Capítulo 3: La cinta celeste.

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Esto era muy extraño, aquí estaban pasando cosas que no podía explicar; a mi cuerpo llegó una sensación de pesar, un sentimiento no muy agradable de perdida, de tristeza y de tormento, y, sobre todo, sentí miedo.

Tomé mi celular y marqué el número de mi hermano lo más rápido que pude, pero este ignoró mi llamada. Una sensación de inquietud me invadió, llamé incontables veces, pero el muy idiota no me atendía, no podía permanecer ahí por más tiempo, estaba asustada, pero tampoco podía irme de ese lugar con la cinta celeste entre las manos, Karen podría estar cerca.

La idea de llamar a comisaría se pasó por mi mente y esto fue precisamente lo que hice. Marqué el número telefónico en el teclado de mi móvil y luego del cuarto tono atendieron mi llamada.

-Buenas noches habla el Sheriff Brandon ¿En qué puedo ayudarlo?
-Señor soy Maggie Mendes, creo que tengo pistas de la desaparición de Karen Mendosa.

El Sheriff soltó un suspiro ahogado, o al menos eso me pareció, aunque también el sonido se asemejaba a un bostezo, y era entendible, debía de estar muy cansado, era muy tarde y en pocas horas se haría de día.

Me pidió algunos datos y mi actual locación, yo me aseguré en responderle cada una de sus preguntas con lujo de detalles y antes de colgar me dijo que esperara justo en donde estaba.

Me abracé mi propio cuerpo aun sosteniendo el móvil entre mis manos por si llegaba a necesitarlo en algún momento, estaba a mitad de la carretera, totalmente sola en medio de la noche, pero gracias al cielo no tuve que esperar demasiado, en menos de diez minutos una patrulla dobló la esquina en la calle principal y llegó a mi lado. El Sheriff Brandon bajó de esta y se acercó a mí con paso seguro. Usaba su uniforme azul y del lado izquierdo de su pecho lucía su placa dorada, esa que indicaba su cargo y le daba autoridad máxima en los temas policiales de nuestro pueblo.

-Buenas noches señorita Mendes -Saludó, mostrando la mejor de sus sonrisas y permitiéndome ver sus dientes perfectamente blancos, pero yo no estaba para formalidades en ese momento y pasé directo al grano.

-Encontré esto enredado entre esos arbustos -Dije ofreciéndole la cinta.
-Karen siempre la usaba. -El Sheriff agarró el objeto con detenimiento, sacó una pequeña agenda del bolsillo de su uniforme y la abrió en una página determinada. Había poca luz, la calle solo estaba iluminada por un farol que no hacía muy bien su función, ya que parpadeaba a cada rato, y a causa de esto el Sheriff Brandon achicó sus ojos en un intento de forzar su vista y observar algo dentro de su agenta con mucho detenimiento. Supuse que se trataba de la fotografía de Karen, la misma que estaba repartida en todo el pueblo, donde aparecía la niña pequeña, con una sonrisa alegre, risos rubios y esa cinta celeste. Se veía pensativo, como si estuviera analizando algo, volvió a mirar la cinta y luego a mí.

-Si, se parece a la que usaba la niña. -Sentenció cerrando su agenda y la llevó de vuelta a su bolsillo- ¿Me dijo que la encontró en esos arbustos de allá? -Pregunto señalando la planta con su dedo y asentí en modo de respuesta.

El oficial se acercó cuidadosamente, investigando un poco la zona; yo no tenía conocimiento de lo que se hacía en estos casos, pero suponía que el Sheriff estaba desempeñando un buen trabajo en cuanto a la investigación del terreno y buscando algo que pudiera darle una idea de lo que pasaba.

Se agachó sobre el terreno rocoso, buscando con la mirada algún indició, algo de lo cual pudiera agarrarse para descubrir el paradero de las niñas, una pista que pudiera usar para dar con ellas, pero su cara reflejó decepción.

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