6. AMIGOS

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ELEODORO

Han pasado casi seis meses desde lo de Juan, pero aún no hay consecuencias y eso es raro. La policía no ha venido por mí, no he tenido un solo problema legal, nadie me ha preguntado nada...

¿Qué hago? ¿Espero lo peor o sigo viviendo mi insulsa vida así, tan tranquilo?

Ya no he visto a la señora Frida por las oficinas y eso me preocupa un poco.

Temo mucho que mi buena intención haya sido el detonante para algo peor en su vida, porque pasar el tiempo al lado de ese infeliz, ya es suficiente castigo

¿Por qué está con él? ¿Por qué no huye? ¿Qué  la detiene para ponerse a salvó? Espero de corazón que pueda liberarse de él muy pronto.

¿Por qué no lo atropella un camión? ¿O se lo lleva el tren en un crucero? No por mí, qué siendo sincero, me daría un enorme placer saberlo, sino por esa pobre alma que mantiene encadenada y sin amar.

Ya quisiera que alguien se preocupara tanto por mí, cómo para traerme un plato de comida recién hecha. No cabe duda que la vida le da lo mejor a los imbéciles que no saben apreciarlo.

—Buenos días, Ele —me saluda Fanny. Le respondo con pereza y la esperanza de que se vaya rápido, más no lo hace— ¿Ya supiste?

No. Lo que sea, no. Yo nunca sé nada, porque la vida de los demás no me interesa, pienso.

—Juanito se está recuperando muy bien, es seguro que en unos meses regrese. Lo bueno de ser joven y fuerte.

—Muero de felicidad, viera —digo sarcástico y ella ríe.

—Sí, me imagino. Dicen que no quedó bien, qué tal vez deba estar en una silla de ruedas.

—Si lo que quiere es escuchar que lo siento, no Fanny, no lo lamento. En lo más mínimo. Obtuvo lo que merecía y si eso impide que siga haciendo daño, mi conciencia está tranquila.

—No te enojes, Ele yo solo informo, no juzgo. Sé lo que andan diciendo, pero también sé la verdad. Nos vemos luego —me soba la espalda de una manera que me incomoda mucho.

Esa mujer es una víbora. Una chismosa profesional, siempre dice las cosas con doble intención. Por eso prefiero llevar la fiesta en paz con ella, no quisiera verme envuelto en más controversias.

Ahí viene Davina, caminando por el pasillo cómo si el suelo que pisa no la mereciera. Está insoportable desde que le dijeron que estaría en esa novela chafa. Los reporteros de espectáculos la detienen en los pasillos para preguntar estupideces y ella ya se siente en la cúspide del estrellato.

La caída va a ser muy dura. Se lo he dicho, pero se niega a escucharme. Nunca quiere oír algo que provenga de mí. ¡Ok, jódete! Me estoy cansando de su actitud.

No solo yo, todos aquí.

Tal vez escarmiente cuando se quede sola y ya nadie la quiera cerca. Cree que por ser bonita se le permite ser déspota y egoísta. Está muy equivocada.

FANNY

Pobre Ele, Davina nunca le va a hacer caso. Si se arreglara un poco... Y si se vistiera de otra forma, no sé, menos pandroso.

No tiene ni idea de su suerte, porque otro, en su lugar, ya estaría en la cárcel.

Es obvio que hay alguien muy poderoso tras de él, que no ha permitido a Juan proceder cómo tiene todo el derecho de hacer.

Me encantaría conocerlo y averiguar por qué tanto interés en cuidarlo. Berenstain finge demencia y hasta lo amenazó, muy en su papel de jefe, aunque sabe que no pueden hacer nada en su contra.

Si la Davina supiera lo que yo sé, ya estaría sobre él, pero no se lo voy a decir, qué se joda. Quiero ver que cara pone cuando se dé cuenta ella sola. Cómo me voy a reír ese día.

FRIDA

Juan está mejor. Ya camina. Al parecer, los doctores exageraron y no va a quedar paralítico y quizás pronto pueda regresar a trabajar. Ojalá, aunque Eleodoro siga ahí y con él, los problemas. Espero que haya aprendido la lección.

Para mi suerte, Hipólita hizo algo de provecho y se encargó de cuidar y cumplir los caprichos de su hijito. Ni de comer le tuve que dar porque dijo que «no sirvo para nada» y que no sé ni cocinar. Solo me dediqué a limpiar y ver televisión. Fue mejor de lo que imaginé. Si no fuera por esta panzota y porque estoy a punto de reventar, todo sería perfecto.

Yo no quería embarazarme, de hecho, estaba pensando en dejarlo y regresar a mi casa con mi papá y mi hermana, pero no me preguntó. Llegó borracho una noche, me despertó a cachetadas y me obligó a hacerlo. Y el muy hijo de puta todavía dice que no es suyo. Puede decir lo que quiera, pero igual lo va a mantener. Y si le planea hacer una prueba de paternidad, que se la haga. Yo no soy la que tiene amantes en cada esquina. Antes no me pegó una enfermedad.

Aunque ahora que lo pienso, debería hacerlo, tendría que buscarme un amante yo también, para que al menos me chingue por algo y no nada más de a gratis. Pero no hay nadie disponible.

ELEODORO

No entiendo por qué a la gente le causa gracia esto. Intento no ser vulgar, hay formas mejores de hacer reír. Trujillo dice qué, la población hacia quien está dirigido el programa, no entiende mi humor. Pero no puedo escribir eso, me niego. Tal vez subestiman al público. Si ofrecieran algo mejor, los gustos cambiarían. El público mismo cambiaría.

Berenstain ofreció pasarme a otro horario, pero ganando menos. Hay cosas que uno hace solo para sobrevivir y esta es una de ellas. No puedo. No quiero tener que renunciar a Allan.

Al menos, ahora tengo una distracción por las tardes. Nicolás ha resultado ser una gran persona. Sabe que no puedo comprar libros con la frecuencia que quisiera y me da algunos nuevos sin decirle a su socio.

Espero que no se meta en problemas por mi culpa. También tiene una pequeña biblioteca secreta detrás de los anaqueles del fondo. Bueno, ni tanto, ya todos saben que existe y qué cuando no hay gente, poco antes de cerrar, él va y se relaja ahí tomando té.

Es tan gracioso. No me refiero a su sentido del humor, sino a todo en él. Su manera de moverse, la forma en la que habla y se dirige a los demás. Tan pulcro, perfumado, qué hasta parece modelo. Ni un solo rizo fuera de lugar y afeitado a la perfección.

Yo prefiero a las mujeres, siempre me han gustado. Aunque yo a ellas, pues no mucho. Pero no soy prejuicioso, ni alguien que se burle de otros.

Yo a Nicolás lo respeto, lo admiro y me atrevo a decir que en estos pocos meses de conocernos, nos hemos vuelto muy cercanos. Sé quién es y no me causa conflicto expresarle mi cariño. Todo lo contrario, siento la frecuente necesidad de abrazarlo. Es un ser humano tan tierno, tan bondadoso, tan dulce, que no podría evitarlo aunque quisiera.

Compartimos mucho y tenemos gustos afines. Nicolás es mi amigo y yo me siento muy honrado de que él me considere así también. Sé que él desea algo más pero, mi más sincera amistad, es todo lo que yo puedo ofrecerle.

ELE (Versión Extendida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora