Capítulo 3

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Suspiré cerrando la puerta detrás de mi. Caminé hasta la cocina y dejé las cosas sobre la mesa; serví un vaso de agua fría y me lo tomé de golpe para poder procesar todo lo que acababa de ocurrir.

1. Casi me atropellan
2. Me siguieron
3.Golpee a un chico en la cara
4. El chico era jodidamente guapo
5. Le terminé dando mi número

¡Agh! Froté mi cara con ambas manos de la desesperación y bufé mientras me sentaba para poder descansar. ¿Qué rayos me había pasado? le di mi número a un desconocido, en teoría él me lo dió a mi, pero ¡lo marqué! apreté el número y ahora es probable que me envíe un mensaje. Estúpido Demian.

"Demian"  Su voz era linda... "Demian Cacciatore"  También su nombre... "Isabelle"  Y mi nombre nunca había sonado tan bien... recargué mi brazo sobre la mesa y sostuve mi cabeza con ambas manos mientras seguía reproduciendo nuestra extraña conversación "Un placer conocerte Isabelle" "Isabelle" "Isabelle"

- ¿Isabelle? ¿Isabelle? ¡Isabelle! -Parpadee y miré a mi madre, estaba enfrente de mi con una revista en su mano y cara de preocupación- ¿estás bien hija?

-Oh si, si, si... -me  acomodé en la silla y me senté derecha- ¿A qué hora volviste?

-Cuando estabas haciendo las compras,  le dije a Victoria que te pidiera moras ¿las trajiste?

-Si, están en la bolsa - se movió de lugar y fue hasta la bolsa-¿Y Victoria?

-En su habitación

-Ah,  yo ¿puedo ir a mi habitación?

-Iss, no tienes que pedirme permiso para eso

- ¡Gracias!

Me levanté, le di un beso en la mejilla y salí corriendo. Puse música a alto volumen y me tumbé en mi cama, solo quería estar a solas un momento, quería entender con mayor claridad todo lo que acababa de pasar, nunca había sentido este tipo de sensación; era extraño, me sentía incómoda, a la vez nerviosa, feliz, estaba confundida. Di un suspiro al mismo tiempo que sonaba una notificación en mi celular,  era un mensaje:

Demian:  

Así que, Isabelle...

Ajá...

¿Quieres salir alguna vez?

Sueñalo

Por supuesto que soñaré contigo ya que  lo pides ;)

Vi el mensaje y arrojé mi teléfono a un lado con la cara levemente roja. Me levanté y abrí una puerta con ventanas de mi cuarto que daba a un pequeño balcón con vista a la casa de enfrente, no solía asomarme o salir a ver que ocurría afuera por miedo a incomodar a alguien, así que solo la abría para darle paso al aire a veces. Pero cuando desamarraba las cortinas para que no vieran dentro de mi cuarto, noté como mis vecinos estaban empaquetando sus cosas en cajas; así que corrí al cuarto de Victoria. Si algo nos unía, era el chisme.

- ¡Victoria! -abrí la puerta de su cuarto y entré como loca brincando- ¡Vic! ¡Vic! ¡Vic!

Estaba sentada en una silla enfrente de su computadora viendo no se qué. Su cuarto era blanco con posters de diferentes bandas pegados en las paredes (volviéndolo un museo de bandas), y luces led en la parte superior; la mayoría de los muebles eran de color negro o de madera muy oscura para hacer contraste con la pintura, en el fondo del cuarto estaba su closet a medio cerrar por la gran cantidad de ropa ahí dentro, muebles con cajones, su cama en el centro de la habitación orientada al norte porque según ella, trae mejor sueño; con una gran televisión al frente. Y finalmente, tenía su escritorio con su computadora y una que otra planta, a un costado de un librero con gavetas en la parte inferior para guardar cosas de su escuela.

RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora