La Amiga de los Merodeadores - Regulus Black

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El cuarto año empezaba para Regulus Arcturus Black en el Colegio Hogwarts; escuela donde iban cada niño o niña a cursar 7 años y aprender a controlar su magia.

Volvió a escuchar los gritos de su hermano mayor junto con su madre, no era raro que se la pasaran peleando siempre, siendo esta una de la razón para regresar a Hogwarts.
Cerró su baúl y miró su habitación para verificar que nada se le estuviera olvidando.

Al salir de su habitación con sus cosas listas, vio a su padre, que estaba cansado de ver pelear a su esposa e hijo, así que no tardo en ir rumbo a Regulus y ayudarle; para ambos era mejor no meterse en las peleas de esos dos.

El camino rumbo al andén 93⁄4 fue igual desde el primer año que Regulus entro. Sirius iba apartado de ellos, como si no perteneciera a esa familia y es que como sentía. Su madre quería que fuera como ellos y no tuviera relación con sangre sucias o traidores, pero a este no le importaba. Sirius Black era diferente a ellos y siempre lo hacía notar.

—Lleno de muggles —se quejo Walburga cuando entraron a la estación.

Al cruzar la barrera, Regulus ya no vio a su hermano, pues este ya se había ido con sus amigos, los que realmente él consideraba su familia. Miro a sus padres, que miraba de mal gusto a los Potter, por ser "traicioneros" con su misma clase.

—Entre más lejos estemos de ellos, mejor —dijo Walburga.

Regulus hecho una última mirada a su hermano, que sonreía y abrazaba feliz a James Potter, su mejor amigo.

—Ya quería largarme de ahí —le dijo cuando se soltaron—. Hola, señores Potter —le sonrió con cariño.

Sirius amaba esa familia, sobre todo porque lo acogieron como si fuera otro hijo más, sintiendo tanto cariño y gratitud por los padre de James. Ellos eran los padres que Sirius le hubiera encantado tener. Era la única cosa que envidiaba de James, sus padres; pero cuando noto que aquellas personas lo protegía y querían como otro hijo más, no pude sentir más feliz en su vida.

—¿Pasaste unas buenas vacaciones? —le preguntó la señora Potter.

—Algo así —sonrió inocente.

—Ahí viene Peter y Remus —dijo James al verlos de lejos.

Regulus siguió mirando como los cuatro amigos se reunían, haciendo que sintiera solo por un momento; él solo tenía un amigo, Ben Avery, ambos iban en Slytherin. Si debía de describir a su amigo diría que él no debió quedar en Slytherin, dado que Ben eran de los mas amables, pero si te metías con él o su hermana, bueno, no duda en sacar su lado Slytherin.

Lo conoció en la ceremonia de selección en el primer año que entraron, siendo su único amigo de confianza, él y el elfo doméstico de su familia, Kreacher. Que a diferencia de Sirius, si lo quería.

—Recuerda, Regulus —empezó a decirle su padre—, no puedes juntarte con ese tipo de gente... —hizo un gesto...

Regulus se mantenía callado y escuchando, había aprendido que eso era lo mejor cuando sus padres hablaban, así no tendrías problemas con ellos y te dejarían en paz; algo que a su hermano mayor se le complicaba.

Quería subir ya al tren, no sentir más la presión de sus padres hasta navidad, así que agradecido cuando entre los dos empezaron a criticar a los demás. Tomo su carrito para buscar un vagón vació, pero se detuvo cuando una voz hizo que se detuviera

—Gracias, señora Potter —le dijo ____________, estaba sonrojada ante el cumplido que le había echo.

—Yo te sigo viendo igual —bromeó James.