Capítulo 11: Clases de Historia de la Magia

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Nota de la autora: ¡Hola y feliz año nuevo a tod@s! Lamento haber tardado tanto en publicar otro capítulo. Con los estudios y todo eso no tenía mucho tiempo y la inspiración me fallaba un poco.
Ahora que estoy de vacaciones tengo más tiempo y espero poder publicar otro capítulo durante la semana.

Para recompensar los meses sin escribir, he escrito este capítulo que es más largo. Espero que os guste.

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Septiembre de 1993

Hace una semana que había llegado a Hogwarts. No tuve demasiado tiempo para explorar el castillo pero por lo que había visto, el lugar era exactamente como lo había descrito Tom y tenía muchas ganas de visitar la Sala de los Menesteres del que tanto me habló.

Antes de este año, solamente pude ver como es Hogwarts por dentro gracias a las fotos que Tom y mis primos me mandaban. Debo decir que esas fotos no le hacen justicia a la realidad.

Era un viernes a primera hora después del desayuno y eso quería decir que me tocaba enseñar historia a los Gryffindor y Ravenclaw del mismo curso que Harry.
Harry vino a mi despacho un par de veces durante esta semana para charlar y me comentó que este curso estaría haciendo Adivinación y Cuidado de Criaturas Mágicas como materias optativas y después de una larga discusión, él aceptó elejir las optativas de Runas y Aritmancia el próximo curso en vez de los que hacía.

Le tuve que explicar lo importantes que eran esas dos asignaturas y aunque son difíciles, valían la pena estudiarlas. Si alguna vez necesitaba ayuda con los estudios, le dije que siempre podía acudir a mí para ayudarle pero que intente hacerlos él mismo en vez de copiarle los deberes a la pobre Hermione. La pobrecita tendría que estar cansada de que tanto Ron como Harry se copiaran de sus deberes. Ellos tenían que aprender a organizarse y a estudiar por sí mismos.

Me prometí ayudar a Harry a ser un mejor estudiante y sacar mejores notas ya que eso le ayudaría en el futuro cuando quisiera conseguir un trabajo.

Como mi abuela decía, todo conocimiento es buen conocimiento.

De todas formas, cuando llegué a la clase, estaban todos sentados en sus sitios y hablando tranquilamente con el compañero o la compañera de al lado.

Me sentía orgullosa de mí misma por haber conseguido tal avance en una sola semana ya que cuando llegué a clase el primer día, la mayoría de estudiantes estaban durmiendo y unos otros estaban armando jaleo.

Aquel día les pedí a mis alumnos que escribieran en un pergamino todo lo que saben de historia de la magia y tengo que admitir que estaba muy decepcionada. Muchos no sabían casi nada de historia, algunos se inventaban los nombres, la mayoría solo escribió sobre guerras de duendes y solo dos o tres personas escribieron hechos que de verdad ocurrieron.

Me dio mucha pena e indignación que una materia tan importante e interesante se estuviera enseñando tan mal así que me puse las pilas y tuve que pensar en alguna actividad para la clase que sea interesante y les ayude a aprender.
¡Y yo que pensaba que Hogwarts era la mejor escuela de magia de Europa!
Supongo que estaba equivocada.

Cuando los alumnos de dieron cuenta de mi presencia, rápidamente se callaron y se prepararon para la clase.

- ¡Buenos días, alumnos!

- ¡Buenos días, profesora Black! - respondieron todos con entusiasmo. Cada día les empezaba a gustar más la asignatura.

- Espero que hayáis dormido bien esta noche porque la lección de hoy va muy cargada. - hice una breve pausa para fijarme en las caras de los alumnos. Obviamente había un par o dos que no habían dormido bien pero estaban prestando atención - Hoy os hablaré sobre las Brujas de Salem. Estoy segurísima de que todos habéis oído hablar de ellas, tanto los nacidos de muggles como los que no.
El problema aquí es que la versión muggles está muy alejada de la realidad y la que cuentan los magos como cuentos para dormir para sus hijos tampoco tiene mucha verdad.

Lyra Black: El Regreso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora