Otro día en la tranquila y aburrida vida de Lee Donghyuck, un joven de 22 años, estudiante de universidad, con un trabajo de medio tiempo, y viviendo con su novio, Mark Lee (o Lee Minhyung, aunque nadie le llama así), en un pequeño departamento.
Estaba cursando la carrera de ingeniería mecánica, la cuál era bastante pesada para el pequeño Hyuck. Habitualmente sus clases terminaban cerca de las 6pm, estando en el edificio estudiantil desde las 9am, por lo que suele llegar suficientemente cansado como para dormir todo un fin de semana.
Pero todo el cansancio se esfuma al entrar a su hogar, y observar a su pareja viendo la televisión recostado sobre el sofá, con su pequeño poodle llamado Walon -cabe destacar que Mark quería llamarla Walon debido a un juego de palabras, por la sandía (watermelon), su fruta favorita-, la cual se encontraba durmiendo pacíficamente en el regazo del mayor, o fue así hasta que escucho el ruido de las llaves golpear el cerrojo de la puerta, para luego pasar ver a su dueño, piel acaramelada y cabellos con mechas de distintos colores.
El pequeño animal saltó de encima del canadiense para dirijirse con rapidez hacia Donghyuck, quién la levantó suavemente para luego rodearla con sus brazos y abrazarla sin intenciones de hacerle daño.
—Parece que alguien te extrañó. —pronunció Mark, mirándolo mientras levantaba una ceja, para luego mostrar su linda sonrisa— Aunque no fue la única.
El pelinegro se levantó, comenzando a caminar hacia su novio, abrazándolo, dejando a su mascota entre los dos, y luego dejarle un pequeño beso en sus labios.
Luego, Mark sostuvo a Walon entre sus brazos para que Donghyuck pudiese dejar su mochila en el pequeño mueble que está bien entras al hogar.
—Yo también te extrañé. —le dijo el moreno a Mark, un gruñido salió de su poodle— Y a tí también, maldita tóxica. —Rió suavemente.
—Walon te cela más que yo.
—Yup, creo que ella merece ser mi pareja, no tú. —bromeó— Aunque sería raro, básicamente es mi hija... nuestra hija. —corrigió al final.
—Tú y tus ocurrencias de gente demente. —burló Mark.
El menor se dirigió hacía la cocina -luego de dejar a su mascota a que se alimente-, con el pálido siguiéndole, para luego ir a la alacena y sacar una barra de cereal.
—Veo que saliste temprano del trabajo.
Mark tenía 24 años, había terminado de cursar administración de empresas hace poco más de un año, consiguiendo un trabajo rápidamente hace unos cuantos meses.
—Sip, el jefe anduvo de buenos, nos dejó salir un par de horas antes. Al parecer tuvo una buena noche. —movió las cejas dándole a entender a Donghyuck a lo que se refería, éste soltó una suave carcajada— Así que aproveche para venir, sacar a pasear a Walon un rato, y comprar un obsequio.
—Espera... ¿me compraste un regalo? —Donghyuck demostró asombro en sus palabras, la pareja no era una que vaya por los regalos materiales, más que sea una ocasión especial.
—Bingo, la verdad no me resistí, cuando lo vi, viniste a mi cabeza inmediatamente, sé que te gustará mucho. —dijo, sonriendole dulcemente al contrario— Lo dejé arriba, en nuestra habitación, ven.
Mark comenzó a caminar rumbo a la comoda de ambos, con Donghyuck siguiéndole al instante.
Cuando se vieron allí, el canadiense se acercó hasta la pequeña cajonera, dónde arriba yacía una pequeña caja rectangular con un listón rojo en el medio, la tomó para luego sentarse en la cama, mirando a Donghyuck quién seguía parado en la puerta observándole, invitándole a imitar su última acción.
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𝑰 𝑴𝑰𝑺𝑺 𝑼 ⁂ markhyuck
Short Story"tienes que dejarme ir" "te extraño" ____ - markhyuck - angst - extensión: os