Mi amigo secreto

01

Noctividus

Toma mi mano y en silencio guíame. Los dioses del sueño me acercaron a un paisaje.
Mariposas revolotearon en mi alma, todo a la medianoche.

Quantico, Virginia

Will Graham camina por la carretera, no sabe a dónde va, ni dónde está. Solo camina.
A su alrededor todo es oscuridad, pero cuando lleva su mirada al frente se encuentra con un wendigo. Este precioso animal le marca el camino que debe seguir y Will lo hace.

Llegan a un cementerio y Will lo sabe. Las esculturas de ángeles dolientes, se lo confirman. Y entre todas esas tumbas, existe una que le llama la atención. Una que está abierta, ya que la tierra estaba a un lado y además, había una mujer. Will no lo resiste y se acerca, el wendigo lo acompaña.
Paso a paso, Will se da cuenta que esa mujer admira un ataúd que está fuera de la fosa. Al llegar a su lado, esta mujer lo mira con tranquilidad, sus facciones son suaves, sus ojos azules están cubiertos por un halo de tristeza y dolor indescriptibles, incluso Will se siente abrumado al verlos. Ella lleva puesta una bata azul y los pantalones de la pijama son blancos, va descalza.

Ahora que están frente a frente, esa mujer le susurra con una voz fría.
-Solo la verdad y lo sublime. Pronto estaremos exactamente donde quería que estemos.

Will se despierta abrumado, porque no reconoció a esa mujer ni el lugar y nunca había soñado con algo parecido. Pero ya no le toma importancia, en los últimos meses su mente le juega malas bromas y él ya no tiene el control. Por eso mejor mira el reloj, son las siete de la mañana y sabe que debe ir a trabajar.

No se demora tanto en llegar a la Academia del FBI, y antes de iniciar con la primera clase del día. El director del departamento de Ciencias del Comportamiento, Jack Crawford lo llama a su oficina.

Cuando Will llega, trata de no sorprenderse al ver a su psiquiatra, el doctor Hannibal Lecter.
-Will, llegas justo a tiempo- saluda él
Will solamente asiente, y toma asiento.

Por un momento, Crawford mira detenidamente a Will, pareciera que está analizando cada uno de sus gestos y eso hace que el doctor Lecter, también lo mire. Will se siente intimidado, y el ambiente se torna muy tenso, por eso decide hacer una pregunta.
-Qué tienes que decirme
Eso logra que Crawford centre su atención en ambos y sea directo al hablar.
-Tenemos noticias del Bufalo Bill.
Lo que sin duda desconcierta a Hannibal, aunque es experto ocultándolo. Mientras que Will toma una postura a la defensiva incluso escandalosa, pues ahora vuelve a preguntar.
-Dónde está
Crawford sonríe incómodo, sabe que no ha sido la mejor forma de dar la noticia, por lo cual trata de corregir sus palabras, diciendo.
-Nos han llegado informes de que han reportado crímenes parecidos a los del Bufalo Bill.
-Entiendo, pero en dónde- insistió Will a la par que Hannibal le miraba con interés. Esa preocupación tan persistente que tenía Will con aquel caso, causaba que el psiquiatra pensara que por fin sus planes estarían casi consumados. Ya solo faltaba una pieza final, pero por lo pronto, prefirió mantenerse en silencio.
En tanto Jack por fin se animo a responder.
-Londres.

Will no podía entender como es que el Bufalo Bill, hubiese podido huir a Europa y más aún a Londres. Aunque tampoco le sorprendía, pues por el perfil que habían realizado, este asesino era inteligente y sofisticado, cualidades que podrían servirle dentro de la sociedad inglesa.

-Ya nos hemos comunicado con el IM6, les dijimos que tenemos toda la disposición de colaborar en el caso.
-Y requieres de nuestra ayuda, Jack- preguntó Hannibal
-Espero que no le moleste, doctor. Sé que no le agrada mucho este tipo de situaciones, aunque está vez es distinto-mencionó Crawford
-Sabes que si puedo ayudar, yo con todo gusto lo hare, así que cuenta conmigo- respondió Hannibal, para después mirar a Will y preguntar, -y tú, Will.
-Iré- dijo él y se retiro rápidamente.

Ante esa acción evasiva, Crawford y Hannibal compartieron una mirada.
-Doctor, yo quisiera pedirle por favor, que durante el caso me mantenga informado del estado de salud de Will.
-Estaré al pendiente de ello, por algo soy su psiquiatra. No te preocupes, Jack- respondió él con un tono tranquilizador.
-Gracias- mencionó Crawford y tras una breve pausa, agregó -entonces viajarán a Londres en dos días.
Hannibal asintió con una imperceptible sonrisa.

Por su parte, Will no se sentía tranquilo y no dejaba de pensar en esa mujer y el significado que podrían tener sus palabras. Sabe que no puede ser una coincidencia.

Londres, Inglaterra

-Este es el tercer cadáver en lo que va del mes- se quejaba Lestrade. Mientras se dirigían a la escena del crimen.
-Y ha sido el peor mes- comentó John con cansancio
-Espera a ver lo que encontramos- dijo el inspector
Sherlock no decía nada al respecto y solo mantenía una sonrisa, eso significaba que estaba de buen humor y más cuando el caso le interesaba.

El escenario era brutal. Otra vez, el cadáver era de una mujer. Tenía ambas piernas desolladas, lo que hacía que la tierna carne pudiera verse con gran perturbación. De las heridas, la sangre escurría poco a poco y en el suelo formaba pequeños charcos, que parecían conectarse y forman uno solo, donde cualquiera que se viera, podría reflejarse. La víctima reposaba en la cama, y mantenía una postura tranquila, casi deleitosa a no ser por las heridas, se podría decir que solo dormía. Entre los brazos de esa mujer, se habían colocado un montón de iris azules, es más daba la impresión de que ella los sostenía con devoción, cual ofrenda para los presentes. No había más signos de violencia, ya que toda la habitación se encontraba en perfecto orden.
Sherlock se dedico a examinar cada detalle.
-Tiene 28 años, soltera, abogada, vive con sus padres, hija única- mencionaba el detective mientras revisaba la vestimenta. Lestrade sabía que de nuevo iba a sortear en las bases de datos para identificarla. John tomaba notas.
-Se tomo tiempo y fue cuidadoso al momento de realizar las heridas. Esto quiere decir que ha avanzado- dijo Sherlock con notoria euforia y luego se quitó los guantes de látex. Para después salir de la habitación.
-Ha avanzado, cómo- preguntó John
-Las flores son recién cortadas.
-Eso qué quiere decir- preguntó también, Lestrade
-Que de verdad tiene un objetivo- finalizó Sherlock

Al llegar a Baker Street, el buen humor de Sherlock se acabó.
-Mycroft, qué haces aquí- preguntó él, al verlo sentado en su sofá.
-También me da gusto verte, hermanito- saludó Mycroft
-Dime a qué has venido.
-El caso luce prometedor para ti, no es así.
-Pero no lo es para ti, o no estuvieras aquí- contratacó Sherlock
Mycroft hizo un gesto de desagrado y sin perder más su valioso tiempo, dijo.
-El FBI está interesado en el asunto y enviarán a un par de agentes especiales para ayudarte, llegan el jueves.
Ahora fue el turno de Sherlock para hacer un gesto de incredulidad. Mycroft se levantó del asiento, acomodó su saco y antes de salir, exclamó con burla.
-Una cosa más...sé amable, hermanito.

Una vez que él se marchó. John se atrevió a comentar.
-Creo que podrán ser de mucha ayuda.
Sherlock solo resopló y ambos se dedicaron a ver la pared de la sala. Donde a penas el caso venía adquiriendo sentido.

Vengo con cuchillos y agonía.

Es corto, lo sé. Comenten, si les gusto y dejen su estrella, eso me anima muchísimo y así puedo saber si la historia les agrada.
Muy pronto, Sherlock y John van a conocer a los agentes especiales y todo empezará a tomar sentido.
Canción: I come with knives- IAMX
Noctividus viene del latín y significa "ver de noche".