Cuando te conocí...💕 YOONMIN

Capítulo 3

Eran ya las 7 de la mañana y no pude dormir, no después de lo que pasó anoche.

Luego de que el mocoso se fuera corriendo al baño me quedé en la sala esperando no sé qué cosa.

Escuché una puerta abrirse y salió JungKook junto a Jimin del baño, y yo los miré, pude notar que el mocoso tenía los ojos hinchados y la nariz muy roja. ¿Había estado llorando en el baño? Bueno, aunque lo haya hecho, no me importa.

Apareció mi madre en la sala y Jimin pasó de largo despidiéndose de ella y de JungKook, me dedicó una leve mirada y se fue de casa.

Yo algo molesto subí a mi habitación y me recosté, bueno, literalmente me tiré en la cama y cerré mis ojos tratando de descansar un poco hasta que escuché que alguien entró a mi habitación y abrí los ojos aún más molesto.

-¿Qué quieres Jung?-

-Jimin te dejó esto.-

-¿Qué cosa?-

JungKook alzó su mano dejando ver una pequeña bolsita color rosa.

-Son chocolates.-

-¿Por qué no me los dio él?-

-¿Realmente crees que él vendría hasta acá después de como lo trataste?-

Me quedé en silencio y tomé la bolsita.

-Ya puedes irte.-

Mi hermano me miró mal y se fue de mi habitación.

Me pasé toda la noche mirando la bolsita que tenía entre mis manos, no fui capaz de dormir.

Me levanté de la cama y fui a tomar una ducha, al salir me puse ropa limpia para ir a clases.

Salí de mi habitación, y caminé hasta la cocina encontrándome con mi madre y mi hermano.

-Buenos días hijo.-

-Hola mamá.-

-¿Vas a tomar algo?-

-La verdad no tengo hambre.-

-Está bien.- Me dedicó una sonrisa y dejó un beso en la mejilla de mi hermano y uno en la mía. -Me tengo que ir al trabajo, nos vemos a la tarde hijos, los quiero.-

-Que te vaya bien mamá.-

Luego de que mi madre se fuera observé a mi hermano que enviaba mensajes por el teléfono.

-¿Con quién hablas tanto?-

-Con Jimin.-

-Ah.-

-¿Por qué le regalaste tu camisa?-

-¿Y eso qué te importa a ti?-

-También le prestaste uno de tus polerones favoritos.-

-¿Y eso qué?-

-Nada, quería saber porqué.-

-Ajá, adiós.-

Antes de que siguiera haciéndome más preguntas salí de la casa y caminé hasta mi colegio algo... ¿Confundido? Ni yo sé porqué le regalé la dichosa camisa y del porqué le presté uno de mis polerones favoritos.

El día pasó más rápido de lo que pensé y volví a mi casa imaginándome que el mocoso estaría allí, pero no estaba.

Pasaron dos días más y el mocoso no venía a mi casa.

Estaba en mi habitación leyendo un libro cuando la curiosidad me ganó y fui a la habitación de mi hermano.

Entré sin permiso encontrándome con JungKook escuchando música y al llegar a su lado le quité los audífonos.

-¿Dónde está el mocoso?-

-Hola hermano, ¿cómo estás? ¿cómo estuvo tu día? El mío bien, gracias... ¿Qué decías?-

-Que dónde está el mocoso.-

-¿Qué mocos...? Ah, Jimin... Está en su casa... ¿Por?-

-Porque no ha venido.-

-Que buen observador eres.-

-Mira niño insolente, no estoy para tus bromas... ¿No ha venido por lo que dije?-

-No es por eso... Se enfermó y su madre prefirió que se quedara en casa para no contagiarme a mi o a ustedes.-

Me quedé pensando un rato en lo que iba a preguntar, pero simplemente lo hice.

-¿Dónde vive?-

-¿Para qué lo quieres saber?

-Sólo dime dónde vive.-

-Pues, no muy lejos de aquí.-

-Envíame le dirección por mensaje y no hagas preguntas.-

-Está bien... ¿Algo más que quieras saber?-

-No.- Me iba a retirar pero me surgió una duda. -En realidad sí... ¿Qué le gusta comer o tomar?-

-Le gustan las galletas de frutilla y el jugo de frutos rojos.- Asentí.

Busqué mi mochila, mi celular y mi billetera y salí de mi casa por segunda vez en el día.

Recibí un mensaje de mi hermano con la dirección del mocoso y tenía razón, no estaba muy lejos.

Compré las dichosas cosas en un almacén cerca de allí y al llegar a la casa de aquel niño me detuve frente a la puerta.

¿Qué estoy haciendo?

Pero ya era demasiado tarde para preguntarme, ya que, había tocado recién el timbre.