La figura de Arthur yacía atada a una silla en su habitación, su rostro ensangrentado reflejaba un enojo evidente hacia los enfermeros que intentaban sedarlo. En una esquina, el cuerpo de un enfermero y en la pared, escrito con sangre, el perturbador mensaje "Justice". Arthur acusaba al difunto enfermero del asesinato, a pesar de que no había rastro de otro presente.⎯¡¡Ya les dije que yo no fui!! ¡Fue él, él lo asesinó!
Sus gritos resonaban, pero al revisar las cámaras, la verdad emergió. Solo Arthur y el enfermero compartieron la habitación durante el fatídico suceso. Las pruebas apuntaban a un Arthur cuyas acciones iban más allá de lo explicable.
El psiquiatra, observando el expediente médico de Arthur, detectó discrepancias. El diagnóstico de esquizofrenia llegó después del asesinato de su madre, pero su historial mostraba tratamientos para una enfermedad diferente. La confusión invadió al psiquiatra, quien sospechaba que algo más siniestro se escondía detrás de la fachada de Arthur.
⎯Ha... Esto es una mierda.... Debe de ser una br-
Antes de que pudiera terminar la frase, un fuerte golpe silenció sus pensamientos. Una figura blanca lo tomó y se lo llevó.
Horas más tarde
Una melodía tarareada resonaba en el oscuro pasillo, donde el psiquiatra despertó, amarrado y desorientado. La sombra se reveló como "Deck", una entidad en la mente de Arthur.
⎯¿Arthur....? ¿Eres tu..?
⎯Ahh~ Lo siento mucho, Arthur no se encuentra en este momento, pregunte más tarde.
La atmósfera se cargaba de amenaza mientras Deck, con correa en mano, jugaba con la vida del psiquiatra.
⎯¿Encerio? No lo sé, que podría ganar yo, Señor Lang, de todo lo que le puedo pedir solo me cumpliría una sola cosa.
La sonrisa de Deck denotaba una peligrosa falta de empatía. La situación se tornaba más ominosa cuando colocó una correa en el cuello del psiquiatra.
⎯Pero nosotros sabemos que no lo cumpliría, así que... No vaya a decir que puede hacerlo, ya que usted y como todos aquí son unos mentirosos.
La amenaza colgaba en el aire mientras Deck disfrutaba su juego macabro. El psiquiatra, atónito, intentaba negociar su libertad.
⎯Deja de jugar y suéltame, haré lo que me pidas pero suéltame.
Deck, desinteresado, sospechaba las palabras del psiquiatra. La situación alcanzó su punto culminante cuando el psiquiatra fue llevado al borde de la ventana.
⎯Ufff si que costo romperla, pero bueno... Hora de tu ida al más allá, saludame a Dios de mi parte, y si no logras ir ahí, entonces a Lucifer.
La risa sádica de Deck resonaba mientras la vida del psiquiatra pendía de un hilo. La amenaza se materializó cuando la silla fue arrojada al vacío.
⎯Goodbye Mr. Lang, it was bad taste to have met you.
Deck, ahora con la vestimenta de un guardia, abandonó el hospital impunemente, dejando atrás el caos y la muerte.
Unas horas más tarde
Arthur (Deck), tras huir del manicomio, se refugió en la antigua casa que compartió con su familia. Recuerdos y eventos turbios invaden su mente mientras se tumbaba en el sofá. La dualidad entre Arthur y Deck oscilaba, revelando una lucha constante dentro de la mente fracturada del protagonista.
La luz matinal se filtró a través de las persianas, despertando a Arthur en el sofá de su antigua casa. Sin embargo, la realidad parecía tambalearse, y la familiaridad de la residencia se desvanecía rápidamente. Confundido, miró a su alrededor, tratando de comprender la extraña sensación de déjà vu que lo envolvía.
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Mi Pequeño Trastorno
Horror•Arthur Hotman, tras una agotadora jornada laboral y una visita a su madre, anhelaba descansar para enfrentar un nuevo día. Sin embargo, al llegar a casa, se encuentra con la puerta entreabierta, adentrándose con precaución para descubrir una escena...