''Tu café se enfría genio''.
El hombre bostezo y rascó su nuca flexionando un poco sus bíceps.
''Tengo sueño nena'' se sentó en la silla frente al mesón.
''Dijiste que hoy trabajarías'' Jess rodó los ojos.
''Mañana si iré''.
''Oh vamos Chalamet'' la rubia sonrió.
''Pasa el día conmigo''.
''Hoy no amor'' beso la frente del hombre ''Quizás mañana''.
Jessie salió del apartamento dejando solo a Timothée toma su café casi con molestia. Esto era nuevo en las mañanas, ella saliendo a correr mientras que él se quedaba en casa.
Su chica ya tenía 25 años recién cumplidos y él en diciembre cumpliría sus 38, menuda mierda, pensó cuando miraba la foto de ambos en el refrigerador.Quien lo diría que aún después de tanto tiempo seguían juntos, no eran la pareja perfecta pero se amaban como ningunos. Se levanto con pereza de la silla y camino hasta la sala mirando las diferentes fotografías hasta toparse con la de su bebé. Nadir.
Ese era el nombre de su niño, recuerda que su pequeña se lo había colocado después de tanto buscar, este significaba raro y excepcional. El hombre no estuvo de acuerdo al principio pero Jessie lo amaba y quien era él para decirle que no. Sonrió con tristeza, dejó el portarretratos en su lugar y suspiro cansado.
Su hijo había muerto una semana después de nacer.
Su pequeña había quedado devastada, el doctor dijo que sus pequeños pulmones no se habían desarrollado completamente y debían dejarlo conectado unos cuantos días. Recuerda a Jess mirar desde fuera la incubadora donde estaba Nadir conectado a tantos cables que lo mantenían con vida. También recuerda que ambos estaban cuando el pequeño solo cerró sus ojos y abandonó este mundo.
Su niña lloró como nunca lo había hecho y luego vinieron las terapias. Era jodido para ambos, Jess ya no dormía solo veía televisión hasta el amanecer. Timothée estuvo junto a ella en toda su recuperación y quizás ahora este mejorando. No es rápido pero lo hace a su paso.
***
''¿Como están tus padres?'' dijo el pelinegro mientras cortaba el pollo.
''Ambos están bien'' tomo un poco de su jugo ''Los vi más preciosos''..
''Tus padres son un amor''.
''Papá no lo fue cuando casi te mata'' ella carcajeo.
''Debo entenderlo'' sonrió.
''Bobo'' ambos se miraron y sonrieron.
''Te amo joder''.
''Te amo papi'' sonrió pícara y Tim carcajeo.
''¿Que tal tu trote?''.
''Bien, aunque cansada''.
''Mía vendrá este fin de semana creo''.
''Eso sería lindo'' alzo sus cejas ''Tengo días sin verla''.
''Jess'' ella ladeo la cabeza como un cachorro ''Te amo''.
***
Tim se removió en su cama al no sentir el calor de su niña, se levanto un poco e inspeccionó la habitación, se coloco unos joggers y salió. Tomó el camino de siempre y entro mirando a Jess sentada en medio de la habitación que iba a ser de su bebé, esta solo respiraba suave y controlada, el hombre se agachó para gatear y llegar hasta su princesa y hacerla alzar un poco la mirada.
''Te tengo Jess'' susurro.
Ella sonrió y sus miradas se encontraron, él no quería que su pequeña tuviera una recaída nuevamente pero esta vez Jess se encontraba tranquila y sin signos de haber llorado o comido algo.
''¿Como supiste que estaba aquí?'' susurro ella.
''Eres mi niña linda'' sonrió besando su frente.
''¿Lo dices mientras me abrazas?'' el hombre asintió y abrió los brazos.
Jess se refugio en él como siempre lo hacía y Tim se sintió en casa una vez más, su pequeña aún le dolía la perdida de Nadir y él solo quería sacarla del hueco. Ahora ambos estaban sentados y abrazados en medio de la habitación. Ya ella no lloraba solo se quedaron ambos en silencio mientras que Tim sobaba la espalda de Jess con amor.
Eran momentos únicos y un poco dolorosos pero pronto saldrían de esta, él lo sabía.