•Una infidelidad.
•Un matrimonio arreglado.
•Un desconocido.
•Una casualidad.
•Un amor prohibido.
"Son los caminos para llegar a la avenida desastre."
Bryce una chica hermosa e inteligente, que lo tenía todo para ser feliz, una noche descubre la inf...
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Propuesta ~.~.~.~.~.~
—Buenas noches señorita Morgan, señor Maxwell —Saluda amablemente Fill con una sonrisa en los labios.
—Buenas noches —respondo devolviéndole la sonrisa, como de costumbre Eric lo ignora.
Al llegar a mi apartamento el pulso se me acelera debido a los nervios que me atacan, soy muy mala mentirosa y no tengo idea de cómo hacer que mi prometido se marche antes de que mi amante toque la puerta. Dios, que horrible sonó esa frase en mi cabeza.
Los brazos de Eric se enrollan en mi cintura —Al fin solos —murmura dándome un beso en el cuello, me estremezco, pero no de placer, si no de una incomodidad que comienza a llenarme el cuerpo.
—Tengo sed —digo como excusa y salgo del agarre de sus brazos.
Siento los ojos de Eric sobre mi espalda en todo momento mientras camino en dirección a la cocina y me sirvo un poco de agua, me giro con el vaso en los labios y me obligo a ingerir todo el líquido bajo su escrutinio.
—¿Quieres un poco? —pregunto tratando de suavizar el momento.
Él no responde, en cambio, camina en mi dirección con el rostro serio para quitarme el vaso de la mano y colocarlo sobre la encimera. —Lo que quiero es hacerle el amor a mi prometida de una buena vez, ya que desde el día de nuestro compromiso no he podido hacerlo.
El corazón salta en mi caja torácica cuando tira de mi mano en su dirección, sus labios toman los míos con ímpetu hasta el punto de hacerme daño. No lo detengo; dejo que me bese, que sus manos recorran mis caderas y aprieten mi trasero, que pegue su excitación en mi vientre e introduzca su lengua en mi boca.
Reprimo las náuseas que se comienzan a formar en la boca de mi estómago, una extraña sensación de rechazo me recorre el cuerpo, una que ignoro para introducir mis dedos en su cabello y tirar de el. Me sorprende que pueda fingir de esta manera y sobre todo ver que él me cree. Está es la única manera en la cual podré deshacerme de él sin levantar ninguna sospecha, en otro momento estaría encantada con la situación. Antes de Zeke, anhelaba estos momentos con Eric, me gustaba sentirme deseada, sexi y mujer en sus brazos, pero ahora no siento casi nada cuando me toca, lo cual es una mierda porque tengo que casarme con este hombre.
—¿Vamos a la habitación? —propone mientras acaricia mi espalda.
Zeke jamás me habría propuesto algo como llevarme a la cama, él me habría arrancado la ropa en medio de la cocina obligándome a enredar las piernas en su cintura. Me follaría encima de la encimera, para luego hacerlo en el mueble de la sala, en la mesa del comedor, en las escaleras que llevan a mi habitación y como última opción estaría la cama.
