29. A Los Buenos Días...

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Natalia acariciaba la cabellera rubia mientras veían en Netflix una serie que habían decidido ver juntas en esos días de "cuidados intensivos".
Aunque... ¿Juntas? Cuando fue a comentar con la pequeña el posible asesino de la chica que encontraron en el bosque, no obtuvo respuesta, y ahí es cuando se dio cuenta de que Alba estaba profundamente dormida...

Si es que... Es completamente adorable. Esa carita que tiene durmiendo es para quedarte a vivir en ella vaya. Y la pobre, lo que tiene que dolerle lo de la mano... Maldita Luisa, la que ha liado. Aunque, pensándolo bien, quizá no está nada mal la cosa

N: Alba, oye...
A: mmmm
N: venga, que es muy tarde y tienes que tomarte la pastilla
A: ¿Nat? - abrió los ojos desubicada-
N: La misma jeje venga, vamos a la cama, que me ha dado envidia verte dormir tan plácidamente, y me ha dado sueño...
A: no puedo con mi alma - puchero marca de la casa Reche -.
N: Anda cuentista, ven aquí. Que menos mal que eres igual que un tamagochi
A: ¡oyeee!

Y, entre risas, la cogió a caballito y la soltó con sumo cuidado en la cama, para, después, recostarse ella y mirar a Alba de la forma más tierna que alguien se pudiera imaginar.

A: Eres preciosa, Nat
N: ¿Tanto como tú?
A: mmmm quizás un poco más
N: jajajaja ven aquí anda

Y comenzaron a besarse. Primero un beso lento, bonito, pausado... Dando paso a que sus lenguas se vuelvan a saludar, sus manos choquen por sus cuerpos y la ropa comience a desparecer. Hasta que, olvidándose de todo, Alba apoyó su mano (la derecha, la que utilizaba para todo) en el abdomen de Natalia. Ese que le volvía loca.

A: ¡arrrg! Joder joder joder
N: Ey, ¿qué pasa?
A: mi mano, me duele
N: ais... Si es que se nos ha ido un poquito de las manos. Pero es que me gustan más que comer con los dedos
A: jajajajaja y tú a mi, pero mírame, he ido a meterte un poquito de mano, y mira la que he liado
N: jajaja anda ya tonta. Ya habrá tiempo
A: ¿si? A ver si es verdad, porque desde que lo hicimos, y estos calentones, me va a dar algo
N: jajaja ya somos dos. Pero por esta noche, será mejor que durmamos
A: jo...
N: no me lo pongas más difícil Albi
A: es que te tengo unas ganas...
N: uuuf no te haces una idea de las que te tengo yo. Llevo días soñando con... Uff qué calor, mejor pensar en otra cosa
A: jajaja aiiis anda sí, vamos a dormir. Pero quiero dormir así
N: ¿solo con las braguitas?
A: Sí, quiero sentirte aquí conmigo
N: ven aquí pequeña, yo estoy aquí, no voy a irme a ningún lado. Por lo menos hasta que esa manita se recupere

Se abrazaron. Alba acomodó su cabeza en ese pecho que, con sólo sentirlo subir y bajar, la relajaba de una manera irracional. Y ambas se quedaron dormidas...

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Me despierto un poco desorientada. Miro como puedo el reloj, y veo que son solo las 7:50... Temprano. Con algo de dificultad, me quito al mono rubio de encima, la acomodo en la cama y voy al baño...
Al volver, Alba se ha estirazado a todo lo que da la colchón. La mano mala sobre su abdomen, el otro brazo sobre su cabeza. La sábana se ha quedado a medio camino y puedo verle los pechos subir y bajar mientras respira pausadamente...
Pausadamente ella, por que yo no. No se qué me pasa pero solo tengo ganas de acariciarla, de besarla, de sentirla.

Sin pensármelo más de la cuenta, comienzo a acariciarle la cara, los brazos, los pechos... Suaves caricias que la hacen sonreír minimamente, pero no salir del sueño. Con mis labios, rozo de forma casi imperceptible su cuello, su mandíbula... Y yo me estoy excitando a pasos agigantados pensando en todo lo que me muero por hacerle.

Es en ese momento en el que pierdo la cordura y comienzo a besar su pecho. Mi lengua juega con su pezón mientras con la mano derecha doy atención al otro...

A: mmmmm
N: shhh, relájate pequeña...
A: ufff - Alba comienza a abrir los ojos- que..?
N: shhh Buenos días gatita - dice desde su posición, mirándola a los ojos pero sin dejar de disfrutar de sus pechos-.
A: Joder, ¿y esto? - Alba empieza a ser consciente de lo que está sucediendo, y comienza a sentir la humedad en su bajo vientre -.
N: Esta es mi manera de darte los buenos días
A: Ufff, pues ven aquí, que te los de yo también - intentó tirar de ella hacia arriba-.
N: ey ey ey, espera - se puso a la altura de su boca, y mientras hablaba iba besando entretanto a la rubia de una forma que rozabal ilegal -. Tu estás convaleciente, y yo estoy que me subo por las paredes. Así que tú te vas a quedar ahí quietecita, y solo tienes que disfrutar...

Comenzó de nuevo con las caricias, sus manos y su lengua tenían vida propia, y sabían perfectamente lo que tenían que hacer.

A: uuuf, vale, vale. Lo que tu digas
N: Así, me gusta, mmmm
A: por cierto, buenos días
N: Esos van a serlo a partir de ahora - dijo mientras bajaba su mano hasta rozar las braguitas de Alba - A los buenos días...

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⏰ Última actualización: Aug 18, 2021 ⏰

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