tras la despedida, figuras místicas regresando al exilio y Ningguang mirándole apenas de reojo mientras se alejaba, Aether no cae en cuenta de otro par de ojos sobre él sino hasta que el mayor comenta:- Viajero... Fue un honor presenciar la batalla contigo.
Pese a la amabilidad de sus palabras, no hay mucha emoción en su tono. Provocando curiosidad en el rubio, Xiao reconoce inmediatamente un gesto confuso en su rostro. Su propia expresión es de total desinterés, si bien él nota claramente el calor en sus mejillas.
- Lo lamento, se me ha instruido para reconocer a compañeros de armas dignos de admirar, pensé que sería apropiado decírtelo.
Aether observa de reojo a la mujer darles privacidad. O al menos toda la que puede otorgarles, siendo que Paimon parece lista para intervenir. Sorprendiéndolo, Ningguang captura el interés de su comida de emergencia con unas cuantas palabras.
- Aether. No he olvidado mi deuda contigo... Tu acompañante puede ir conmigo ahora, negociaremos la recompensa disponible en este momento...
Paimon no necesita escuchar dos veces antes de caer, y el rubio se promete nunca volver a cuestionar la capacidad de análisis de la mujer. Ella le dedica un gesto amable antes de llevarse a su compañera de viaje, a la vez que Xiao les mira ir también.
- No ha sido la mejor manera de aprenderlo -comenta Aether, al verse a solas con el otro- Pero... Fue un honor pelear contigo.
El Cazador escucha sus palabras con un grado de interés evidente. Estaba acostumbrado a discursos cortos e intercambios limitados. Salvo Rex Lapis, Xiao no recordaba la última vez que sintió tanta curiosidad por aprender de alguien más.
Notando su mutismo, Aether comienza a arrepentirse por hablar más de lo necesario. Si bien empezaba a confiar en sus amigos, aún le era difícil ser honesto. Xiao, sin embargo, lo hacía sentir cómodo. ¿Quizá estaba haciéndose ilusiones demasiado rápido?
El mayor parece tener pensamientos similares a los suyos, pues responde sus dudas al decir;
- No he sentido conexión alguna con nadie en décadas... -admite Xiao, sin pena ni gloria; su tono es un poco más bajo al añadir- Perdona si me comporto de manera indiferente, viajero. Ha pasado mucho tiempo desde que intenté tener un amigo
Cuando el rubio le escucha le toma algunos segundos comprender que, en efecto, están parados en el mismo sitio cuando se trataba de entablar conversación. Su mirada se suaviza notablemente mientras asiente. Da un vistazo al puerto, buscando algún sitio que pueda ser útil para ambos.
- No necesitas ser tan formal. Yo también he perdido la práctica
Xiao le observa caminar unos pasos por la orilla de madera. No sabe qué busca, pero termina por sentir interés de nuevo. Extraño. Es una sensación que realmente había olvidado.
Si Rex Lapis estuviera cerca, le preguntaría directamente si ese peso en su estómago es una enfermedad o una simple idea suya.
- Una amiga me recordó que compartir una comida es tan importante como compartir una batalla... Quizá no la conozcas, pero es una exploradora de Mondstadt.
- Si la he visto, dudo mucho haber registrado su nombre -acepta Xiao
El menor disimula una sonrisa. Claro que no esperaba otra cosa. Él tampoco había estado muy interesado en conocer a nadie luego de llegar... En su entender, Xiao no debía ser muy distinto a si mismo, quién recién comprendía que conocer a otros era algo bueno, después de todo.
Para cuando Aether reconoce un sitio más o menos adecuado, Xiao ya le había seguido el paso sin siquiera notarlo. De pie, a un lado de un pequeño puesto en el puerto de Liyue, ambos jóvenes se dedican un gesto de genuina amabilidad. Uno hablando con la mirada, otro diciendo todo con una sonrisa apenas visible.
- Comamos juntos-sugiere Aether
A pesar de que Xiao tiene un platillo favorito en un sitio más apartado, acepta más rápido de lo que piensa. Tras el mostrador, el cocinero les recibe con especial gusto. Desde fuera, dos jóvenes silenciosos comparten un momento igual de callado... Desde el interior, en cambio, el par parece hablar más de lo que habían hecho en mucho tiempo.
El lenguaje que parecen compartir no responde a sonidos claros, sino que se manifiesta a través de miradas y gestos. Cuando terminan de comer, Aether intenta pagar. Xiao parece de acuerdo, reconociendo que no tiene mora alguna con él.
- Llegados a este punto, no puedo decir que me sorprenda-admite el viajero.
Al final, el cocinero les había reconocido de antes, y no permitió que dejaran moneda alguna por lo consumido.
- Desde que llegué aquí, he encontrado personas ajenas a su propio mundo. Sin ir demasiado lejos, el señor Zhongli parece no vivir en el mismo...
Cuando Aether se silencia a si mismo de manera evidente, Xiao le dedica una mirada, extrañado. El anochecer era ya evidente en el cielo. Mientras caminaban por la plaza del centro de la ciudad, el rompecabezas se completa en los pensamientos del rubio.
- ¿Está todo bien, Aether?
El nombre sale de su boca con más facilidad de la que espera, y, en respuesta, el menor le sonríe levemente. Aparta los pensamientos que tiene por un momento. Podía esperar un poco más.
"Pero... Si en verdad se trata de él, entonces podría obtener las respuestas que necesito"
- Lo lamento-dice- finalmente Aether, cuando la necesidad ha dominado todos sus sentidos- Debo regresar ahora...
Xiao asiente apenas cuando lo ve apartarse (no había sido consciente de cuando se acercaron tanto al caminar). Esta colocando la máscara de regreso en su sitio cuando Aether agrega a los gritos, ya lejos de él:
- ¡Salgamos de nuevo! ¡Quiero volver a verte!
Por segunda vez en el día, Xiao nota el rubor de sus mejillas con extrema facilidad. Asiente firmemente desde la distancia, y desaparece en un parpadeo. A lo lejos, el viajero sonríe más visiblemente. Cuando mira hasta la plaza donde se ha llevado a cabo el rito, la alargada figura está justo donde esperaba.
La voz del Dios no le sorprende cuando dice:
- Eres más observador de lo que aparentas, viajero...
Aether desea enfadarse, sin embargo, solo consigue ahogar un suspiro. Se pone de pie al lado de él. Zhongli hace un gesto extraño por un instante, luego recobra su seriedad. Por lo que parecen horas, aguardan por el momento oportuno. Aunque el menor quisiera presionar por respuestas, también siente que necesita prepararse para lo que sea que el otro quiere decir:
- No sé dónde está-confiesa finalmente el mayor- Y no puedo decirte quién es quien puede saberlo... Lo único que tengo para ti es información filtrada, mi contrato demanda confidencialidad, sin embargo, puedo señar pequeñas direcciones.
- No esperaba menos del Dios de los Contratos...
Aether no puede no sentir cierta pena cuando nota su semblante apagado. Su mirada es un agujero negro. ¿Cuántos arrepentimientos sería capaz de cargar?
- Deberás continuar tu aventura en una dirección distinta a la que esperabas. Quizá Xiao sea capaz de ayudarte.
No quiere preguntar siquiera cómo ha notado que lo conoce, pues sus sospechas tiene. Más confundido que nunca antes, Aether demanda más que eso. Resignado, Zhongli le entrega lo que sacará de él tarde o temprano. Especialmente ahora, que su protegido parece haberlo escogido como amigo.
- Las respuestas que buscas siempre han estado en Mondstadt. No puedo decir nada más.
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Mentiras de Viento
FanfictionHistoria AU de Genshin Impact. BL 🔞❗ADVERTENCIA. Esta historia contiene menciones a parejas del mismo sexo. Puede incluir contenido sensible. Leer bajo su propio riesgo ❗ Aether está decidido a encontrar a su hermana. Luego de Mondstadt, lucha codo...