Capítulo cuarenta y cinco

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Liam

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Liam.

La radiante luz del sol traspasaba las hojas de los rojizos árboles de la zona, todos estaban ubicados en sus asientos al aire libre mientras que una amplia sonrisa adoraba sus rostros.

El sentimiento era mutuo.

Miraba a mi mellizo igual de contento que yo quien no paraba de babearse ante tal pintoresco pastel de frutas mientras que una suave brisa nos envolvía, estaba cálido y el cielo celeste reinaba nuestro alrededor.

Mis manos vendadas se humedecían, sangraban y ardían, era molesto no poder tener los dedos al descubierto.

Por fortuna la paz estaba presente entre los invitados.

Unos aplausos llamaron mi atención.

—... Que los cumplan feliz... que los cumplan feliz —entonaban mis familiares no tan familiares mirando hacia nosotros— que los cumplan Dylan y Liam, feliz cumpleaños a ti.

Nos miramos entre ambos.

—Sopla tu esta vez —le ofrecí a mi mellizo.

Todos los años le quitaba el privilegio de apagar las velas, que arrogante había sido, estas experiencias me enseñaron bastante.

—No, hagámoslo juntos —me observó sonriente mientras la cera caía sobre el gran pastel.

Lo correspondí y asentí, ambos extinguimos el fuego y los aplausos y serpentinas llegaron a nosotros, eran diez años.

—Mis muchachos están tan grandes —vino mamá a abrazarnos.

—Estamos — dije y miré el ya notable vientre de mi madre.

Respiré profundo mientras notaba la ausencia de mi padre, todo quedó en puntos suspensivos, hace días no sabía nada de él y tenía mucho miedo de transformarme, nadie aquí me decía lo que pasó ese día, sabía que me estaban ocultando lo obvio.

—Tienes razón, los tres están creciendo, ¿pueden parar?

—Si no hubiéramos crecido no pudiera hacer esto —habló Dylan y de una ventisca arrancó todas las hojas de un árbol del bosque rojo.

—Creo que aún me falta crecer para poder ser la bestia de este bosque. —Dije decepcionado aún seguía siendo un perdedor.

—No será necesario —dijo mi madre de repente y Jayden se acercó a mí.

Fruncí el ceño.

—¿Regalo sorpresa? —Pregunté confundido.

—Oh si pequeño jaguar —mi Jayden me tomó de la mano y todos nos siguieron ¿esto estaba planeado?

Fuimos un poco más lejos del bosque y me vendaron los ojos, obviamente desconfiaba de todo esto, mis pasos a ciegas eran temerarios.

¿Preparado? —Preguntó Aiden.

Mi vida a tu lado #2 [TERMINADA✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora