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Dentro de unos muros de piedra en medio del jardín del palacio, se encontraba el príncipe y futuro rey.

Quien con el ligero movimiento producido al caminar y esa gran sonrisa que he de enamorar, demostraba sin mas esa natural y gran majestuosidad.

Como anteriormente se nombró, caminaba tranquilamente observando las distintas flores que se encontraban esparcidas alegremente acrecentando demostrando su belleza.

En su mente él organizaba y planificaba la llegada de más, poniendo como prioridad la comodidad y espaciosidad libre de estas "simples flores" según los comentarios de algunas personas, cabe aclarar que él no les prestaba mucha atención a estos, a él le gustan las flores y velar por su bienestar.

Lo mismo pasaba con cada persona del pueblo, porque si, a él le importaba cada una de las personas que se encontraban en su reino, así como los animales, plantas y por supuesto las bellas flores.

Flor que se ve florecer en su reino, flor que se he de respetar.

Eso es lo que comentaban algunos, y muy lejos de sus pensamientos no estaban. Le importaba mucho el respeto e igualdad así como la comodidad y bienestar propio como general con el resto.

Por eso y muchas cosas más la mayoría del pueblo como gente del palacio y reinos vecinos lo admiraban y respetaban.
Aunque claro, no se puede gustar a todos y por eso existían los que expresaban su disgusto o según ellos "falsedad" en la personalidad del príncipe.

¿Quién podría ser más falso qué un radiante chico sonriendo en grande al observar un rosedal florecer libre y hermosamente en una ensquinita del jardín?

Literalmente se notaba que estaba apunto de dar saltitos de solo admirar la belleza de las flores, y cada una de ellas, que se encontraban en ese gran jardín parecían alegrarse con su llegada. Mágico dirán algunos y...

—espantoso.

Dirían otros.

—¿disculpa?— preguntó el príncipe al aire mientras dirija su mirada curiosa y suavemente por el jardín buscado al propietario de lo anterior dicho.

—espantoso.

Se volvió a escuchar, pero esta vez si logró encontrar de donde venía la voz.
Un árbol, la voz venía de un árbol.

—no soy un árbol idiota— vociferó una vez más el árbol no árbol, y ahora su cara de confusión y sorpresa se sonrojo un poco por su pensamiento un tanto fuera de la realidad si lo razonaba. —para ser tan astuto como dicen que pensaras que si lo era no lo demuestra— se volvió a escuchar —aquí arriba.

Y entonces al levantar la mirada un poco más lo vio, o bueno logró ver entre medio de las ramas a un muchacho sentado de cabellera que iba de entre pelinegro a castaño oscuro, y unos ojos que daban la impresión de superioridad y algo de alegría por lograr demostrar en sus adentros que el príncipe no era como tanto lo describían:

Belleza sin igual, personalidad admirable, bondad con una sola mirada fácil de captar, inteligencia y astucia acompañada de determinación y protección a lo que considera correcto e importante, sabiduría y muchos talentos y virtudes en si.

Él sólo veía un chico normal, cabe aclarar que si era lindo, pero seguía siendo normal. Y que para él sonreía como tonto a unas flores que no eran la gran cosa.

—no entiendo el porqué o hacia que en específico esta dirigido tu comentario, pero espantoso sería que te cayeras de ahí por no saber que un árbol con tantos años no podría soportar tanto peso en un solo lado y más en la rama hueca— comentó, sonriendo al ver una linda mariposita volar cerca de el.

—esta rama no esta- "crac" se escuchó sigilosamente.

—¡alegría!— se sobre salto un poco el príncipe, dirigiendo su mirada entre asustada y preocupada debajo del árbol.

—¡¿te da alegría que pueda- ¡crac!, y la rama se quebró.

⸙ ꕤ ❁ ׅ  ۫ 𖧧 ۫  ׅ ❁ 𖧷 ⸙

Historia literalmente recién sacada del horno. Espero si les guste porque da para rato. Pero pero;

¿Quién creen que sería el niño rama?

❁ ׅ  ۫ Príncipe vietnamita. ۫ ׅ ❁𖧧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora