Un poquito, solo un poquito, me dices que me quieres un poquito con los dedos.
Y me basta.
Con ese milímetro que me ofreces ya me basta. Me recreo en el con total soltura, me hago pequeño para hacerlo eterno y decirte lo que siento sin censura.
Así que dime otra vez lo poquito que me quieres, para no oír toda la mierda que me cae encima. Dímelo así no apretaré los dientes.
Dímelo antes de que me arresten. Por quitarme las esposas, esas que siempre me mienten, diciéndome que puedo quererte a medias. Que eso nada cuesta.
Y como yo no estoy de acuerdo, me aprietan las muñecas.
Y como tengo mala suerte, se han metido en mi maleta.
Me obligan a olvidarte, pero me da tanta pereza. Suena aburrido el no estudiarte, cuando quiero hacer tu carrera y no dejarme ni una atrás.
Para que así veas mis sobresalientes, en la asignatura de "mil maneras de verte". Y que al acabar la universidad aún siga entre tus dedos, pero sin esposas que me insulten.
Porque se han caído al suelo, y las he pisoteado.
Cuando he corrido a abrazarte.