Luis.
Dos meses, ya habían pasado dos meses desde que retome mis clases en la universidad.
Dos meses, de la muerte de papá.
Dos meses que había dejado a la Mia en ese pasillo frente a mi.
Dos meses en los que no e dejado de preguntarme que habría pasado si no hubiese contestado de la manera en que lo hice. Esa y tantas preguntas que ya no tendrán respuesta por qué claro.
Mia lleva dos meses exactos ignorandome y esquivandome en los pasillos cada vez que me ve. Aveces hasta se regresa por donde venía tomando otro camino.
Otras veces, solo me ignora en clases.
Dejo salir un largo suspiro mientras camino por los pasillos de la universidad. Todo el mundo está tan concentrado en sus trabajos, charlas que nadie me nota. Y es normal. Yo tampoco los notaría.
Aunque voy vestido todo de negro nadie, absolutamente nadie me a notado. Y agradezco por eso.
Enserio hubiese agradecido eso.
Pero hoy no sería el día.
Voy caminando tan despreocupado de la vida por los pasillos que dan al campus, cuando siento a alguien engancharse de mi brazo, me tenso al instante, pero bajo mi mirada y la veo ahí. Con sus mejillas rojas y su respiración agitada.
¿Estaba corriendo?.
Me detuve en seco pero Mia solo me arrastro junto a ella.
— Sigue caminando — dijo ella y solo la seguí en total silencio hasta que ella hablo otra vez.
— ¿Vez a ese chico de hay? — me señaló a un pequeño grupo de estudiantes.
— Si, el de camisa mostaza.
— Bueno, es mi ex novio — dijo y yo solo la mire.
— Así que estás tratando de darle celos conmigo. — dije mirando al frente viendo que cada vez más nos acercábamos a ellos, o mejor dicho les pasábamos al frente.
— Claro que no, idiota — dijo golpeándome juguetonamente el brazo.
— ¿Entonces?.
Mia lo miro y hablo.
— Termine con el hace unos meses atrás por que me engañó con una de sus compañeras de facultad, y como yo tenía sus cuentas de bancos y tarjetas de crédito, simplemente done una pequeña, pero pequeñísima parte de dinero a una fundación — mis ojos se abrieron como platos, pero ella siguio hablando — Y ahora estoy finjiendo haber tenido un accidente y que eh quedado ciega por ello, y ahora el remordimiento de conciencia no deja vivir tranquilo a ese hijo de puta.
— Pero, ¿Por que hiciste eso?, ¿Sabes lo grabé que es?. — dije después de casi ahogarme con mi propia saliva y despues de verla decir eso como si no fuera nada.
— ¿Que?, Se lo merecía el muy imbécil. — dijo como si nada.
— ¿Entonces que quieres que yo haga?.
Pregunte y su mirada brillo de inmediato, la diversión clara en sus ojos.
— Y ahora entras tú, como estoy ciega y sola, tu — toco mi pecho con su dedo — amigo mío, tendrás el placer de ser mi guía por el día de hoy, solo por hoy.
— ¡Estás loca yo no voy a...
— Mía — el ex de la chica a mi lado habla detrás de nosotros y solo pude escucharla decir por lo bajito.
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Fugaces.
Teen FictionLa vida después de ella, perdió el sentido para Luis, sin embargo, despertar tarde lo llevará a su cita con el destino y a encontrarla a ella. La chica que llegó para quedarse y no pasar como Kiara, Ella no será Fugaz.