Ser un mafioso al que todos temían y llevar a un ladrón hasta las autoridades no resultó como querían; todos centraron su atención en Akutakawa y no en el ladrón, así que se inició una persecución por toda la ciudad.
Pudo haberlos matado, pero le había prometido a Atsushi no hacerlo, por lo que se limito a huir y esquivar balas; al final el albino se tuvo que ocupar por sí solo del pequeño asunto para después ayudar a su novio, aunque aún estaba vestido de chica y descalzo.
Aquel pequeño evento fue un escándalo, sin embargo a ese par no le importó ni un poco y los demás miembros de la agencia no se involucraron.
Lo importante era el presente; Dazai y Chuuya al fin tuvieron un día de descanso gracias a su trabajo bien logrado, aunque no tenían nada que hacer y no les permitían separarse. Ahora solo paseaban por la ciudad.
Claro que las últimas horas su relación había dado una vuelta diferente; Dazai era molesto, pero más que nada divertido, ya no le reprochava para ayudarle y lo hacía por voluntad propia, así se repartían mejor las labores de la casa. Y Chuuya buscaba ser más tolerante, aunque era pésima en eso.
Era un día soleado y tan solo estaban perdidos en sus pensamientos. El castaño se alejaba de vez en cuando para coquetear con cualquier mujer medianamente bonita que se encontrará y Chuuya se distraía viendo por las tiendas.
Después se volvían a juntar y a caminar juntos en un silencio que no era nada incómodo.
-Mira eso Chuuya- interrumpió aquella paz de la ciudad un entusiasmado Dazai -Eso se te vería bien.
La última frase lo dijo en un tono pícaro que hizo a la pelirroja dirigir su mirada hacia donde el largo dedo del más alto apuntaba... Luego sus mejillas se pintaron de rosa, pues lo que su compañero veía no era nada más que una tienda de lencería para dama. Habían varios trajes de diferentes colores y tamaños que se podían visualizar perfectamente gracias a los grandes ventanales y aparadores.
Luego se rostro se terminó de pintar de rojo al identificar lo que el contrario apuntaba en específico. Era un conjunto completamente negro conformado por una falda corta... Muy corta; la acompañaba un top y una botas que al menos llegarían hasta las rodillas; además incluía una cola y orejas de gato junto a un látigo.
-¿Le tomo sus medidas señorita?- se ofreció el castaño recibiendo un golpe en la mejilla que lo dejo desorientado -¡Auch!, Era un broma, ¿Porqué la agresividad?
-Por imbécil...- respondió avergonzada y dando grandes zancadas lejos de él.
Así continuaron entre bromas tontas y reproches, risas y golpes; pero Chuuya era muy tolerante, al menos no lo había asesinado;
¿Cómo hacerlo sí su cabeza se llenaba de dudas debido al nuevo buen humor de su compañero?
. . .
ESTÁS LEYENDO
No Es Para Tanto {soukoku}
Fanfic"¡Que pésima idea!" Eso parecía pero que remedio quedaba si Osamu era el único quien podía ayudarlo... O ¿ayudarla?... -Chuuya se vió afectado por una habilidad que lo ha convertido en mujer, debe buscar al culpable y hacer que lo vuelva a su forma...