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Jungkook era el típico adolescente promedio,pero listo, le encantaba usar ropa holgada,siempre llevaba sus lentes ya que no podía ver a cierta distancia, era aplicado en todas sus materias, pero la que siempre fallaba era la de inglés.

No sabía porque nunca aprobaba esa materia, no sabía si era porque el maestro que la impartía era muy guapo o era muy tonto y distraído como para poner atención a algo que no le gusta ni entendía.

Pero eso sí, nunca se daba por vencido, como decían el que persevera alcanza y eso haría, no se dejaría distraer por nada ni por nadie, bueno eso esperaba.

Era medio día y a esa hora le tocaba inglés, pero antes de ingresar corrió al baño, tan distraído como siempre iba en su teléfono, que no se dió cuenta que chocó con alguien.

—Oh, lo siento, no lo ví— se disculpo el pequeño azabache, asobandose su frente.

Escucho una pequeña risita, pero al momento de alzar su rostro, vio a su Crush frente a él, con un semblante serio y tranquilo, juraría que había escuchado que se había reído.

— Ten cuidado para la próxima— dijo serio y distante el hombre rubio para después seguir su camino.

Después de unos minutos de terminar de  hacer sus necesidades, Jungkook se dirigió hacia su salón, apenado tocó la puerta y el maestro lo recibió con su típico semblante serio y tranquilo.

—¿Me permite pasar?— pregunto tímido el azabache.

El rubio lo miraba de pies a cabeza, como si lo estuviera escaneado, Jungkook sentía la profunda mirada de su maestro y compañeros sobre él, cosa que lo ponía más tímido y avergonzado, el tener muchas miradas sobre el.

Después escucho que el profesor park respondió.

—Adelante, tome asiento.— ordenó y siguió con su clase.

Jungkook sentía los nervios y el calor subir por su rostro, luego del momento incómodo que vivió, decido poner atención, el maestro explicaba mientras escribía algo en el pizarrón, pero mientras Jungkook, lo miraba perdido y distraído, aunque se refugiaba detrás de su libro,su mirada nunca mentía cuando veía al rubio dando clases, incluso algunas veces le tomaba fotos para si mismo, sabía que están mal hacer eso, pero si nadie se enteraba que daño le hacía.

Cómo siempre, Jungkook distraído en su propio mundo, no supo cuando el maestro le pregunto y este se quedó pasmado y distraído sin decir nada.

—¿Eh?,¿Qué?— dijo confundido y distraído el azabache.

Provocando risas por parte de sus compañeros.

—Joven ponga atención, si no, para la próxima lo sacaré, ¿entendió?— cuestiono levemente molesto y serio el rubio.

En ese momento Jungkook quería que se lo tragara la tierra, por semejante ridículo que hizo frente a su Crush y compañeros, quería desaparecer en ese instante.

Después de un rato, el pequeño kook preparaba sus cosas para salir, hasta que el maestro park lo detuvo.

—Espere, jeon ¿verdad?— pregunto confundoso el rubio.

—S-si— respondió nervioso el chico.

En buen momento se trabo su lengua, pero ese pequeño gesto tan inocente y tierno, fue el que provocó una leve sonrisa en el rubio.

—Acerquese, no lo comeré — comento con burla y diversión el rubio, mientras se recargaba sobre su escritorio y cruzaba sus brazos.

Jungkook mantenía una distancia prudente mínimo dos metros, pero al escuchar que el maestro le pidió acercarse, sintió como si una onda magnética lo jalara quedando a unos 15 centímetros de su docente.

 *ೃ࿔ English TeacherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora