comienzo 1

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Porque las cosas ocurren según un designio preestablecido, porque no todo está entrelazado por los tejidos de las anormalidades... porque las historias fueron escritas desde antes de que fueran contadas... irónico...? si, y que?

Sin embargo... eso es lo que muchos, y si no todos están seguros, cuando citan la palabra destino, sin entender, sin escuchar, que el concepto de destino está demasiado diversificado en el mundo.

Y aunque muchos marquen un camino con migajas de guías para que lo que venga en el futuro sea lo ideal, no siempre será así, al final siempre todo se distorsiona, y el concepto del destino una vez más cambia para adaptarse.

Es simple, el destino no es muy complicado, siempre esta ahí, cambiando, adaptándose, lastimando, sanando, escondido de la vista, mostrándose en la gran historia, y con todo ello aun así, no hay tal cosa que lo prive de su autonomía como lo es su propia esencia...

No, no debería de existir algo que lo haga... verdad?

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No fue mucho, casi nada, por así decirlo, solo unos pocos meses, no, quizás fueron años...? era irrelevante, llegados al punto.

Las personas eran frágiles y para lo que les esperaba a las pobres almas que se encontraran contra, o involucrados accidentalmente con los planes de los villanos, era solo cuestión de un tiempo muy corto para que dejaran el mundo, en la amarga sensación de un vacío del cual nunca uno podría recrear, al no saber aquello que espera después de la muerte.

Era medianoche, posiblemente más de ese tiempo fue el que pasó, una vez la mirada del hombre que deslumbró a otros en la figura de la fuerza y la seguridad que desprendía su significado como individuo en lo que fueron las miradas de las multitudes.

Las llamas se alzaron en unos depósitos, cerca de los almacenes de una compañía de químicos evocados a la limpieza en lo que eran productos de uso cotidiano.

Las formas de las llamas eran demasiado rojizas en un sentimiento demasiado surrealista y sin ligarse a la naturaleza de un fenómeno que no debería ser diferente...

Las cenizas de un sentimiento infernal le provocaron náuseas, cuando una parte de su ser intentaba averiguar que realmente fueron esas llamas, ese fuego al ojo del alma maldito.

"Qué es esto...?"

Fueron las únicas pocas palabras que dejó y pudo pronunciar mientras su significativa sonrisa comenzaba a desfigurarse, viendo lo que debería ser solo un incendio nada más, pero siendo demasiado perturbador para que un hombre sano pudiera procesar el desagradable sentimiento que ese fuego era capaz de transmitir a uno.

AllMight, así fue su nombre después de llevar su traje preparado para convertirse en el pilar de la sociedad y el símbolo de la paz que tanto había querido.

Dentro de los pocos más calificados, quizás fue la mejor opción que él fuera, el primero en llegar, dudaba que tan siquiera los demás héroes tuvieran la resolución para acercarse a tal desastre en la búsqueda de sobrevivientes.

Quien y qué era lo que lo convertía en un héroe? sus acciones? su valor? su poder? su miedo? su pasado? quizás fue todo ello? no lo considero para nada, ni por un segundo, no podía, no era, y estaba en tal situación cuando sus ojos localizaron a la primera persona que necesito su ayuda, atrapada entre los escombros y la ceniza.

"Ahí voy joven!" el aire terminó en un disparo cuando su figura se movió a donde las llamas amenazaron con tragar su alma si lo tocaban, el escalofrío del temor de un instinto de supervivencia innato en todos los seres vivos se mostró demasiado abrumador para cuando en realidad eran solo llamas las que estaban cerca de su cuerpo...

hero academia and a strange destinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora